El Puerto de Santa Cruz cierra y prohíbe el acceso a la playa del Parque Marítimo

La Autoridad Portuaria, con la colaboración de la Policía, retira 9 de las 14 casetas ubicadas en esta zona del litoral, aquellas que se encontraban vacías

El organismo solicita una orden judicial para poder desalojar a las personas que siguen durmiendo en el citado espacio

Ya no se podrá acceder a la playa del Parque Marítimo. La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha iniciado el vallado y cierre de los accesos a esta parte del litoral, utilizada por algunos ciudadanos para disfrutar del mar, aunque se desaconseja el baño, y en la que se ubicaban un total de 14 casetas ocupadas por personas sin hogar. Este viernes fueron retiradas nueve.

Asimismo, el citado organismo ha colocado varios carteles prohibiendo el paso y anuncia que se instalarán cámaras de vigilancia. Los trabajos de colocación de las vallas han comenzado este viernes, 12 de abril, después de que Puertos de Tenerife, con la colaboración de la Policía Portuaria, la Policía Local, La Policía Nacional y la UMA (Unidad Móvil de Acercamiento), retirara 9 de las 14 casetas, en concreto, las que se encontraban vacías.

El Puerto cierra el acceso a la playa del Marítimo.

El Puerto cierra el acceso a la playa del Marítimo. / Andrés Gutiérrez

Y es que este viernes, y mientras uno de los ciudadanos acampados en la zona tocaba una guitarra eléctrica, intentando evadirse de lo que estaba ocurriendo, según sus propias palabras, la Autoridad Portuaria procedió al desalojo de la misma, tras haber notificado a los ocupantes de las casetas hasta en tres ocasiones, en semanas anteriores, que debían abandonar la playa. Sin embargo, finalmente, cinco de las tiendas de campaña permanecen aún en este espacio, ya que, y según explicaron fuentes del citado organismo, las personas que duermen en ellas alegaron que se trata de sus "viviendas" y que no tienen a donde ir. Por lo tanto, Puertos de Tenerife ha solicitado una orden judicial para poder retirar la totalidad de las casetas, "orden que seguramente tendremos ya la próxima semana". Por su parte, desde la UMA del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS) del Ayuntamiento se ha ofrecido la alternativa del Centro Municipal de Acogida, conocido como albergue.

Uno de los ocupantes de las casetas colocadas en la playa del Marítimo toca la guitarra mientras se procede a la retirada de las mismas.

Uno de los ocupantes de las casetas colocadas en la playa del Marítimo toca la guitarra mientras se procede a la retirada de las mismas. / Andrés Gutiérrez

Desde primera hora de la mañana, y conociendo que el desalojo estaba programado para este día, varios ocupantes de las casetas decidieron marcharse de manera voluntaria antes de que llegara la Policía, metiendo en bolsas todo aquellos que pudieron, pero dejando allí las tiendas de campaña. Otros, unos cuatro ciudadanos, se negaron a marcharse, alegando que no tenían otro sitio al que ir. Es el caso, por ejemplo, de Miguel Herrera, quien señala que lleva viviendo en la playa del Parque Marítimo desde hace más de cuatro años. Herrera explica que se quedó sin trabajo y tuvo que dejar el piso de alquiler en el que residía. "Intenté dormir en el albergue, pero aquello es horrible. Hay muchos bichos, el ambiente no es muy bueno y no tienes intimidad. Me sentía muy mal allí", apunta. Cuenta que en la actualidad recibe una ayuda de 270 euros pero, añade, "con esto nadie me alquila una vivienda".

Hasan Boanis tampoco quiere irse de la playa. Mientras los operarios de la Autoridad Portuaria retiraban el resto de casetas y la Policía hacía preguntas, él decidió ponerse a tocar una guitarra eléctrica. "La tengo desde hace años y siempre está conmigo. Toco la guitarra para evadirme de lo que está ocurriendo. La vida es demasiado dura", relata. Boanis también perdió el trabajo y no recibe ningún tipo de ayuda. "No tengo a donde ir, de verdad, y el albergue no es una alternativa digna de vida".

Lo mismo cuenta Fouad Fennane, que como Boanis, lleva viviendo en la playa del Parque Marítimo desde hace dos años. En su caso sí tiene trabajo pero señala que el sueldo no le da para pagar un alquiler. "He intentado encontrar una vivienda, pero como mínimo piden 700 euros al mes y no puedo pagar eso". Con respecto a la opción de dormir en el albergue, Fennane comenta que "allí hay mucha droga".

Y mientras los operarios de la Autoridad Portuaria retiraban el resto de casetas, recogían la basura de la playa y colocaban las vallas para cerrar los accesos, estas personas explicaban su situación a la Policía y a los técnicos del citado organismo. Ahora, tras el desalojo de este viernes, en esta zona del litoral quedan cinco casetas, pero también éstas tendrán que retirarse, según apunta Puertos de Tenerife, una vez que se cierre totalmente el acceso a la playa del Marítimo y que se consiga la orden judicial correspondiente, "lo que ocurrirá en los próximos días".