Educación

Estudiar un grado universitario en Canarias, más barato que en la Península

El Archipiélago cuenta con el precio de la primera matrícula de grado más barato de España, tan solo por detrás de Asturias

El campus de Guajara de la Universidad de La Laguna.

El campus de Guajara de la Universidad de La Laguna. / María Pisaca

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Estudiar una carrera universitaria en Canarias es más barato que en el resto de España. Tan solo Asturias cuenta con los precios de la primera matrícula de grado más bajos que en el Archipiélago, donde las carreras universitarias cuestan un mínimo de 568 euros. El Observatorio del Sistema Universitario (OSU) acaba de publicar el estudio Precios públicos de matrícula, ¿ya está?, en el que que compara los precios del curso actual con los del curso 2011/2012 y constata una tendencia general de incremento de precios de las matrículas. No obstante, seis comunidades autónomas han bajado su intervalo de precios: Andalucía, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña y Galicia. Por otro lado, solo una decena de comunidades autónomas redujeron durante este mismo periodo de tiempo el precio mínimo de sus másteres no habilitantes ni vinculados, entre ellas Canarias con un -55,1%.

La rectora de la Universidad de La Laguna (ULL), Rosa Aguilar, explica que los precios de las matrículas de grado vienen fijados por la Comunidad Autónoma, cuyo objetivo es que "las universidades públicas de nuestras Islas sean accesibles para todos, y que no solo importe la parte académica en el proceso de formación, sino que este también se lleve a cabo conforme a la realidad social". Así, defiende que Canarias continúe sobresaliendo por estos bajos precios porque "cuanto más bajos sean, lograremos que mayor cantidad de personas puedan acceder a nuestra universidad".

En este sentido, también recuerda que el alumnado canario no solo dispone de las becas del Ministerio de Educación y Formación Profesional para poder llevar a cabo su formación superior sino que la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias también cuenta con una línea de ayudas con requisitos más bajos que los estatales. A todo ello se une la línea de ayudas de las propias universidades públicas puesto que, añade Aguilar, "creemos fundamental que todo aquel que quiera estudiar no deje de hacerlo por falta de financiación". Es precisamente por esta razón que el ministro de Educación, Joan Subirats, defendió recientemente en una visita a Tenerife que "las becas han de centrarse cada vez más en la parte social y no tanto en la académica".

En este sentido, la Consejería de Educación tiene entre sus objetivos promover la educación superior y los entornos integrados y por eso ha desarrollado su propio programa de becas y ayudas, que son complementarias a las becas universitarias del Ministerio y tienen por objeto sufragar los gastos derivados del pago de los precios públicos por matrícula, el transporte y la residencia de las personas que no cumplan con los requisitos establecidos por el Ministerio. De este modo, la beca fija de matrícula del Gobierno de Canarias cubre el importe de los créditos de los que se haya matriculado el solicitante por primera, segunda y tercera vez, en todas las ramas de estudio, o por primera, segunda, tercera y cuarta vez, en el caso de los estudios de la rama de Ingeniería, de Arquitectura y de Ciencias Experimentales. Estas ayudas canarias establecen requisitos académicos inferiores y elevan determinados umbrales de renta con respecto a las del Ministerio de Educación, lo que permite ampliar el número de beneficiarios con respecto al programa de becas estatal. Y todo ello contribuye a que el alumnado universitario residente en Canarias, una vez comenzados sus estudios, no se vea obligado a abandonarlos.

No obstante, ser la segunda comunidad autónoma con los precios más bajos de primera matrícula en el país trae aparejadas sus dificultades. "Debido a estos precios tan bajos es necesario que el Gobierno de Canarias nos financie para compensar los ingresos que no recibimos por esas tasas", reflexiona la rectora de la ULL quien añade que "somos un servicio público que se financia con impuestos de todos pero que son finitos y por eso hay que repartirlos". Es por esa razón que celebra el objetivo marcado por la ley orgánica del sistema universitario (LOSU), que marca que las universidades públicas deben financiarse con al menos el 1% del PIB de cada región. Las universidades públicas canarias reciben en la actualidad tan solo el 0,6%, lamenta Rosa Aguilar.

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