Del nacimiento gigante de la plaza de la Candelaria al belén de Lanzarote en el Parlamento

Raúl Pérez es el autor de la sagrada familia y Fernando Estévez de la recreación de la Cámara

Humberto Gonar

Humberto Gonar

En la corta distancia que resta entre el Parlamento de Canarias y la plaza de La Candelaria, vecinos y visitantes de Santa Cruz de Tenerife pueden disfrutar de dos estilos de belenes bien diferentes: de un gran formato que trae al recuerdo las fallas valencianas, por la espectacularidad y tamaño de las tres figuras instaladas frente a la fuente que se localiza en el Palacio de Carta, al cuidado detalle que recrea en la sala de exposiciones de la Cámara regional que se reserva a los paisajes y personajes de propios de Arrecife a Teguise, pasando por Mancha Blanca, Timanfaya o Los Jameos; aunque no tienen una relación artística, al menos sí sentimental en el años del centenario del nacimiento del recordado artista César Manrique.

En la plaza de la Candelaria, el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, inauguró junto a miembros de su equipo de gobierno y música de jazz propia de Nueva Orleans un nacimiento gigante que parece una medida antirrobo de Niño Jesús, imagen codiciada por los amigos de lo ajeno.

El buen hacer del escultor e imaginero de Garachico Raúl Pérez ha fabricado un san José de 4,30 metros, que está acompañado por la Virgen María, recostada, de 3,10 metros, y el niño Jesús, talludito, de dos metros, que polarizarán estas fiestas navideña la visita al lugar, como la que realizaron este martes 12 de diciembre el grupo de mayores integrados en el programa Santa Cruz Vital.

Este renovado nacimiento chicharrero, por empeño del concejal de Fiestas, fusiona tradición con innovación y aspira a crear un entorno envolvente con la incorporación de nuevas escenas.

Un trozo de Lanzarote en el Parlamento Canario

La sala de exposiciones de la Cámara regional acoge también su particular belén, cuya procedencia coincide con la de la presidenta Astrid Pérez. Sin salir de la calle del Castillo, el visitante se podrá adentrar por rincones de Lanzarote de la mano del belenista Fernando Benítez.

Trajes y sombreros típicos, referentes religiosos y arquitectónicos, camelleros, pescadores, agricultoras o artesanas canarias recrean en sesenta metros cuadrados la personalidad, paisajes, costumbres y las gentes de Lanzarote.