Entrevista | Francisco García Rector de la Universidad de La Laguna

«La financiación plurianual, no es solo realista, sino imprescindible para que la ULL de un salto adelante»

El nuevo rector de la ULL, Francisco García, afronta en su mandato de seis años los retos de la nueva ley de universidades

Francisco García en su despacho del Rectorado.

Francisco García en su despacho del Rectorado. / Andrés Gutiérrez

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Hace solo dos semanas que es rector de la ULL y ya trabaja a contrarreloj. Francisco García sabe que con la nueva ley universitaria estos seis años de mandato serán los únicos para él en el cargo y eso hace que asuma el reto con ilusión y tesón.

Lleva dos semanas en el cargo. ¿Ha encontrado alguna sorpresa en la ULL en este tiempo?

No, pero sí hay mucho e intenso trabajo. Tenemos muchos retos por delante y estas dos semanas me han confirmado la dimensión de las cosas a las que debemos hacer frente. También me he reafirmado en la ilusión que tengo para hacer frente a todo. Hay que resolver cosas aprovechando las oportunidades que se nos brindan y trabajaremos a toda velocidad.

En su discurso de investidura hizo hincapié en dos primeros pasos: lograr un gran pacto por la educación superior en Canarias y reforzar las políticas asistenciales para el alumnado más desfavorecido. ¿Se reafirma en ese pensamiento?

Sí. Aunque añadiría también mejorar y reformar la gestión a través de un plan de modernización. Ese era uno de los puntos que llevábamos en el programa electoral porque la ULL está gestionando muchos recursos en los últimos años, y más que va a gestionar porque las universidades públicas son la solución de muchos de los retos que tiene la sociedad. Debemos ser capaces de gestionar los fondos de la universidad para ser más ágiles. Ahí tenemos un reto importante y por eso a partir de que la próxima semana, cuando la gerente se incorpore a su cargo, pondremos sobre la mesa vías de mejora. Ese plan de modernización, que queremos que sea participado, va a ser clave.

¿Es realista pensar que en 2024 las universidades públicas canarias tendrán un plan de financiación plurianual?

Quiero contactar con el Gobierno y con los candidatos a la Presidencia para, una vez se constituya el nuevo gobierno tras las elecciones, ponernos en marcha. Mi intención es que para los presupuestos del año que viene ya estemos funcionando con este mecanismo de financiación. Es fundamental, no tiene sentido que estemos año a año tratando de negociar puntualmente enmiendas a los presupuestos con diferentes grupos políticos para tratar de salvar los presupuestos para las universidades. Debemos dotarnos de ese mecanismo más pronto que tarde y veo viable que en cuanto se constituya el nuevo Gobierno lo cerremos. Creo que todos estamos de acuerdo en que es necesario y solo se trata de perfilar algunos detalles. Es un plan, no solo realista, sino imprescindible para dar un salto hacia adelante.

¿Ya sabe a quién va a votar en esas elecciones para poder garantizar que salga adelante ese plan de financiación?

Yo no soy de ningún partido, nunca he militado. Yo soy de la Universidad de La Laguna. He hablado con el presidente de Gobierno en la toma de posesión y no ha habido tiempo para más, pero me gustaría hablar con todos los candidatos para poner sobre la mesa las necesidades que tiene la ULL, pero también las necesidades que tiene la sociedad de la universidad. A partir de ahí me gustaría hablar del contrato programa para ver qué puede aportar el Gobierno de Canarias y en qué medida la ULL puede ayudar a resolver los grandes problemas de Canarias. Todo eso quiero hacerlo con todos los candidatos. No es relevante a quién vaya yo a votar sino que con el Gobierno que se constituya vamos a trabajar codo con codo para aclarar el futuro de la ULL.

No es de ningún partido pero sí es de La Palma. ¿Tiene la mirada puesta en ampliar los muros de la ULL fuera de Tenerife?

