Fiestas de Mayo | Primera romería infantil de Santa Cruz

El 'Quédate' de Quevedo gana al 'Virgen de Candelaria' en la primera romería escolar

Más de seiscientos niños de dieciséis colegios de Santa Cruz secundaron el desfile infantil de las Fiestas de Mayo

Humberto Gonar

Humberto Gonar

La capital tinerfeña incorporó este viernes 23 su primera romería escolar al programa de las Fiestas de Mayo gracias a la iniciativa emprendida por la Concejalía de Educación de Santa Cruz de Tenerife que dirige Charín González. Más de seiscientos niños llegados de diecisiete colegios de los cinco distritos secundaron la convocatoria que arrancó a las diez de la mañana desde la plaza de Weyler y que en tiempo récord, apenas media hora, llegó a La Candelaria.

Más que una romería escolar fue una jinkana que tuvo dos caras. El recorrido en sí habría obtenido una calificación de un Necesita Mejorar, con un festival protagonizado por la mitad de los dieciséis colegio que lograría un Progresa adecuadamente. La convocatoria pionera en la capital, gracias a la concejala de Educación, deja una tarea de cara a la próxima edición, cuando se volverá a celebrar al quedar instituida la cita el tercer jueves del mes de mayo.

Fue una romería sin el acento de grupos folclóricos; no de colegios, que ya sería de nota, sino invitados por la organización... Entre los más de seiscientos participantes, solo una profesora con una guitarra, que animaba a los alumnos del CEIP Las Retamas, entregados cantando isas engarzadas, desde Palmero sube a La Palma al Zurrón del gofio... Fue un desfile con una guitarra y cuatro chácaras y algún tambor. De resto, por momentos, más que una romería parecía una manifestación de escolares coreando el nombre de sus centros académicos, sin entrar en la vestimenta. Claro que los niños hacen lo que ven a sus mayores, y algún profesor se limitó a incorporar un fajín a sus pantalones vaqueros rotos a la moda, de ahí que poco o nada se pueda reprochar a cuantos acudieron en traje típico y de calzado, tenis, la tónica habitual en los escolares.

La primera romería escolar, o desfile infantil, lo abrió la propia concejala de Educación y promotora de la iniciativa, Charín González. Con traje típico impoluto, cogió de la mano a la maga de las Fiestas de Mayo y a su segunda dama y puso rumbo al corazón de Santa Cruz, como si no hubiera un mañana y con la ilusión de la noche de Reyes; bien pareciera que estuviera flanqueada por los mismísimos Sabandeños porque no paraba de cantar temas populares.

Detrás, El Draguillo y García Escámez, que repartieron huevos y papas arrugadas, para seguir los alumnos delGeorgia Martín Hernández, de Vistabella; La Gesta del 25 de Julio, del barrio de La Salud; La Rosa, La Salud, Las Delicias, Las Retamas, Los Dragos,Los Menceyes, Los Verodes, Rambla de Santa Cruz, Salamanca,San Andrés, Santa Cruz de California u Villa Ascensión. Cada uno con su cartel identificativo.

Los pequeños del García Escámez no paraban de ofrecer a cuantos vecinos y visitantes se encontraban por el camino huevos o papas arrugadas; hasta alguna dependienta de los comercios de la calle del Castillo aprovechó el tentempié de media mañana.

No hubo carretas, pero sí varios carritos de supermercados, recubiertos por traperas que escondían un altavoz de los que algunos colegios se valieron para animar el recorrido con canciones canarias. Entre los impecables, Miguel Pérez y Samuel Suárez, corresponsables del Distrito de Anaga que secundaron la convocatoria de la Concejalía de Educación. También llamó la atención la colorida participación de niños de Los Dragos con las varas propias de la romería de San Roque, en Garachico. Treinta minutos bastaron para cruzar de arriba a abajo la ciudad.

Ya en la plaza de la Candelaria comenzó la segunda parte, a cargo de Komba Producciones, el mismo colectivo que amenizó la llegada de los Reyes Magos el pasado día 5 de enero en el estadio o la gala infantil de las Fiestas de Mago. Y repitieron el formato de la mano de Carolina y Tonino, los presentadores que buscaban interactuar con los niños; Tonino, un maestro de ceremonia vestido de traje típico, con peluca y nariz de payaso.

Comenzaron con el juego Adivina lo que es para enseñar a los niños que un timple no es una guitarrita, o unas chácaras nada tienen que ver con unas castañuelas, o que un laúd o una bandurria no son una guitarra eléctrica. De nota fue cuando algunos niños reconocieron una sandunga.

En la búsqueda de canciones populares, los niños demostraron que conocen más el Quédate de Quevedo –que entonóTonino y puso a toda la plaza de La Candelaria en pie– que alguna estrofa de isas como Esta noche no alumbra la farola del mar o Palmero sube a La Palma... Y llegaron Pan Seco y Panceta, dos personajes caracterizados como cochinos para interpretar canciones canarias. Junto al Quédate de Quevedo, el otro tema popular para los niños fue la adaptación canaria de Una taza, una tetera, una cuchara y un cucharón.

Lo mejor estaba por llegar: los ocho colegios que interpretaron una Berlina de El Hierro, como los de García Escámez; La Danza del Trigo, de Gesta 25 de Julio; El Sorondongo de Fuerteventura, de La Rosa; Tanganillo, Santo Domingo y Tajaraste, de Las Delicias; Seguidillas de Gran Canaria, de Los Menceyes; El Baile del Vivo, de San Andrés; La Polka, de Santa Cruz de California, o la Isa Canaria, de Villa Ascensión. Oro molido en una primera experiencia que deja tarea para la próxima edición.