Un millar de personas participan en la manifestación en Tenerife a favor de la Sanidad Pública

La marcha comenzó en la céntrica plaza de Weyler en Santa Cruz de Tenerife y continuó su recorrido por la calle del Castillo

Manifestación a favor de la Sanidad Pública en Tenerife

ED

Un millar de ciudadanos participaron este mediodía, 25 de marzo, en la manifestación que se celebró en Santa Cruz de Tenerife a favor de la Sanidad Pública en Canarias. Tras salir de la plaza de Weyler, la movilización recorrió parte de la céntrica calle del Castillo ante la mirada de otros vecinos y numerosos turistas, para después cruzar por la vía Juan Padrón, subir por la calle del Pilar y regresar por Méndez Núñez hasta el punto de inicio.

Los participantes reclamaron un banco de sangre íntegramente público y que no se privatice, así como más personal y recursos para la atención universal y gratuita a la población, sin olvidar unos contratos dignos para médicos, enfermeros, auxiliares o celadores.

El acto de protesta estuvo impulsado por el comité de huelga del personal del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH), así como por la plataforma Sanidad Canaria Unida, que se creó el pasado mes. En la movilización tomaron parte personas de todas las edades y vinculadas a diferentes colectivos sociales y reivindicativos de la isla, desde los propios profesionales sanitarios hasta la organización por la defensa de las pensiones o los integrantes de Salvar La Tejita o Salvar El Puertito de Adeje.

Pero el grito unánime y que más fuerte se oyó por el centro de la capital tinerfeña fue: "¡Sanidad Pública!". Uno de los representantes de organizadores, Daniel Quintero, recordó que "estamos para defender la sanidad pública, única y exclusivamente; lo que buscamos es lo mejor para los ciudadanos".

En esta línea, Quintero explicó que lo que buscan es que no haya trabajo precario, sino buenos contratos, que no existan listas de espera, pero sí una torre el Hospital Materno Infantil de Las Palmas o un banco de sangre público.

A juicio de este representante de los trabajadores del ICHH, la intención del Gobierno de Canarias es realizar una privatización encubierta del citado organismo, cambiar el modelo de gestión, para que sea público-privado. Por ese motivo, el personal de dicha entidad ya lleva 320 días en huelga. Uno de los gritos de la movilización estuvo centrado en que no se desea que se haga negocio con la sangre que donan los ciudadanos.

Quintero recordó que de la sangre de los donantes se sacan medicamentos, especialmente del plasma derivado, "y nosotros no queremos que ninguna empresa de gestión privada vaya a tener que manejar ese capital que le dan los donantes y sufragado por los contribuyentes".

Recordó que "somos el último banco de sangre de España, tenemos un grave problema para el abastecimiento de los quirófanos, así como con los pacientes crónicos".

Rebeca Amador, presidenta de Sanidad Canaria Unida, una organización de profesionales y no profesionales del Servicio Canario de Salud, denunció el maltrato continuo al personal y "la falta de conocimiento por parte de las instituciones".

"Al final, estamos viendo que ni los propios políticos ni nuestro consejero de Sanidad saben lo que realmente está ocurriendo dentro de las instalaciones de su Consejería", indicó Amador. La portavoz de este colectivo indicó que "esto es un hecho bastante preocupante", pues "estamos maltratados, duplicando horas, viviendo en un sistema precario de contratación, de días e, incluso, horas".

Una de las asistentes fue Ana Martín, enfermera que acudió al acto en compañía de varias compañeras de trabajo. Admitió que existen contratos semanales, de 24 o de 48 horas, "por lo que no podemos generar continuidad en la atención a los pacientes".

Para esta profesional, una vez que se acabó la etapa más preocupante del covid-19, "se acabó el presupuesto, por lo que numerosos médicos, enfermeros, auxiliares o celadores, unos 3.000 profesionales, se han ido a la calle". Desde su punto de vista, "es una mala época, después de la lucha durante el confinamiento y la pandemia, en la que nos jugamos la vida". "Hemos pasado de los aplausos a las colas del paro", señaló Martín.

Pilar Figueroa, de Salvar La Tejita, recordó en varias ocasiones durante la movilización la escasa implicación de un gran número de ciudadanos que, en vez de apoyar la defensa de algo tan relevante como la sanidad pública, prefieren disfrutar de la playa o ir de compras.