La ULL tiene un campus en Adeje y otro en La Palma, pero tradicionalmente estamos en todas las Islas con universidades de verano, cursos de extensión o proyectos de investigación. En el caso de La Palma, la isla ha planteado su voluntad de una mayor presencia de la ULL. Lo que ha sucedido con el volcán ha demostrado lo que la universidad puede aportar a situaciones tan extremas como esa. El otro día me reuní con Héctor Izquierdo, que es el comisionado para la recuperación de La Palma, y pusimos sobre la mesa posibles fórmulas de colaboración como la posibilidad de crear allí microtitulaciones, que es una de las vías que abre la LOSU. Hay muchos otros programas que se están desarrollando, como Volcán de talento, pero también mucha actividad desarrollada por investigadores que aportan valor al proceso de recuperación de la Isla. La ULL debe seguir implicada en ese proceso, una vez pasada la emergencia, mirar a medio y largo plazo hacia la cualificación de recursos humanos y proyectos que se enraícen en la potencialidad de la Isla, y ahí la ULL tiene mucho que aportar. Una de las posibilidades que hay es la creación de una cátedra de estudios insulares. Ese modelo me gusta para otras islas, para que, dependiendo de la idiosincrasia de cada zona, podamos establecer un proyecto que sirva para el desarrollo del territorio.

Precisamente entre esas titulaciones que se salen de lo corriente, la ULL está avanzando en la implantación de las microcredenciales. ¿Estarán disponibles el próximo curso?

Sí, tenemos una experiencia muy interesante vinculada al transporte. Lo gestionaremos a través de la Fundación General con financiación del Misterio de Transportes y nos servirá para experimentar. Yo creo que hay que plantear así estos procesos. No debemos plantear un desembarco masivo de propuestas sino probar con proyectos piloto que nos permitan aprender. Esta microcredencial puede ser una muy buena vía. Con La Palma también tenemos una propuesta en este sentido y puede ser un laboratorio de experimentación interesante. 

Volviendo a las titulaciones clásicas, ¿tiene la ULL grados, másteres o doctorados con falta de demanda?

En este punto me gustaría recurrir al Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades Nuccio Ordine, que tiene un libro que se titula La utilidad de lo inútil en el que hace un alegato sobre la formación universitaria desde el punto de vista del utilitarismo inmediato. Creo que la raíz universitaria vinculada a la parte humanista tiene ofertas que, aunque no llenen el cupo, hay que mantenerlas porque va en nuestra idiosincrasia universitaria. Desde el punto de vista de grados no hay discusión pero sí hay que hacer un análisis en nuestros másteres porque se pueden hacer reformas y fusiones. Tenemos unas 47 titulaciones de grado y unas 38 de máster y deberíamos analizar en el ámbito del postgrado posibles mejoras. A lo mejor podríamos ofertar titulaciones unos años sí y otros no.

¿Qué va a pasar finalmente con los horarios del Grado de Medicina el próximo curso?

Hay un acuerdo de la junta de facultad para retrasar la entrada en algunos cursos, los tres primeros, y me parece que es una buena solución planteada por la facultad y que demuestra la implicación que tiene la ULL para ayudar a mejorar al movilidad en la Isla. El resto de titulaciones analizó la posibilidad y no es viable, sobre todo en las titulaciones que aportan un mayor volumen de alumnado, con dobles turnos, porque es imposible deslizar horarios. Nosotros siempre vamos a estar del lado de la búsqueda de soluciones y de aportar nuestro grano de arena.

¿Y eso supone que tan solo Medicina se va a llevar esa financiación extra para los próximos dos años que anunciaba el Cabildo de Tenerife?

El acuerdo es que habrá recursos económicos, pero no se ha firmado nada aún.

Es el rector que estrena un mandato de seis años por la nueva ley. ¿Eso le invita a poner en marcha algún proyecto que de otra manera, con los cuatro años de anteriores mandatos, era imposible pensar?

Los seis años me darán sosiego y tranquilidad. Sé que no voy a trabajar ni un año más ni un año menos por lo que tengo claras las decisiones que debemos tomar.

En ese proceso electoral llamó la atención el descontento del sector del alumnado con la anterior rectora, que votó en masa su candidatura. ¿Esos resultados han cambiado su hoja de ruta para responder a sus demandas?

Efectivamente el resultado electoral mostró un apoyo significativo. El sentimiento es gratificante por el apoyo pero eso también nos da un plus de responsabilidad. Nuestra obsesión es estar en contacto con toda la comunidad universitaria para tenerlos en cuenta.

Una de las últimas demandas del alumnado ha sido la situación de algunos colegios mayores. Aunque ya se está trabajando en ellos, ¿realizarán alguna actuación extraordinaria?

En el proceso de escucha previo a la toma de posesión veíamos que es una cuestión importante en algunos colegios. La vicerrectora de Infraestructura ya ha constatado las dificultades, sobre todo de mantenimiento, y trabajamos para buscar soluciones porque es una de nuestras prioridades. Esas demandas son evidentes porque la Residencia Universitaria Parque las Islas, por ejemplo, tiene una situación especialmente delicada y tendremos que darle una atención especial e inminente.

