El primer satélite canario despega con éxito hacia el espacio

En unas dos semanas el instrumento diseñado en el IAC empezará a vigilar desde el espacio las catástrofes naturales debidas al cambio climático tales como incendios, desertificación o inundaciones

Los primeros resultados se podrán obtener a partir del próximo año

Verónica Pavés

Verónica Pavés

El primer satélite 100% canario ya se encuentra orbitando la Tierra. Tras un exitoso despegue a bordo del cohete Falcon 9 de Space X, el satélite Alisio-1 diseñado y creado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha conseguido llegar sin incidentes al espacio. 

Los amplios claros y la casi inexistente brisa que corría en California han sido un regalo para el IAC que aguardaba el momento de la salida con cierto nerviosismo. "Estos cohetes son muy buenos y es difícil que ocurra algo, pero también sabemos que existe una posibilidad del 10% de que el cohete explote", explicaba con cierta inquietud el director del IAC, Rafael Rebolo, apenas unos minutos antes del despegue. Sin embargo, las inigualables condiciones meteorológicas –tenían "buena pinta" como hizo notar la empresa Space X apenas 20 minutos antes del despegue – en la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea Estadounidense de California (EEUU) permitió que el pequeño satélite canario pusiera rumbo hacia el espacio junto a otras 25 infraestructuras espaciales de todo el mundo sin mayores problemas.

Poco antes de las 18:00 horas, el evento científico ya estaba causando una gran expectación. Casi medio centenar de jóvenes y pequeños entusiastas de la ciencia se agolparon a las puertas del IACTec para disfrutar de la retransmisión en directo del lanzamiento. Es el ejemplo de Javier que con apenas 6 años ha acudido con su padre hasta las instalaciones ubicadas en Las Mantecas (La Laguna) para disfrutar de este importante acontecimiento para la ciencia canaria. "Me gusta mucho la ciencia", alcanza a decir el pequeño entre una cierta sonrisa vergonzosa. Los cohetes le fascinan, especialmente por el "fuego" que emana de su cola.

Lanzamiento del Alisio - 1, el primer cohete 'canario'

Por eso quizás cuando el Falcon 9 inició su ascenso a las 18:19 horas, no pudo apartar la mirada de la gran pantalla instalada en el recinto. Y es que pese a su corta edad, Javier ya apunta maneras. El pequeño se ve a él mismo en un futuro como uno de esos científicos que hoy celebran con champán los logros de casi una década de trabajo incesante y asegura que aunque "las mates" no le gustan mucho, lo pasará por alto solo para ser como uno de esos grandes investigadores que le fascinan.

El lanzamiento también ha recibido un amplio apoyo institucional tanto de fuera como de dentro de Canarias. Entre los asistentes al visionado se encontraron el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; la presidenta del Cabildo tinerfeño, Rosa Davila, y su antecesor hace dos legislaturas, Carlos Alonso. Durante la retransmisión también se vieron algunos mensajes de apoyos desde centros escolares e instituciones, destacando entre ellos el de la astronauta española, Sara García. 

A las 18:19 horas, unos minutos después del horario previsto (se esperaba que fuera a las 18:00 hora canaria), un cohete Falcon 9 de la empresa del multimillonario Elon Musk encendía motores. Tras una breve cuenta regresiva multitudinaria, la sala se quedó en silencio. Conteniendo el aliento, los espectadores veían cómo el cohete empezaba a ascender en la atmósfera y adquiría cada vez más velocidad. Cuando por fin alcanzó los 6.000 kilómetros por hora y entró en la órbita, científicos y entusiastas empezaron a respirar. Los 25 satélites, incluido Alisio-I se desacoplaron del cohete para empezar a orbitar la Tierra. Tras retirar la carga de los satélites en la órbita terrestre, el Falcon 9 comenzó su descenso y menos de 10 minutos después de su despegue (a las 18:28 horas) volvía a la misma base de la que salió con un suave aterrizaje.

Imagen del momento del lanzamiento del satélite Alisio-1.

Imagen del momento del lanzamiento del satélite Alisio-1. / E. D.

Alisio-1 son las siglas de Advanced Land-Imaging Satellite for Infrared Observations, con las que el IAC ha nombrado a este primer satélite en un claro guiño a la cultura científica canaria. El principal objetivo de este pequeño satélite será la observación de la Tierra durante las catástrofes naturales y los graves efectos del cambio climático, como incendios, desertificación, vertidos de combustible o inundaciones. 

