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Asfaltado de la calle Rubén Marichal rumbo a Los Campitos.Andrés Gutiérrez

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BARRIO A BARRIO | Ifara

Comienza la obra de reasfaltado de la calle que enlaza Ifara y Los Campitos

Los trabajos cuestan 256.013 euros, se prolongan una semana y corrigen el deterioro de una década

«Alguien cree que yo tengo un hermano gemelo». Con este comentario da la salutación el concejal de Servicios Públicos de Santa Cruz, el popular Carlos Tarife, a las diez de la noche, a pie de obra del inicio de asfaltado de la finalización de la calle Rubén Marichal López hasta Los Campitos, tras recordar que horas antes había estado en la entrega de una ayuda desde Emmasa a la Fundación Aldis y luego acudió con el alcalde chicharrero, el nacionalista José Manuel Bermúdez, a presentar el proyecto del parque de La Hoya que se ejecutará en La Gallega Alta, en el distrito Suroeste.

«Ya cuando nos vemos ni nos saludamos», apostilla Marta Vela, la directora de gabinete de Tarife en complicidad con su jefe de fila y ante el equipo de trabajo que acompaña al responsable del asfaltado que durante una semana –comenzó el miércoles– se desarrollará en horario nocturno y permitirá dar una respuesta histórica a la demanda de los vecinos. «Hace tres meses se terminó la parte baja y muchos vecinos han dirigido correos para interesarse si no íbamos a culminar este tramo, que supondrá una inversión de 256.013 euros», admite Tarife, una actuación que se acomete desde el contrato de mantenimiento de obras.

El concejal explica que inicialmente esta partida estaba prevista para el parque Hupalupa, en Añaza, pero dado que surgieron unos contratiempos, se reasignó el dinero para culminar un asfaltado que se venía demandando desde hace más de diez año. «Y ya en enero entramos en el parque de Añaza», se compromete Tarife.

De nuevo, Marta Vela: «para presumir hay que sufrir». Con esta máxima recuerda las molestias que supone a los vecinos el trajín de la maquinaria que se sucede desde las diez de la noche hasta las cinco o seis de la mañana hasta finalizar la próxima semana. «Eso sí, cuando acabe estará todo licito y nos vamos a El Cazador», comenta el concejal de Servicios Públicos mientras se dispone a hacer un directo en un Instagram para dar cuenta del despliegue técnico y humano de la empresa Elfidio Pérez encargada de los trabajos. Casi una treintena de efectivos participan entre camioneros, operarios que recogen el asfalto o los que están en la planta donde se recicla. Una fresadora hace las delicias de las obras en el asfalto, en la que participa media decena de vehículos que interviene en el carril de subida. De la primera barrida, la fresadora levanta seis centímetros del asfalto. «Todo esto está controlado por ordenador», cuenta Marta Vela, que se refiere a otro de los vehículos con capacidad de ahondar hasta los 35 centímetros. Pero no es el caso, dado que se procede a retirar y reponer la capa de asfalto para evitar dañar las canalizaciones.

Con buen humor, ajeno al peso de las horas laborales que dice invertir al día, Carlos Tarife traduce a anécdota el fastidio que días atrás le supuso a los vecinos de Cabo-Llanos quedarse sin internet durante cinco días porque precisamente la fresadora se llevó por delante el cable de fibra óptica. «El otro día me encontré al conductor en los trabajos de la rotonda del Hospital Universitario de Nuestra Señora de La Candelaria y le dije que iba a ser el responsable del efecto babyboom por haber dejado sin internet a los vecinos», comenta para quitarle mella al incidente. No es la única anécdota con la que adorna su discurso, pues el lunes, cuando comenzaron los trabajos, el propio concejal de Servicios Públicos y miembros de su equipo acabaron ayudando a canalizar el tráfico rodado en una zona tan frecuentada porque las urgencias no saben de obras.

En ese momento de la conversación pasa una patrulla de la Policía que sigue de largo, mientras la línea 912 que viene de Los Campitos se topa de frente con un camión y los operarios trabajan en sortear una arqueta. La coordinación resuelve el entuerto. En ese momento aparece la rumba de la maquinaria, que limpia la zona. «Esta misma mañana me escribió una compañera tuya para advertirme del malestar de los vecinos de Rubén Marichal porque no asfaltaban la parte alta», cuenta Tarife. «Le dije que esta noche mismo comenzábamos». «No se van a crear la eficacia», asegura el edil que le respondió la periodista, a la que le precisó que estaba previsto.

Los responsables de la empresa sacan números con el concejal. «En la actualidad se está trabajando en una docena de calles de todos los distritos, desde el Suroeste a los peatonales del parque», cuenta. «En total está previsto que se intervenga en casi sesenta calles desde octubre hasta finales de febrero», cuenta con satisfacción Carlos Tarife, que destaca entre otras la obra que se ejecuta en la calle Ni Fú-Ni Fá, junto al barranco de Santos, o en Tanausú, Masca –La Salud–, Horacio Nelson, Arquitecto Marrero Regalado, 25 de julio... Al responsable de Servicios Públicos no le pasa desapercibido las molestias que provoca a los vecinos, de ahí que unos trabajos se desarrollen por la mañana y otros en horario nocturno en función de cuando sea más fácil para ejecutarlas. La ciudad huele a asfalto.

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