Otra de las demandas del alumnado es la modificación del reglamento de evaluación y durante la campaña ambos candidatos se comprometieron a reformarlo. ¿Ya ha empezado a trabajar en ello?

Nuestro compromiso era evaluarlo al finalizar este curso porque ha generado intranquilidad y confusión en toda la comunidad universitaria. Tenemos el hándicap de que las guías docentes del próximo año hay que elaborarlas pronto, antes de que finalice este curso, y cualquier reforma que se quiera hacer de cara al próximo curso habría que haberla hecho ya. Nuestro compromiso es hacer una evaluación rápida en estos días para hacer alguna reforma puntual en la que todos estemos de acuerdo y que en septiembre ya se vea alguna mejora. Para eso vamos a abrir un pequeño y rápido proceso de consulta. La reforma global sí que tendrá que quedar para este final de curso y así trabajar con más sosiego.

Los aspectos relacionados con la evaluación continua eran los que más preocupaban al alumnado. ¿Se centrarán en eso en esta primera fase?

Sí. Todos coincidimos en que la evaluación continua es necesaria pero los problemas están en cómo se articula, cuándo tiene el alumnado que decidir si opta o no por la evaluación continua o cuáles son los protocolos.

Los coordinadores de la EBAU han solicitado al Ministerio de Educación una moratoria de un año para introducir los cambios en la prueba por falta de tiempo. ¿Qué opina la ULL de esta petición ya que acogen la organización de los exámenes?

Creo que la moratoria es razonable pero cumpliremos la norma que finalmente el Ministerio de Educación decida.

Los presupuestos participativos llevan dos años desarrollándose en la ULL. ¿Continuará con este proyecto?

Me gusta la idea y creo que hay que mantenerlos pero hay que hacer adaptaciones para precisar qué tipo de proyectos deberían concurrir a esa convocatoria. Hay intervenciones necesarias de mantenimiento para necesidades básicas que deberían estar en el presupuesto ordinario. Los presupuestos participativos deben ser un plus de mejora que además refuerzan la implicación de toda la comunidad universitaria.

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Durante su campaña decía que la universidad se encuentra en un momento de crisis, entre otras cosas por la entrada en vigor de la LOSU, que en centros como la ULL va a implicar la jubilación de un alto número de profesorado y, por tanto, la necesidad de contratar a mucho otro. ¿Ha realizado una estimación de las salidas y entradas que tendrán lugar?

La próxima semana el Vicerrectorado de Personal Docente Investigador se pondrá a trabajar en ese tema. Hay que hacer números para planificar el próximo curso porque hay un cambio evidente entre una ley y otra. Por cada tres profesores ayudante doctor en la LOU, vamos a necesitar cuatro con la LOSU. Además, el profesorado va a tener un límite de 24 créditos mientras que en la LOU estaban por encima, y eso habrá que administrarlo con más profesorado. A todo eso hay que unir las jubilaciones. Tenemos una moratoria hasta el próximo curso pero necesitamos hacer el tránsito rápido.

El personal investigador siempre ha demandado mejoras en el cobro de becas y en su incorporación a los proyectos. ¿La ULL hará algo al respecto?

Sí, tenemos un problema de gestión. En los últimos años han llegado recursos que no se gestionan bien. En investigación necesitamos mejorar la gestión de recursos porque generamos insatisfacción, retrasos e ineficiencia. Necesitamos personal técnico cualificado para que los investigadores solo se dediquen a aquello que saben hacer y no tengan que realizar labores de gestión administrativa.

Durante su discurso de investidura destacó la faceta más social y cultural de la ULL. ¿Qué tiene planeado en ese sentido?

Queremos hacer un reglamento para clarificar el papel de los grupos culturales universitarios. Tenemos muchos grupos y en diferentes ámbitos y queremos plantear cuáles son sus derechos, cuáles son las condiciones que deben cumplir y también a qué pueden acceder por tener esa condición, así como sus obligaciones. A partir de ahí fomentaremos que se creen grupos nuevos. Tenemos un gran caudal de creatividad y necesitamos que la cultura no solo llegue a nuestros grandes espacios, sino también a los colegios mayores y las residencias, por ejemplo. A eso nos obliga la LOSU. Sabemos que parte del valor que aportamos en la ULL, además del académico, tiene que ver con esta actividad complementaria, porque la cultura forma parte de nuestra idiosincrasia. También queremos vincular estos grupos a la recuperación de espacios de reflexión colectiva y rescatar ULL Opina y ULL Debate.

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