Vicente Boluda Fos (Valencia, 1955) es presidente ejecutivo y accionista mayoritario de uno de los mayores conglomerados empresariales del transporte marítimo mundial. Boluda Corporación Marítima posee más de 400 remolcadores en 41 países y 18 buques de transporte de mercancías. En esta entrevista, alaba los servicios que ofrece el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde Boluda tiene una gran presencia.  

El armador valenciano Vicente Boluda, uno de los empresarios más destacados de España, estuvo en Tenerife esta semana para participar en la convención anual de la Asociación Europea de Remolcadores, que se celebró en el Hotel Bahía del Duque de Costa Adeje. En esta entrevista a EL DÍA, admite que tiene una relación «muy especial» con las Islas, muestra su satisfacción por los servicios que ofrece a sus empresas el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde tienen una importante presencia y da sus pronósticos sobre la actual crisis provocada por el alza de los precios. Incluso recuerda algunos pasajes de los meses que fue presidente del Real Madrid y señala, sobre el CD Tenerife, que merece estar en Primera División.

Vino usted a Tenerife para participar en la reunión anual de la Asociación de Remolcadores de Europa. ¿Qué asuntos se abordaron en este encuentro celebrado en el sur de la Isla?

Es una Asociación que aglutina a casi el 70 por ciento de las compañías europeas. Imagínese la importancia que tiene. No hay asociaciones de este sector que aglutinen a tantas empresas. De estas reuniones salen muchas iniciativas que irán a Bruselas y que se ven plasmadas cuando Europa tira de este sector marítimo.

¿Por qué se celebra en la Isla?

Este año, coincidiendo con la presidencia de mi hijo Vicente, decidimos que fuera en Tenerife porque tiene una de las zonas turísticas más importantes de España. Este tipo de encuentros anuales tienen una parte lúdica y desde esa perspectiva, qué mejor que Tenerife por el tiempo y sus magníficos hoteles. Otra ventaja destacada son las conexiones aéreas. Hasta los representantes de Finlandia han podido venir en vuelos directos a la Isla. Tenerife reúne todos los requisitos.

Su conglomerado de empresas tiene una gran presencia en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde incluso posee una terminal.

Estamos encantados en Tenerife. Tenemos servicio de remolcadores, de amarre, terminal, las líneas marítimas… Somos los que más escalas tenemos con buques de carga y cabotaje. Son tres o cuatro escalas semanales. Además, estamos muy identificados con las Islas.

¿Es una apuesta personal, es por la situación privilegiada geoestratégica del Archipiélago?

Aparte de la relación maravillosa que tengo en lo personal con las Islas, para nosotros estratégicamente Canarias es un auténtico portaaviones de cara a África y a otras conexiones que tenemos. Nuestra terminal en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, como la de Las Palmas, es clave en las operaciones del grupo y sus rutas con África y el norte de Europa.

¿Cómo marchan las operaciones en África?

Estamos en casi toda África. Ya conocemos mucho el continente africano, sus sistemas, la gente, nos conocen ellos a nosotros... En esos países tenemos además compañías propias, con personal de allí. Eso hace que dispongamos de una fiabilidad, una garantía y una presencia social que otras empresas no van a alcanzar.

Canarias estará más cerca de España y Europa cuanto mayores sean las facilidades que dé

¿Las expectativas con África, que a la postre van a beneficiar a las actividades de Boluda Corporación en Canarias, son buenas?

Sí son buenas. África es un mercado absolutamente emergente. También es verdad que es un mercado muy sensible a cualquier bache que haya en Occidente. Ellos lo sufren más pero es un mercado en el que tenemos la obligación de estar y de empujar para que estos países tengan industria y desarrollo. Es que si no, van a seguir viniendo en masa porque sencillamente tienen que buscarse la vida.

¿Cree que el Puerto de Santa Cruz de Tenerife está logrando abrirse a la ciudad?

El Puerto de Santa Cruz se ha abierto a la ciudad todo lo que ha podido. Siempre se puede hacer más, como por ejemplo ahora mismo con la Dársena de Los Llanos. También hay que tener en cuenta las dimensiones del Puerto y su presupuesto. Pero sí ha habido muchos avances, como la alternativa del Puerto de Granadilla, aunque todos conocemos las dificultades para seguir construyendo allí.

¿Boluda tiene planes para cuando se termine definitivamente el Puerto de Granadilla?

Estamos muy atentos, sí. Aparte, el Puerto de Granadilla forma parte de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife. Nuestras licencias servirían para los puertos de Santa Cruz y Granadilla, con lo cual cuando se tenga que prestar el servicio que se necesite, ahí estaremos para prestarlo, sin ningún problema.

