La Policía Nacional detuvo en Arrecife a una mujer de 53 años, con antecedentes, como presunta autora de un hurto. Agentes encargados del control de locales de compraventa de oro detectaron varias transacciones sospechosas realizadas por la ahora acusada. La investigación permitió localizar a la propietaria de las alhajas, que reconoció las mismas.

La implicada en el delito contra la propiedad vendió tres cadenas, seis pulseras, 18 anillos y 10 pendientes, todos ellos de oro y piedras preciosas.

Las gestiones permitieron comprobar que las joyas vendidas fueron sustraídas de un domicilio donde la acusada había trabajado como empleada del hogar. La investigación policial concluyó con la detención de la trabajadora como presunta autora de un delito de hurto. Instruido el correspondiente atestado, la detenida fue puesta a disposición de la autoridad judicial competente.