La Consejería de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, comparte y apoya el lema elegido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la celebración del Día Mundial Sin Tabaco este 31 de mayo, Comprometerse a dejar el tabaco, y en este marco el Programa de Ayuda al Fumador de Canarias (PAFCAN) del Servicio Canario de Salud (SCS) ha registrado 6.900 tratamiento en el primer trimestre de 2021.

Actualmente trabajan en dicho programa 1.500 profesionales del SCS y señalan que la proporción de pacientes que han terminado el tratamiento y que consigue mantenerse sin fumar al menos seis meses es de un 41 por ciento.

Este programa se enmarca dentro del objetivo de Canarias de tener acciones que educan a la población en hábitos saludables, previenen el consumo de tabaco entre jóvenes e informan de los graves daños que produce su consumo en cualquiera de sus formas y ayudan a abandonarlo, según ha informado el Ejecutivo regional en nota de prensa.

Toda vez que el consumo de tabaco es la principal causa de muerte en la sociedad actual. En el archipiélago, según la Encuesta de Salud de Canarias (2016), fuma el 26,2 por ciento de la población mayor de 16 años (28,7% de los varones y 23,7% de las mujeres), lo que en cifras absolutas se traduce en 252.000 fumadores y 214.000 fumadoras (466.000 en total).

Al respecto, se expone que la nicotina que contiene el tabaco "es sumamente adictiva" y el consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como de más de 20 tipos o subtipos diferentes de cáncer y otras enfermedades debilitantes. En concreto, anualmente se registran más de 8 millones de muertes relacionadas con el consumo de tabaco.

Asimismo, se expone que el consumo de tabaco "es perjudicial en cualquiera de sus formas", tales como son cigarrillos convencionales, pipas, puros y puritos, cigarrillos electrónicos, pipas de agua y también los nuevos dispositivos de tabaco sin combustión.

Tabaco y Covid

Por otro lado, se expone que la pandemia del coronavirus, SARS-CoV-2, permitido definir nuevos objetivos tras el análisis de los datos y realidades sobre el consumo de tabaco en situaciones "tan difíciles" como la que se ha producido. En este sentido, se ha reflejado que "no hay ninguna duda" de que el tabaquismo es un factor de riesgo para tener formas "más graves" de la enfermedad, tener más probabilidades de necesitar un ingreso en una Unidad de cuidados Intensivo (UCI) y, una vez ingresado en UCI, tener más riesgo de morir.

Además, se añade que en exfumadores estos riesgos "son menores" que en los fumadores actuales pero "muy superiores" a la de la población no fumadora de sus mismas características.

Por ello, se sigue apostando también por campañas institucionales para proporcionar información "veraz sobre los riesgos del consumo y sobre las posibilidades de dejarlo", a las que se han sumado otro tipo de acciones con motivo de la pandemia.

Entre los beneficios de abandonar el tabaco, señalan que se centran en que se gana salud, tiempo, dinero, protección de la familia y de las personas cercanas con la consecución de espacios libres de humo, así como protección del medio ambiente.