Las personas vacunadas contra la Covid-19 serán quienes ocupen el 20% del aforo interior permitido en los bares y restaurantes en nivel 3. Estos locales deberán velar porque uno de cada cinco clientes presente un certificado vacunal contra la Covid-19 para poder comer, beber o permanecer en las zonas interiores. Esta es una de las medidas acordadas entre el Gobierno autonómico y el sector de la restauración en una reunión celebrada ayer para atajar los casos de coronavirus que no dejan de crecer en la isla y ya empiezan a diseminarse entre la población mayor de 65 años.

El sector también ha propuesto extremar las medidas sanitarias, sancionando a los locales que no cumplan con el seguimiento de casos en interiores a través de la recogida y posterior entrega de sus datos a Salud Pública, así como ampliar el aforo de terrazas hasta el 75%, tal y como se recoge en las medidas del nivel 2 de riesgo. Estas propuestas fueron escuchadas y consensuadas junto al presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, quien se reunió con varios representantes del sector durante el día de ayer en una reunión «larga» en la que se mostraron «posturas distintas», pero a la que finalmente, se llegó a un acuerdo. «Han hecho un acto responsable», señaló el presidente del Gobierno autonómico, quien recordó que estos acuerdos se llevarán hoy a Consejo de Gobierno donde deben ser ratificados. «Es este el órgano que tiene potestad decisoria», señaló el presidente, quien indicó que todas las medidas hasta el momento se han tomado con unanimidad. Si se aprobara este jueves, el viernes se publicaría en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), entrando en vigor probablemente antes del fin de semana.

Después de que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) haya tumbado con carácter cautelarísimo, todas las medidas de nivel 3 de riesgo que afectan a la hostelería, el Gobierno de Canarias se reunió en el día de ayer de nuevo –la primera reunión se paralizó por el fallo del TJSC– para escuchar las propuestas del sector ante el crecimiento de contagios. Y es que el juez consideró que estas medidas no están «apoyada en motivaciones convincentes» y señaló que «no existen evidencias de que la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia esté siendo causada por la actividad económica desarrollada en restauración y hostelería». Asimismo, incidió en que no se ha demostrado que sea la actividad del sector la causa «de la problemática de contagio en la isla de Tenerife», ni mucho menos que sea suspender la actividad en interiores y limitar el aforo de terrazas al 50%, «la solución a una situación que no es dramática para la presión asistencial».

El Tribunal, asimismo, dio tres días de plazo al Gobierno de Canarias para que presente las alegaciones que estime oportunas. Un periodo de tiempo que acabaría mañana jueves. En este sentido, la Consejería de Sanidad adelantó que va a presentar las alegaciones en los próximos días, porque el informe se ha basado solo en «un informe epidemiológico de cambio de nivel», y según señaló el consejero, Blas Trujillo, «no entra a valorar el por qué de que se tomen este tipo de medidas». Cabe recordar que existen al menos una veintena de estudios científicos alrededor del globo que avalan las restricciones en estos locales y otros interiores. En todos ellos se evidencia que «las intervenciones relacionadas con la disminución de contactos sociales en el interior de negocios tienen capacidad para disminuir la velocidad de transmisión» y se llega a afirmar que «las actividades realizadas en el sector de la hostelería son totalmente incompatibles con el uso continuado de la mascarilla».

Como consecuencia del auto judicial, el sector de la hostelería quedó regulado desde el pasado martes con la normativa de nivel 2 de riesgo. De ahí que la mayoría de las propuestas realizadas por el sector en el día de ayer también se realizaran en el mismo sentido. El sector propuso abrir el interior de los bares y restaurantes y a un 50% del aforo máximo, como en nivel 2. No obstante, en la Mesa Técnica celebrada en el día de ayer, también se acordó que parte de los comensales fueran vacunados. Concretamente deberán ser los que copen el 10% del aforo, mientras que el otro 40% podrá ser de acceso libre como hasta el momento. En interiores, además, las mesas serán de 4 personas, siguiendo las normas también impuestas en nivel 2, pero se podrán ampliar hasta 6 si todos están vacunados o si son una unidad familiar. En lo que se refiere a las terrazas exteriores, el aforo permanecerá al 75% –al igual que en nivel 2–, sin embargo, juntando además mesas de 6 personas, a pesar de que los grupos máximos de nivel 3 sean de 4.

Otra de las propuestas de la hostelería ha sido la de extremar las medidas sanitarias de los establecimientos y que se sancione a aquellos locales que no identifiquen a sus comensales en los interiores. Esta medida es esencial para que la Dirección de Salud Pública pueda hacer rastreos más eficaces y así atajar la circulación del virus. Por último, se acordó mejorar la vigilancia de las fuerzas y cuerpos de seguridad. «Es necesario que hagan un trabajo exhaustivo porque la voluntad de todos es doblegar la curva», insistió Torres.

El presidente admitió que son menos las herramientas con las que cuentan ahora para doblegar la curva de contagios, por lo que insistió en que «va a ser más difícil» conseguirlo. «Nos estamos jugando que los países emisores de turistas dejen de tener a Canarias en la lista verde, esto es una labor de todos», afirmó Torres, quien aseveró que es el conjunto de todas las medidas que se puedan poner en marcha las que consiguen doblegar la curva.