Las crecientes e intensas protestas de nativos de Hawái han impedido que las obras de construcción del Telescopio de Treinta Metros (TMT, por sus siglas en inglés) sufran un retraso de ocho días con respecto a la fecha que se había anunciado para el inicio de los trabajos en la montaña de Mauna Kea, lo que ha abierto un resquicio, por pequeño que sea, para que el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma, recupere sus opciones de acoger esta infraestructura científica.

La declaración del estado de emergencia y la dimisión del responsable máximo de la universidad de la isla del Pacífico central no han hecho más que provocar un incremento de las protestas, hasta el punto de que unos 2.000 manifestantes se concentran a día de hoy al pie del volcán inactivo.

Las dudas, al menos la incógnita, sobre la conveniencia de seguir apostando por Manua Kea es ahora una realidad en el consorcio responsable del telescopio. Así lo reconocen a EL DÍA, al menos, fuentes del propio proyecto TMT en España consultadas ayer. En una escueta, pero esperanzadora respuesta para los intereses canarios, indican que, "si bien nuestros esfuerzos actualmente se centran en la construcción del TMT en Hawái, la ubicación de La Palma aún se considera en caso de que no sea posible reiniciar la construcción en Mauna Kea".

El campamento donde se encuentra los opositores, que cada vez ocupa mayor espacio para dar cabida a los nativos que se van uniendo, recibió ayer una visita inesperada, pero que marca un antes y un después en el conflicto. El vicegobernador Josh Green, el funcionario público de mayor rango en Hawái en llegar a la base de Mauna Kea, mantuvo un encuentro con los líderes de los protestantes, afirmando posteriormente que "nunca en la historia de Hawái se ha construido nada en contra de nuestra gente".

Josh Green, médico de profesión y que llevó medicamentos para atender las necesidades de los manifestantes, agradeció "el recibimiento" de los nativos y aclaró que "he venido para escuchar". Además, se mostró contrario a la presencia de unos 80 agentes de la Guardia Nacional, ya que "no es necesario que estén aquí; esto es una concentración pacífica de gente hawaiana". Llegó incluso a pedir disculpas "si en algún momento" desde el Estado "se les ha hecho algo".

Green, que con su alegato dejaba al descubierto su apoyo a al menos analizar de nuevo la defensa de Manua Kea como montaña sagrada, advirtió de que "estamos en un momento de reflexión". Y es que "lo más importante es respetar a nuestra gente". El volcán Mauna Kea está inactivo, pero su relevancia cultural e histórica para muchos hawaianos resulta indiscutible.

Las fuertes protestas desde el pasado fin de semana convencieron al presidente de la Universidad de Hawái, David Lassner, de la necesidad de dejar su cargo como jefe del sistema universitario tras recibir críticas de profesores, personal auxiliar y estudiantes después de los arrestos de docenas de opositores al telescopio que tuvieron lugar. Según señaló tras difundir su renuncia, ha vivido alguno de los días "más difíciles" de su presidencia, "comenzando con los desgarradores arrestos en la montaña".

También se han producido concentraciones de apoyo a los nativos en la ciudad de Las Vegas, mientras que unos 600 astrónomos de todo el mundo han firmado una carta en contra de la criminalización de los manifestantes. "Hacemos un llamado a la comunidad astronómica -indican- para que reconozca el contexto histórico más amplio de este conflicto y denuncie la criminalización de los protectores en Mauna Kea. Instamos a la colaboración de TMT y al Gobierno de Hawái a que desistan de seguir arrestando o acusando a los protectores, y retiren al personal militar y policial de la cumbre". La comunidad científica sabe que la construcción del TMT no puede retrasarse, por lo que La Palma vuelve a recuperar la ilusión.

El IAC prefiere el silencio y la máxima cautela

La leve, quizás diminuta, posibilidad que se le abre a La Palma para que, finalmente, albergue el gran telescopio por las crecientes protestas en Hawái, que han desbordado incluso las previsiones, no han sido acogidas en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) con ningún tipo de confianza o euforia. Al contrario, su director, Rafael Rebolo, prefirió ayer no pronunciarse ante EL DÍA sobre si caben aún opciones, manteniendo un cauteloso silencio a la espera de cómo evolucionan los acontecimientos en la isla del Pacífico.

Una candidatura de consenso y entusiasta

La posibilidad de que La Palma acogiera el TMT concitó, casi desde el principio, un gran consenso no solo en las Islas, sino en gran parte de las instituciones españolas implicadas. El paso de los cortes a las distintas candidaturas fue acrecentando el optimismo y que cada vez se volcara más gente, sobre todo por el revulsivo en muchos ámbitos que ha supuesto el observatorio de Roque de los Muchachos. La elección de Hawái en octubre de 2018 supuso una gran decepción, pero aún podría ser reversible.