Este verano que expira culmina con un índice de mortalidad por coronavirus muy superior al del pasado 2020 en Canarias. En concreto, el número de fallecimientos desde el pasado 1 de julio hasta el día de ayer asciende a un total de 136 muertes como consecuencia del virus, con una incidencia mayor en el presente mes de agosto, que sumó 100 muertes –incluido el deceso, ayer, de una mujer tinerfeña, de 88 años–, y 36 fallecimientos en el mes anterior. Esto se traduce en que este verano ha sido 11 veces más letal que el del pasado 2020 en el Archipiélago, en el que se computaron 12 muertes en el marco de la entonces recién estrenada «nueva normalidad» y, a un tiempo, antesala de la segunda ola mundial de Covid-19.

Diferencias entre veranos.

El pasado julio de 2020 no se contabilizó ninguna muerte por SARS-CoV-2, mientras que en el mes siguiente se notificaron 12 fallecimientos, que conforman el balance total del primer verano de pandemia. En cambio, este año, Canarias inauguró el período estival en pleno auge de la curva epidémica, sobre todo, en Tenerife, con casi 400 casos diarios el día 1 de julio y 788 muertes por coronavirus desde el comienzo de la pandemia. A día de hoy, las islas acumulan 927 fallecimientos.

Incidencia en los decesos.

La gráfica de decesos del pasado año y de lo que va de este 2021 certifican que las curvas de incidencia de la mortalidad por Covid-19 no saben de estaciones ni de meses. Las cifras mortales del virus este verano no son las de la anterior.

Posibles causas.

Para entender la diferencia entre las cifras se debe recortar que, a finales de junio de 2020, finalizaba la primera fase del estado de alarma, sujeta a normas más estrictas de control de la movilidad después de semanas de desescalada una vez terminado el confinamiento. Por tanto, entonces existía poca interacción social, lo que se tradujo en una incidencia de contagios más baja. A medida que se retomaron las reuniones y actos sociales a lo largo de julio de 2020, se iniciaron los brotes de coronavirus con un incremento de casos en agosto. Así, el 1 de julio de 2020, Canarias acumulaba 2.437 casos totales de coronavirus desde el comienzo de la pandemia, mientras que, el 31 de agosto de 2020, los casos totales ascendían a 7.106 en el conjunto del Archipiélago. En cuanto a este 2021, Canarias se liberó de las órdenes del toque de queda y el cierre perimetral debido al fin del estado de alarma decretado por el Gobierno central. Luego, el 26 de junio, concluyó el uso obligatorio de las mascarillas al aire libre si se garantizaba la distancia interpersonal.

El papel del estado de alarma.

Aunque la flexibilización de las medidas más férreas de la pandemia, una vez concluido el estado de alarma, desembocó en nuevas oleadas de contagios, este verano ha resultado especialmente duro para Canarias por la nocividad de la variante Delta. El pasado 1 de julio, el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo, informaba de que esta cepa se había triplicado en Tenerife y Gran Canaria en solo una semana. A comienzos de agosto, esta mutación, 1.000 veces más infectiva que la cepa original, se convertía en la predominante en Canarias, con un 80,5% de los casos, por encima de la media española, del 77%. Además, esta variante es la única que permite a los vacunados contagiar el virus.

Distinción por sexos.

En términos de mortalidad, las estadísticas demuestran que el porcentaje de fallecimientos es levemente superior entre los hombres con respecto a las mujeres. Esta proclividad se reproduce también en Canarias, donde, según los datos emitidos por Sanidad a mediados de este año, más de la mitad de los fallecimientos a causa del coronavirus se corresponden con varones (el 59%).