Movilidad | Zonas de Bajas Emisiones

Santa Cruz restringirá el tráfico entre Méndez Núñez y la avenida de Anaga

Antes de diciembre de 2023, la superficie de la Zona Urban pasará de 226.000 metros cuadrados a 800.000 | El Consistorio controlará con cámaras el acceso de los coches

Plano de la Zona de Bajas Emisiones que se implantará en el municipio de Santa Cruz de Tenerife.

Plano de la Zona de Bajas Emisiones que se implantará en el municipio de Santa Cruz de Tenerife. / El Día

La implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el centro de Santa Cruz es la actuación «más ambiciosa» que se ejecutará en el municipio en materia de movilidad desde la creación de la denominada Zona Urban, en la primera década del siglo. El Ayuntamiento pretende restringir, antes de diciembre, el tráfico desde Méndez Núñez hasta la avenida de Anaga.

Así lo asegura la edil de Movilidad, Evelyn Alonso (Cs), quien explica que la zona de tráfico restringido en la capital pasará de tener una superficie de 226.000 metros cuadrados, que es lo que ocupa en la actualidad la Zona Urban, a 800.000, multiplicándose casi por cuatro el espacio en el que se controlará el acceso de los coches.

Perímetro.

Según la idea inicial que baraja el Consistorio, y hasta que se redacte el denominado proyecto de Definición de la ZBE, el perímetro quedaría delimitado por la calle Ni Fú Ni Fá, Ramón y Cajal, puente Galcerán, Weyler, Méndez Núñez hasta Almeyda, parte de la Rambla, y avenidas de Anaga y Marítima hasta el Museo de la Naturaleza y la Antropología. En definitiva, la Zona de Bajas Emisiones abarcará toda la zona central de Santa Cruz, la cual acoge un gran número de residencias y los principales puntos de atracción de viajes (oficina, comercio y administración pública). Su perímetro lo conformarán algunas de las principales vías de la ciudad y el eje natural del barranco de Sanos, con intensidades superiores a los 35.000 vehículos al día.

Regulación progresiva.

En la ZBE, y según apunta Alonso, se regulará «progresivamente» el acceso, la circulación y el estacionamiento de vehículos, «de acuerdo a requisitos medioambientales e integrando en su gestión a los residentes, aparcamientos subterráneos y vehículos de reparto».

Cámaras.

Se pasará de la zona restringida actual, la Zona Urban, controlada mediante interfonos y pilonas, a una gestión «más automatizada con cámaras de control y plataforma de gestión; con la instalación de 39 puntos de control de acceso; con la reordenación del espacio público; y con la regulación del estacionamiento. La edil destaca que con la implantación de la ZBE se ampliarán las zonas para peatones y los carriles para los vehículos de movilidad personal (bicicletas y patinetes).

Presupuesto.

La creación de la Zona de Bajas Emisiones en la capital supondrá una inversión de casi 15 millones de euros, de los que nueve están subvencionados por Europa, a través de los fondos Next Generation.

Objetivos.

Entre los objetivos que quiere alcanzar el Ayuntamiento se encuentran la disminución del número de viajes en vehículo privado al área de la ZBE en un 30% tras su implantación (de 28.800 a 21.300 vehículos al día) y en un 40% en 2030 (17.900); la disminución de los niveles de contaminación en la ciudad; la reducción de los accidentes; la mejora de la salud pública; y el aumento de la oferta de aparcamiento para residentes «en una zona deficitaria». Asimismo, asevera Evelyn Alonso, se conseguirán espacios más habitables en la capital y «zonas urbanas con menos tráfico y con menos vehículos con gran potencial contaminador».

Plazos.

La previsión del Consistorio es que la ZBE empiece a implantarse en verano, con un periodo de adaptación que se prolongará hasta diciembre.

Características.

Las características específicas de cómo se controlará el tráfico, y quiénes y cómo podrán acceder, se establecerán en el proyecto de Definición de la ZBE, que se dará a conocer en los próximos meses, indica la edil. Pero, agrega, en líneas generales, no podrán pasar los coches más contaminantes, es decir, los más antiguos, de más de 15 años, «aunque habrá excepciones». El Ayuntamiento controlará el paso de los vehículos mediante cámaras y todo el circuito estará «televisado». El tiempo de acceso al perímetro también estará controlado, para evitar que un coche entre y se quede dentro indefinidamente. «Se grabarán las entradas y salidas de los vehículos». El nuevo sistema, resalta la concejala, permitirá también restringir el acceso por «horarios», por ejemplo, en las entradas y salidas de los colegios, o por días, «pues no es lo mismo un domingo que un lunes».

Centro de Control.

El Consistorio ha solicitado otro millón de euros a Europa para la creación del «gran» Centro de Control de la Movilidad de la Ciudad, que «contará con la última tecnología».

Lista blanca.

«No se trata de prohibir la entrada a los vehículos, sino de establecer controles de acceso. Tendremos muy en cuenta las mediciones de la calidad del aire. Por ejemplo, si un día hay mucha calima o un gran evento, entonces no podrá circular ningún tipo de vehículo. De todas formas, habrá una lista blanca, es decir, casos especiales que podrán acceder, independientemente del coche que tengan, como residentes, propietarios de locales comerciales o carga y descarga, entre otros. Para otros casos, como la visita a un familiar de la zona, habrá una aplicación, a través de la cual se tendrá que pedir autorización para acceder. Pero insisto, todo esto estará mucho más claro cuando tengamos el proyecto de Definición de la ZBE», explica la edil.

Moratoria.

La concejala de Movilidad y Seguridad aclara que, debido a que muchos trabajadores, como taxistas o conductores de reparto, necesitan entrar a diario a la ZBE, se establecerá una moratoria, «de dos o tres años», para que puedan cambiar sus coches, si éstos son antiguos.

Zonas Especiales.

Se prevé también la creación de las denominadas Zonas de Especial Sensibilización, que «serán lugares de acceso flexible por horarios», como, por ejemplo, los colegios o centros de salud. «No obstante, los colegios tendrán que ajustar sus horarios para que el tiempo flexible sea el justo y necesario».

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