Santa Cruz transformará 61 calles del centro para los patinetes y las bicicletas

La implantación de la red ciclable, con carriles bici segregados en 9 vías y 52 ‘ciclocalles’, supondrá la adaptación de 25 semáforos y la eliminación de unos 150 aparcamientos

Ejemplo de carril bici segregado, situado en la calzada y separado de los carriles para el resto de vehículos.

Ejemplo de carril bici segregado, situado en la calzada y separado de los carriles para el resto de vehículos. / E. D.

Santa Cruz de Tenerife adaptará 61 calles del centro para incorporar los patinetes y las bicicletas al tráfico de la ciudad. La primera red ciclable de la capital, que se implantará en el centro y que transformará la movilidad en esta zona del municipio, contará con carriles bici «segregados» en 9 vías, que se habilitarán en la calzada, junto a los de los coches, y con un total de 52 ciclocalles. En éstas últimas, en las que los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) convivirán con el tráfico motorizado en los mismos carriles, el límite de velocidad se establece en 30 kilómetros por hora, y tendrán preferencia las bicicletas y los patinetes.

Para implantar en la zona centro de Santa Cruz la nueva red ciclable, y según se indica en el proyecto, al que ha tenido acceso El DÍA, se modificarán seis pasos de peatones; se adaptarán un total de 25 semáforos e intersecciones; se retirará espacio al vehículo a motor, y se eliminarán unas 150 plazas de aparcamiento existentes, aunque se crearán 16 nuevas.

En concreto, con respecto a esto último, para poder habilitar en la calzada carriles exclusivos para los patinetes y las bicicletas, junto a los del resto de vehículos, se retirarán 109 estacionamientos para coches (74 en línea y 35 en oblicuo), 49 para motos, 12 reservados para servicios oficiales, seis reservados para comercios, cuatro PMR (plazas para personas con movilidad reducida), un reservado para el Ayuntamiento, tres cargas y descarga, nueve plazas para taxis, cuatro vados, 39 plazas para contenedores, tres plazas de VMP y una parada de guaguas.

En total, y según ya adelantó este periódico, esta red de movilidad personal tendrá una longitud de 18,7 kilómetros, de los que 16 corresponde a ciclocalles y el resto, a carriles bici segregados. Asimismo, estos carriles se complementan con 550 metros de aceras-bici, con prioridad de paso peatonal, «para conectar los carriles propuestos con el carril existente». El proyecto también incluye la instalación de dos espacios para aparcar patinetes, con recarga eléctrica, y hasta 26 para bicicletas.

La previsión del Consistorio es que la ejecución de los trabajos se licite y se inicie antes de finalizar el año. El nuevo modelo de movilidad en el centro de la ciudad tendrá que estar listo en un plazo de seis meses, una vez que comience su implantación. Los trabajos supondrán una inversión de 1,7 millones, financiados con fondos europeos. Los objetivos generales que se persiguen, según ha indicado el alcalde, José Manuel Bermúdez (CC), son «mejorar las condiciones de movilidad, reducir las emisiones contaminantes, mejorar la seguridad de los ciudadanos, y mejorar la calidad ambiental y paisajística de la red viaria».

Por su parte, el concejal de Planificación Estratégica, Carlos Tarife (PP), destaca que, en paralelo a este proyecto, se está redactando el Estudio técnico para el diseño de una red ciclista en todo el municipio. Según indica Tarife, este primer paso de la red de movilidad personal en el centro de la ciudad, además de «ayudar a la consolidación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE)», también servirá como ejemplo y modelo para el futuro desarrollo de la red ciclista en el resto de la capital.

Límites de la red ciclable en la zona centro

Este proyecto se desarrolla en el centro de Santa Cruz, en un perímetro limitado por la Rambla, avenida de Anaga y Tres de Mayo, y formado por los barrios de la zona centro y de El Toscal.

Carriles bici segregados

En nueve calles del centro de la capital se habilitarán, en la calzada, carriles bici segregados, es decir, de uso exclusivo para los patinetes y bicicletas, pero situados junto a los carriles para el resto de vehículos. Los carriles bici estarán separados a través de elementos colocados en la calzada, como pilonas. Las vías en las que se colocarán son: Méndez Núñez, El Pilar, Villalba Hervás, Bravo Murillo, San Sebastián, José Manuel Guimerá, Glorieta Tres de Mayo-El Cabo, avenida Víctor Zurita Soler y Prolongación Ramón y Cajal.

Ciclocalles

Se convertirán en ciclocalles un total de 52 vías, en las que los patinetes y las bicicletas convivirán con el resto de vehículos en el mismo carril. Eso sí, la velocidad máxima quedará limitada a 30 kilómetros por hora y tendrán preferencia los VMP. Las vías afectadas son: Méndez Núñez, San Isidro, La Rosa, Arquitecto Marrero Regalado, San Francisco, Emilio Calzadilla, callejón Bouza, avenida Marítima, La Marina, plaza del Cabildo, Suárez Guerra, San Vicente Ferrer, Santa Rosalía, Santiago, San Clemente, Numancia, Callao de Lima, Juan Pablo II, Imeldo Serís, avenida Ángel Guimerá, Juan de Padrón, San Francisco de Paula, Valentín Sanz, Prolongación Ramón y Cajal, Fuente Morales, Afilarmónica Ni Fú Ni Fá, puente Serrador, Leoncio Rodríguez, Quevedo, Garcilaso de la Vega, Lepanto, Góngora y Orellana. También serán ciclocalles la avenida del Carmen, Juan Sebastián Elcano, Eduardo Zamacois, Gilberto Cayol López, Unamuno, avenida Madrid, Luis de la Cruz, puente Nácere Hayek, Salamanca, Islas Canarias, Rambla de Pulido, Comodoro Rolin, Zurbarán, Obispo Pérez Cáceres, calle del Olvido, Domingo Pérez Minik, Horacio Nelson, Enrique Wolfson y avenida Veinticinco de Julio.

Ejemplo de ciclocalle, en la que se señaliza el uso del carril también por bicicletas y patinetes, y el límite de velocidad.

Ejemplo de ciclocalle, en la que se señaliza el uso del carril también por bicicletas y patinetes, y el límite de velocidad. / E. D.

Obras

Los trabajos previstos en el proyecto consisten, fundamentalmente, en la modificación de la señalización horizontal de las vías afectadas. También se incluyen algunas obras puntuales, asociadas a la implantación de los carriles segregados, como acondicionamiento de vías; transformación de aceras y paseos de peatones; relocalización de servicios, como paradas de taxi o contenedores de residuos urbanos; reprogramación de semáforos y adecuación de espacios compartidos. Con respecto a las ciclocalles, «éstas no requieren de mayor intervención que la incorporación de señalización horizontal específica a lo largo de todo el recorrido, además de, si fuese necesario, alguna adecuación puntual en los cruces de regulación semafórica». 

Aparcamientos

La implantación de carriles segregados supondrá la eliminación de aparcamientos en algunas calles. En Méndez Núñez, donde también se tendrá que retirar una terraza situada en calzada, se verán afectadas 50 plazas (20 de coches y 30 de motos); en El Pilar, 9; en Villalba Herbás, 31 (12 de coches y 19 de motos); en Prolongación Ramón y Cajal, 14; en Manuel Guimerá, 7; en Bravo Murillo, 31; en Víctor Zurita Soler, 1; y en la avenida San Sebastián, 6.