Una materia que nadie aprueba desde 2019 enfrenta a profesores, alumnos y Rectorado

La ULL asesora a los estudiantes que impugnaron el último examen, donde hubo altercados

El edificio central de la Universidad de La Laguna.

El edificio central de la Universidad de La Laguna. / E. D.

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

El Rectorado de la Universidad de La Laguna (ULL) avala la solicitud de impugnación que han presentado los alumnos de Ingeniería de las Reacciones Químicas del grado de Ingeniería Química Industrial, una materia que no aprueba ningún alumno desde julio de 2019. Esta ha sido la última medida puesta en marcha por los estudiantes que han denunciado esta “injusta situación” ante el equipo de gobierno de la institución que, a su vez, sigue de cerca este problema desde hace tiempo tratando de dar con una solución que parece que se niega a llegar.

El vicerrector de Innovación Docente y Calidad de la ULL, Néstor Torres, recuerda que “cuando este equipo llegó al Rectorado ya había promociones que se habían encontrado con esta situación”. Así, el conflicto radica en una asignatura que se imparte en el tercer curso del grado de Ingeniería Química Industrial, en la que “el número de aprobados es insignificante”, destaca Torres quien tilda esta situación de “anómala, absolutamente irregular y excepcional” en la ULL y que “nos preocupa muchísimo”. Por eso, reconoce que el Rectorado se encuentra trabajando para darle solución desde la llegada del nuevo equipo de gobierno, en 2019.

El Rectorado explica que “estamos asesorando y acompañando” a los alumnos afectados. Sin ir más lejos, en las últimas semanas han informado a los estudiantes de cómo se debe llevar a cabo la impugnación de las actas de la última convocatoria de exámenes a través del Servicio de Información y Orientación al Alumnado y los asesores jurídicos. Néstor Torres reconoce que, “cuando se produce una situación como esta, hemos fracasado como profesores; no lo estamos haciendo bien” y concluye que “estamos comprometidos con la solución de esta situación”.

Para tratar de solventar este problema, el Vicerrectorado de Innovación Docente y Calidad se ha reunido en diversas ocasiones con el alumnado afectado –que ha mostrado “un estupendo talante y ha sido muy receptivo”–, con la dirección del departamento y del centro, con el Servicio de Inspección y de Asesoramiento Jurídico y con el Vicerrectorado de Estudiantes, “volcados en la búsqueda de una solución”. “No es aceptable que un alumnado caracterizado por su dedicación y trabajo y que obtiene buenos resultados en toda la carrera, suspendan todos en la misma asignatura. Evidentemente el problema no está en el alumnado”, relata el vicerrector quien afirma que la gestión de la solución de este problema debe pasar por dos actores: el departamento y el centro, a través de su Comisión de Calidad.

El departamento “es el responsable de la gestión de la docencia y de la asignación del profesorado”, explica Torres, quien añade que “el departamento es sensible a esta situación y, por la vía del consenso, ha buscado una forma de reconducir la situación”. En este sentido, explica que este curso se ha modificado la guía docente para tratar de ayudar al alumnado a que supere la asignatura. En segundo lugar, el centro también se ha movilizado para solicitar que el departamento haga los cambios necesarios. Todo ello con la supervisión del Vicerrectorado de Innovación Docente y Calidad que ha monitorizado el problema y “animamos a que se ponga remedio”.

Después de toda esta labor realizada a lo largo de los últimos meses, hace pocas semanas se celebró una convocatoria extraordinaria de exámenes de esta asignatura durante la que tuvieron lugar una serie de incidentes que se saldaron con la decisión de los profesores de interponer una denuncia contra el alumnado que a su vez ha hecho una recusación al profesorado porque “no se dan las condiciones para que la docencia se pueda impartir con garantías”.

Néstor Torres lamenta que ese último examen se produjera “en un clima de tensión” y una vez más volvieran todos a suspender. Todo ello provocó que los estudiantes interpusieran una impugnación a las actas que está siendo procesada por el centro “con la máxima diligencia y con una extremada sensibilidad hacia la situación que vive el alumnado”. Con todo, el vicerrector de Innovación Docente afirma que el centro “está comprometido para que esta situación quede resuelta y no se repita el próximo curso”.

Torres explica que han tratado de afrontar esta situación respetando la legalidad ya que “los profesores tienen sus derechos por lo que nos estamos moviendo con los recursos que tenemos a nuestra disposición” y “lamentablemente se ha demorado más de lo deseable porque hemos hecho hasta donde hemos podido”.

Apoyo estudiantil

Esta misma semana el grupo claustral Libertad Estudiantil (LE) denunció esta “situación de vulnerabilidad” en la que se encuentra la mayoría del alumnado de la asignatura de Ingeniería de las Reacciones Químicas puesto que, tal y como manifestaron los estudiantes, “desde hace cinco convocatorias, ningún alumno supera la asignatura por el contenido del examen, que no corresponde con lo exigido en las clases”.

El colectivo denunció que esta situación ha generado un ambiente “insostenible en las aulas” hasta el punto de que este asunto ha llegado a los juzgados a través de una denuncia interpuesta a algunos estudiantes por parte del profesorado que imparte la asignatura. Por todo ello, el grupo claustral quiso mostrar su “solidaridad” con los estudiantes del grado y ha denunciado la situación en la que se encuentran los alumnos desde hace mucho tiempo. Asimismo, mostraron “su confianza en que esta situación se solucione lo antes posible con la colaboración del equipo rectoral de la ULL y el servicio de inspección”.

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