BARRIO A BARRIO | Duggi

Técnicos municipales y Titsa avalan el desvío por la Rambla de Pulido

El comité de seguridad y salid de Titsa en La Laguna advierte de una serie de riesgos

Una de las líneas de Titsa desviadas por la Rambla de Pulido.

Una de las líneas de Titsa desviadas por la Rambla de Pulido. / Daniel Bravo

Humberto Gonar

Humberto Gonar

La concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Santa Cruz, Evelyn Alonso, garantiza que el desvío de las guaguas por la Rambla de Pulido, para evitar el tránsito por la calle de Serrano, cuenta con el visto bueno tanto de los técnicos municipales como de la compañía Titsa, después de que trascendiera un comunicado del Comité de Seguridad y Salud de La Laguna que cuestionaba la decisión adoptada.

Evelyn Alonso recordó que, además de que cuente con el visto bueno de los técnicos la solución alternativa, se trata de una medida provisional el paso por la Rambla de Pulido, pues desde finales de diciembre ya estará en servicio el paso definitivo, cuando se habilite en sentido ascendente el carril para guaguas por Ramón y Cajal, donde ahora están los estacionamientos de la plaza Militar.

En cualquier caso, garantizó que las guaguas no volverán a la calle Serrano, tal y como se comprometió con los vecinos, que recordaron tras reapertura de la vía que hace 21 años se tomó la decisión provisional de subir las guaguas por esta vía, lo que dio pie a que aprovecharon los trabajos del reasfaltado, pidieran que la puesta en servicio de nuevo no supusiera el regreso de guaguas, como así es en la actualidad.

El Comité de Seguridad y Salud de La Laguna de Titsa aseguró en un informe que «el recorrido alternativo por la Rambla de Pulido es muy estrecho en gran parte del recorrido, con el consiguiente riesgo de accidente». También advierte del peligro de colisión con el tranvía en el cruce de la calle Alfaro con Pulido, o que la propia guagua obstaculizaría el paso a un vehículo prioritario, o el colapso de la rambla que podría suponer una avería de la guagua.

El informe alerta también del riesgo de atropellos porque «la guagua –de 13 metros– tiene que realizar giros invadiendo aceras».

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