Miles de participantes en el baile de magos de Santa Cruz

Santa Cruz de Tenerife, que celebra hoy el 529 aniversario de su fundación, hizo buena anoche la copla que dice dos pasos pa’lante, dos pasos pa’tras, pues desde la entrada al recinto por la calle Candelaria –uno de los diez accesos habilitados– hasta llegar a los arcos de La Noria se podía tardar perfectamente dos horas. Eso, si no se era un candidato a las elecciones del próximo 28 de mayo.

Miles de personas desbordaron el recinto festivo habilitado desde la cumbre hasta la arena, entendiendo por cumbre el solar del Campo Castro, donde se desarrolló el baile de taifa, y la arena, como referencia de la plaza Europa, donde se desarrolló la verbena más popular de la noche.

Nada más acceder por la calle Candelaria, donde tiene su sede Diablos Locos, precisamente la primera mesa que se encontraba el participante era la de la murga, con Masi Carvajal y Víctor Asensio, alma mater de la institución trónica del Carnaval, actuando de anfitriones, instalados a las puertas del comedor social La Milagrosa, el mejor escenario posible para un grupo solidario como ellos, que cuando recogen dejan los escalones de acceso más limpios de como los encontraron. «Si ves a Patricia dile que se pase por aquí», comentó alguien que estaba en la mesa, mientras ya el alcalde, José Manuel Bermúdez, vestido con el traje típico de Santa Cruz acababa de llegar de un baile que, en su caso, comenzó a las ocho, con la ofrenda a la Patrona de Canarias, junto al resto del equipo de gobierno y la diputada y candidata alCabildo por CC Rosa Dávila, continuando el regidor, a las nueve, con la visita de cortesía que le brindó al Círculo de Amistad XII de Enero para una hora después estar en La Noria y atender un directo de la TelevisiónCanaria antes de visitar mesa a mesa a los comensales de la velada en La Noria.

El alcalde ‘comenzó’ el baile con la ofrenda a la Patrona, para luego visitar El Recreo antes de ‘bajar’ a La Noria

Pocas veces había estado últimamente Diablos Locos tan cerca del ayuntamiento –entiéndase la ironía propia de las letras murgueras–. Y es que a un puñado pasos estaba la mesa del OrganismoAutónomo de Fiestas, presidida por la reina de Mayo y su corte de honor, y flanqueando una de las puertas, José Miguel Ruano, exconsejero y número 2 de CC al Cabildo en las elecciones del 28M. Cerca estaban también Charín González, la concejala del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), con la responsable de Cultura, Gladis de León, y su sucesor al frente de Fiestas, Alfonso Cabello, vestido de marinero de San Andrés. Y eso que no era la mesa oficial de CC, que estaba más arriba, entre Marchilongas y Mamelucos, que de haberse dado premios habría ganado el primero de Presentación y también el de cruces, con el madero que instalaron en el ojo de buey que da nombre a la Casa del Miedo. Allí, en la puerta, el incombustible Manolo Peña, el presidente del bulevar del Carnaval.

La proximidad de las mesas de PP y CC, y también de sus candidatos, propiciaron la fotografía de la nacionalista Rosa Dávila con el popular Lope Afonso, lo que alguno denominó la foto del pacto, en referencia a lo que podría ocurrir después del 28M.

Entre la mesa de Fiestas y la de Mamelucos, la Ni Fú-Ni Fá, que desafió las obras que realizan en el interior de su sede y también salió a la calle. Al lado, la mesa del PP, casi pegada a la del PSOE. Entre viandas populares, en el centro del pasillo que formaban las mesas de La Noria, el candidato al Cabildo de Tenerife por el PP, Lope Afonso, con un modelo portuense y acompañado a cada paso por su número dos al Cabildo, el otrora concejal de Fiestas cuando militaba en CC, José Carlos Acha.

A la derecha, o a la izquierda del PP, según se mire, la mesa del PSOE –precisamente a la puerta de la casa de Juan Viñas, Hijo Predilecto desde hace una semana–, con su candidata en el pasillo de La Noria saludando a diestro y siniestro, haciendo gala de las conversaciones propias de una noche de baile de magos. En el encuentro de Patricia Hernández con Fito Lugo y Jeanette Betancort –él, percusionista de Mamelucos, ella, en el pasado, de Tras Con Tras–, regaló una confidencia: «Mi murga ganadora de este año era Burlonas».

En el otro lado, frente a los socialistas, Unid@s Podemos, con Lola Espinosa y Luisa Tamayo, que hacían bueno el pacto Araguaní. Y es que anoche bajó de La Laguna Rubens Ascanio, con el compromiso de cumplir la segunda parte: la subida de ellas en las Fiestas del Cristo. «Las encuestas no reflejan la entrada de Alberto», deslizó Rubens sobre el candidato de Drago en La Laguna.

En el pasillo de La Noria, protagonistas de Carnaval, como el diseñador ganador del título de la reina adulta, SantiCastro, y su esposa, Luci González, en una noche de reencuentros, como les ocurrió con Luisa, la presidenta de la desaparecida murga infantil Los Melositos, de Ofra, que se acercó al baile con unas amigas del bingo.

El baile estrenó la remodelada calle de la Ni Fú-Ni Fá, donde tiene su cuartel general Ni Pico

La mesa ganadora del primero de Interpretación, la de CC, congregó a una nutrida parranda en la que se encontraba Cristian Mapesi, donde todo el mundo tenía que ver, lo que provocaba un cuello de botella. Poco antes de la media noche, comenzaban las apuestas, no tanto por quién iba a ganar las elecciones –todos se ven favoritos– sino sobre si había más participación en el baile. Gente, mucha, ambiente, menos, pero la noche estaba arrancando y en los restaurantes de la zona todavía se podía ven mucho mago en terraza de cafetería y restaurante.

A mitad de camino entre Mamel’s y Triqui, el mismísimo arcipreste de Ofra, Antonio Gómez, el cura que da nombre a la plaza de Las Retamas, o decenas, centenares de integrantes de los grupos del Carnaval. Y es que, precisamente, en la calle Ni Fú-Ni Fá, donde estaba el cuartel general de Ni Pico-NiCorto, se estrenaba la nueva imagen de la vía casi peatonalizada. Mientras, seguía el tenderete y los porteros estrechaban los controles, dándose el caso de que un mago con tenis no se pasaba. Una velada de tipismo, con cena y baile de magos en Villa Arriba (La Salud, como el año pasado) y Villa abajo, en La Noria.