¿Y en general para la Isla?

Nuestro objetivo en Tenerife es siempre mejorar y reforzar nuestros servicios.

La Autoridad Portuaria ha pedido al Gobierno central que se amplíe el personal del control de mercancías para evitar que quede inoperativo los fines de semana y festivos, y que se demore la distribución por toda la Isla.

De Canarias me gusta su luz intensa; vine por primera vez en el viaje de fin de bachillerato

Es decisivo implementar todas las mejoras necesarias para facilitar el movimiento de mercancías, la actividad económica. Estoy completamente de acuerdo con todas las subvenciones que recibe Canarias para tantos sectores como el del transporte, pero habrá que intentar que esas subvenciones sirvan para mejorar las comunicaciones y pongan a Canarias lo más cerca posible de Cádiz. La economía tiene que circular lunes, martes, sábado, domingo y cuando sea. Nosotros mismos damos un servicio todos los días a Canarias. Es que al día siguiente tienes la mercancía… a precio de barco, no de avión.

Boluda no solo tiene una gran actividad en el Puerto de la capital tinerfeña, sino que además ha apoyado importantes actos culturales y sociales. Fue uno de los primeros patrocinadores, por ejemplo, del Concierto de Navidad de la Orquesta Sinfónica en el Puerto de Santa Cruz, gratuito y al que acuden cada 25 de diciembre más de 20.000 tinerfeños. ¿Van a seguir en esta línea de cooperación social?

Cuando empezamos no iba tanta gente pero ahora va muchísima. Fuimos los primeros, junto a CajaCanarias, en apostar por el Concierto de Navidad en el Puerto. A la sociedad hay que devolverle lo que nos da. Y una de las mejores formas es apoyando este tipo de actividades. Y además de ese concierto, apoyamos otros proyectos sociales y deportivos. Nos da mucho orgullo que estos actos tengan tan buena aceptación.

Ha tenido una relación muy estrecha con las Islas. ¿Cuándo surge?

Vengo a las Islas desde que hice el viaje de fin de curso, cuando acabé el bachillerato, en Tenerife y Gran Canaria. Ya ahí me encantaron. En la primera oportunidad que tuve compré la compañía Miller y ahí empezamos a montar todo lo que tenemos hoy en Canarias. Tengo una casa en Las Palmas, donde me quedo cuando voy, y muchas casas en Tenerife y La Palma, que son las de mis amigos, que me tratan como si estuviera en mi propio hogar.

¿Y qué es lo que más le gusta de las Islas?

De Canarias me gusta mucho su luz; siempre hay una iluminación intensa, además de un clima placentero. La luz y los paisajes, además muy variados, dan alegría a la vista. Y luego los canarios, su gente: son extraordinarios. La amabilidad que veo en Canarias es magnífica. Nunca te sientes fuera de casa.

Hablaba de las subvenciones que recibe Canarias. ¿Entiende que son vitales para vencer la lejanía y la insularidad?

Por supuesto que las comparto. Yo lo que digo es que este tipo de ventajas se deben aprovechar de verdad, bien; que el acercamiento al continente sea real. Volvemos a por qué hemos elegido Tenerife para la convención anual: porque hay muy buenas conexiones aéreas. En todo eso es en lo que hay que aprovechar todas estas subvenciones, en las conexiones marítimas y aéreas de pasajeros y mercancías. Canarias estará más cerca de España y Europa cuanto mayores sean las facilidades que dé. Hay que apostar por que las Islas tengan servicio diario de todo.

Usted que ha estado muy vinculado al fútbol. De hecho, fue presidente del Real Madrid durante 2009. ¿Estuvo alguna vez interesado en entrar en el CD Tenerife o se lo ofrecieron?

Nunca. A lo mejor se ha comentado porque he tenido muy buenos amigos en el CD Tenerife, como Juan Pelayo [propietario de Egatesa y accionista del CD Tenerife] o Pedro Rodríguez Zaragoza [exdirector general del club]. Yo creo que los clubes deben estar en manos de empresarios locales, como ocurre en el CD Tenerife. Está en muy buenas manos. Sigo al Tenerife y volverá a Primera División. La Isla se merece por todo un equipo en Primera, por público, por estadio, por todo.

No creo en el gas porque al final contamina igual que el petróleo y los otros combustibles fósiles

El fútbol profesional ha cambiado mucho desde que usted presidió el Real Madrid. ¿Qué le parece la entrada de multimillonarios con gigantescas inversiones que parecen estar desequilibrando las competiciones?

