La saturación de las unidades de críticos en Canarias está superando cualquier posible previsión anticipada. A pesar de que los contagios tienen cuadros mucho más leves gracias a la vacunación masiva, la saturación de las UCI en Canarias ya es la segunda peor de toda la pandemia y está a tan solo 15 pacientes de diferencia de alcanzar el pico máximo que se manifestó durante el confinamiento (105 pacientes). Y es que, el número de casos en Canarias –que ayer siguió marcando número récord al alcanzar los 14.667 activos– es tan exacerbado que la probabilidades de llenar las UCI han aumentado y sus consecuencias ya se están notando.

Esto último es visible en los datos de las dos islas capitalinas. Tenerife, con 8.489 casos activos tiene al 4,3% de su población contagiada hospitalizada, mientras que en Gran Canaria, el porcentaje de hospitalizados es del 3,3% frente a sus casos activos, porque se sitúan en 5.109. Estos porcentajes son algo menores que los registrado en otras olas, en las que ha llegado a ser de más del 6%. De los ingresados, la proporción de personas que acaba en la UCI, sin embargo, es similar a la que se ha visto en otras fases de la pandemia. El 14% de los hospitalizados aún acaba en UCI.

La saturación es tal que en el día de ayer en toda Canarias había 90 personas hospitalizadas en estado crítico. Estos pacientes, unidos a las 479 que se encuentran en un nivel de hospitalización menos grave, constituyen el número más alto de pacientes Covid-19 que Canarias ha registrado en un mismo momento durante toda la pandemia. Cabe recordar que, previamente a esta ola, el número máximo de pacientes que han tenido que ingresar los hospitales del Servicio Canario de la Salud (SCS) era de 488 el 29 de marzo de 2020, en pleno confinamiento y sin medidas correctoras. Hoy, con esta quinta ola que asola Canarias, ya son 569 los pacientes hospitalizados.

Sin embargo, y como ha ocurrido en otros momentos de la pandemia, el reparto de pacientes no está siendo equitativo entre las islas. Tenerife se atiende al 65% de todos los pacientes que se encuentran hospitalizados en Canarias (373) y el 58% si tan solo se tienen en cuenta lo que permanecen hospitalizados en UCI (53). La presión asistencial en esta isla es la más alta que ha tenido durante toda la pandemia, siendo la saturación especialmente relevante en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria.

Gran Canaria, por su parte, cuenta con 173 pacientes hospitalizados, de los que 31 se encuentra en estado crítico. Ninguno de los hospitales de esta isla capitalina ha superado los datos de presión asistencial de olas pasadas. No obstante, en el día de ayer, el Hospital Insular Materno- Infantil se vio obligado a cerrar una planta más –aparte de las 3 destinadas a hospitalizar pacientes Covid-19– para frenar un brote intrahospitalario sucedido en la planta 7 sur de oncohematología.

Pese a que los hospitales ya están empezando a sufrir la saturación originada por los pacientes con un diagnóstico más grave, el número tan alto de casos que requiere un diagnóstico, seguimiento y rastreo de sus contactos estrechos, ha provocado que la Atención Primaria cuente con unos niveles de presión nunca antes visto. Esta situación ha obligado a imponer, por segunda vez durante la pandemia –la primera vez fue durante el confinamiento– la activación de los planes de contingencia para Gran Canaria y Tenerife en los centros de salud. Esto supone que se han visto obligados a cancelar todas las pruebas diagnósticas –incluidas aquellas de carácter preventivo–, se empezará a priorizar la consulta telefónica, se han prorrogado los planes de tratamiento, se está limitando el tránsito de personas por el centro y se han reducido los aforos.