El lanzamiento de Alisio-1 se enmarca dentro del programa Alisio, liderado por el IAC y coordinado por el grupo específico dedicado al espacio: IACTec-Espacio. "Ha sido un esfuerzo de años", tal y como recuerda Rafael Rebolo. De hecho, fue en 2015 cuando se consolidó la idea de que el IAC diera un paso más en la astrofísica conquistando también el espacio. "En ese momento no teníamos experiencia, yo era responsable de los telescopios de tierra del IAC y apenas teníamos conocimiento de la tecnología espacial pese haber trabajado en muchas misiones de la Agencia Espacial Europea", rememora Álex Óscoz, director científico del proyecto, que insiste: "teníamos mucho conocimiento en instrumentación pero no en el espacio".  

Palabras de Rafael Rebolo antes del lanzamiento del satélite

V. P.

Desde entonces el crecimiento del grupo de exploración espacial ha sido estratosférico. En 2018 el equipo lanzó un globo estratosférico con imagen en directo desde la Feria de la Ciencia de La Orotava. Llegó a 40 kilómetros de altura y demostró que Canarias tenía la capacidad suficiente para asumir el reto de llegar más allá de la atmósfera.

Canarias consolidó su capacidad para crear instrumentación espacial en 2021, después de lanzar con éxito la cámara Drago a bordo del portador de satélites ION de la empresa italiana D-Orbit en la misión Transporter-1. Las primeras instantáneas que tomó desde el espacio no solo demostraron que la tecnología made in Canarias funcionaba correctamente, sino que abrían la puerta a multitud de usos. 

La misión Alisio-1 era el siguiente paso de una hoja de ruta prediseñada desde el minuto uno. "Era lo que dijimos que íbamos a hacer desde el principio, algunos nos nos creyeron", rememora Óscoz, que insiste que tanto los investigadores como Canarias han adquirido un nuevo nivel en la comunidad internacional y en la exploración espacial. La llegada de Alisio-1 al espacio es el cúlmen de un trabajo incansable que supone el comienzo de una nueva era para la ciencia canaria.

Expectación por fuera del IACTEC a la espera del lanzamiento de Alisio-I

Expectación por fuera del IACTEC a la espera del lanzamiento de Alisio-I / E. D.

Una vez vea su primera luz –posiblemente a partir del año que viene– sus observaciones ayudarán a crear planes de prevención y actuación que permitan mejorar la respuesta de la población a estos eventos. Uno de sus ojos será el de la pequeña cámara Drago-2 (siglas de Demonstrator for Remote Analysis of Ground Observations) también creada en las dependencias del IAC. 

Esta cámara es capaz de tomar imágenes tanto en el infrarrojo como en el espectro visible, pudiendo tomar fotos de la Tierra de alta resolución incluso cuando las nubes o el humo entorpecen la vigilancia. 

El otro ojo del Alisio-1 será un módulo de comunicaciones ópticas mediante láser "muy novedoso", tal y como afirma Rebolo. Este instrumento permitirá enviar las imágenes que tome la pequeña a cualquier estación óptica terrestre del mundo en cuestión de segundos. De hecho, podrá hacer la transmisión mucho antes de lo que lo hacen muchos de los satélites actuales, que utilizan conexiones de radio. 

"El satélite podrá tomar imágenes de todo el mundo, aunque pondremos especial énfasis en Canarias", argumenta Rebolo, que insiste en que dicha información se ofrecerá a "todas las empresas canarias que quieran ofrecer nuevos productos de análisis de datos".

El futuro es, además, brillante. "Nuestro próximo salto será poner en órbita el satélite VINIS", explica Óscoz. VINIS es un instrumento mucho más sofisticado, que combina observaciones en el visible e infrarrojo, y que cuenta con una resolución mucho mayor que sus predecesores. "Será capaz de ver camiones y coches", adelanta el investigador.

En paralelo, el IAC está trabajando en la creación de un telescopio para unirse a la carrera por la búsqueda de exoplanetas y vigilar asteroides potencialmente peligrosos desde el mismo espacio, para complementar así las observaciones desde tierra y hacer al instituto canario mucho más independiente. IACSAT Astro-1 será el primer observatorio astronómico espacial del Instituto de Astrofísica de Canarias. "Vamos poco a poco, pero ya estamos trabajando en ello", adelanta Óscoz que augura un futuro "muy brillante" para la ciencia canaria.