Todos los clubes no son comprables, al menos desde la perspectiva de quienes quieren comprar clubes. Qué quiero decir con esto: que en Inglaterra hay a lo sumo seis o siete que interesan; que en Francia hay uno o dos; en Italia, dos; y en España hay dos, que no se pueden comprar. Dos o tres. En cualquier caso, esos equipos están en una liga y el resto está en otra muy diferente. Es lo que hay y esa brecha va a ser cada vez más grande.

¿Cómo fue ese año al frente del Real Madrid?

Dije que iba a estar un año, tras ser ratificado por la asamblea, para dejarlo así y así, y lo hice. Y cuando dije que me iba, me fui. Le dejé a Florentino Pérez el fichaje firmado de Cristiano Ronaldo por 90 millones. Fue presentado de hecho muy poco después de que yo me fuera.

Salimos de una crisis totalmente inesperada, la de la pandemia, y sin tiempo para la recuperación llega otra por la invasión rusa de Ucrania y la inflación. Hay pronósticos de todo tipo: desde moderados a catastrofistas. ¿Cuál es el suyo?

No soy tan pesimista. Vamos a tener dificultades en los próximos seis meses derivadas de la inflación, que van a precisar ajustes, pero creo que vamos a salir adelante, salvo que ocurra algo grave con la escalada de tensión entre China y Estados Unidos. No va a haber una catástrofe; se va a controlar la inflación. El Banco Central Europeo está subiendo los tipos de interés, con lo que hay menos dinero en la calle. Vendrán unos meses complicados, pero se terminará controlando la inflación. Me sumo al lenguaje de las dificultades pero no del catastrofismo. Tendremos que arrimar el hombro y trabajar duro, pero eso de que podrá haber restricciones no tiene pies ni cabeza.

Y todo esto coincide con las medidas europeas para reducir la contaminación, justo en plena crisis de los combustibles. ¿Cree que hay que replantear esas medidas?

En los últimos años, Europa solo ha escuchado a los extremistas y ecologistas en relación al cambio climático. Ha empezado a cambiar pero al haber tantos gobiernos progres de papeleta... Europa tiene que replantearse todas estas políticas: sentarse y dialogar con todos los sectores, como el del transporte marítimo. Tenemos que ver lo que vamos a hacer porque la flota mundial está compuesta por más de 76.000 barcos. De la noche a la mañana, todo este mercado no puede cambiar. Yo quisiera saber una serie de cosas que nadie me ha sabido explicar, y mire que he preguntado: ¿Por qué hay una subasta en los derechos de emisión? ¿Por qué un día vale 90 euros y otro 60? Luego, ¿a dónde va ese dinero? ¿Es un impuesto más o qué es? Nadie ha sabido decirme qué se hace con ese dinero. Esto es una recaudación de impuestos y es importante saber en qué se invierte ese impuesto. Pues no se sabe...

¿Qué opina sobre el cambio climático?

En este debate creo que a veces confundimos el tocino con la velocidad. Por supuesto que hay que vigilar el calentamiento global y las emisiones de contaminación. Entre eso y parar la construcción de una infraestructura por que hay unos nidos de no sé qué ave hay un mundo. Este mundo ha vivido del desarrollo y de la adaptación al medio ambiente.

Una de las exigencias europeas es la adaptación de los barcos para que utilicen fuentes de energía menos contaminantes. Según la UE, uno de esos combustibles debe ser el gas licuado. ¿Los barcos de sus empresas están aplicando esta reconversión?

No. ¿Y sabe por qué? Porque no creo en el gas. El gas contamina igual que el petróleo y que los otros combustibles fósiles. Lo única que pasa es que no tiene partículas de azufre o de plomo. Pero contamina igual. Hay que buscar otras alternativas, como el hidrógeno, el metanol o biocombustibles. El gas genera el mismo dióxido de carbono o más que el petróleo.

Acaba de recibir usted, por cierto, la medalla de Caballero de la Legión de Honor en Francia de manos del expresidente Nicolas Sarkozy a propuesta del presidente Emmanuel Macron. Muy pocos españoles la tienen.

Para los franceses y también para mí es una condecoración muy especial. Tenemos compañía en Francia y, además, estamos en todos sus puertos. Me llena de orgullo y satisfacción poder ser miembro de la Legión de Honor. Fue una condecoración que creó Napoleón Bonaparte, del que soy un verdadero apasionado y seguidor. He leído mucho sobre Napoleón y lo he estudiado. Era muy inteligente. Para mí es una de las condecoraciones más importantes de Europa, esta y la Orden del Imperio Británico.