Santa Cruz de Tenerife derriba una de las últimas chabolas del Pancho Camurria

El objetivo del Ayuntamiento es eliminar el asentamiento del Pancho Camurria antes de final de año, para convertir el solar en un aparcamiento

El área de Atención Social intensificará la intervención con las tres personas que quedan en las chabolas y si no se llega a un acuerdo, acudirá a la Justicia

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha derribado este viernes, 23 de junio, una de las últimas chabolas del asentamiento de personas sin hogar ubicado junto al Pabellón Pancho Camurria. La edil de Atención Social, Rosario González (CC), explica que se ha llegado a un acuerdo con el ciudadano que ocupaba dicha caseta, Domingo, con el que se llevaba interviniendo desde hace años y que actualmente se encuentra enfermo. Éste ha aceptado una plaza en el piso compartido del que dispone la capital para personas sin hogar.

La concejala resalta que de las 30 chabolas que formaban en un principio dicho asentamiento, ya solo quedan cuatro. González anuncia que la intención del Consistorio es desmantelar todas las casetas antes de final de año, con el objetivo de que el solar municipal que éstas llevan ocupando desde hace más de 15 años se convierta en una zona de aparcamiento.

Para ello, y según apunta la edil responsable del área de Atención Social, se intensificará, "más aun si cabe", la intervención con las cinco personas que siguen durmiendo en este asentamiento, intentando convencerlas de que hagan uso de los recursos municipales que ofrece el Ayuntamiento chicharrero. Si finalmente no se llega a un acuerdo con estos ciudadanos, el Consistorio acudirá a la justicia.

"Llevamos ya muchos años interviniendo con estas personas, ofreciéndoles otras alternativas habitacionales, como el Centro Municipal de Acogida. Seguiremos en estos meses trabajando con ellos para llegar a un acuerdo, tal y como lo hemos conseguido con Domingo. Pero si esto no es posible, tomaremos otras medidas, pues se trata de un asentamiento ilegal que ocupa un solar público", manifiesta la edil. Precisamente, González señala que, probablemente, la próxima semana se derribe otra caseta, "porque creemos que llegaremos a un acuerdo con otro de los ciudadanos que duermen aquí".

Con respecto a la caseta derribada este viernes, Rosario González informa de que la persona que la ocupaba, Domingo, ha firmado un consentimiento para la retirada de la misma. La intervención con este ciudadano comenzó hace más de ocho años y, finalmente, "ha decidido acudir a nuestros recursos, como ha ocurrido con muchos casos anteriores". "Con las personas que quedan, priorizaremos la intervención social pero, insisto, si no es posible, tendremos que pasar al plano judicial. Éste es un espacio público que el Ayuntamiento quiere convertir en un aparcamiento, demandado por los vecinos y por los usuarios del Pabellón de Deportes Pancho Camurria", comenta la edil.

Moisés, uno de los ocupantes de las cuatro casetas que quedan, un ciudadano que llegó a la Isla desde África, cuenta que le encantaría poder tener un techo "de verdad" bajo el que vivir. Moisés asegura que lleva 17 años durmiendo en el asentamiento del Pancho Camurria y que ahora solo sueña con tener una vivienda propia. "Me gano la vida vendiendo en el rastro lo que encuentro. Antes tenía trabajo, pero ya no hay nada. Ahora mi objetivo es que, después de Domingo, yo sea el siguiente en irme de aquí", comenta.