La historia del Puerto de Santa Cruz de Tenerife es la historia misma de la Isla, pues por mar llegaron los conquistadores castellanos y fue la navegación la única vía de contacto con el resto de Canarias y el mundo desde ese momento y hasta la llegada del transporte aéreo. Resulta muy difícil interpretar el pasado y el presente de Tenerife y de su propia capital si no se tiene en cuenta la existencia de un importante puerto en el que coexisten múltiples actividades comerciales, en algunos casos muy poco conocidas para un amplio sector de la ciudadanía.

La elección histórica de su emplazamiento vino ya determinada por la protección natural que ofrece su fondeadero gracias a la cordillera de Anaga, pero los distintos proyectos de ampliación realizados por los ingenieros militares y civiles en sus más de cinco siglos de existencia han transformado la instalación convirtiéndola en un puerto competitivo, generador de riqueza, trabajo y negocio.

Un ejemplo de la situación estratégica de la que hace gala nuestro Puerto es el hecho de que las naves que viajaban rumbo a América, e incluso a África y el Pacífico, ya arribaban para repostar agua y alimentos frescos. A bordo de ellas llegaron personajes históricos de la talla de Jean Charles Borda, primero en calcular la altura exacta del Teide; Humboldt, considerado el padre de la Geografía moderna universal; o Sabino Berthelot, autor de la Historia Natural de las Islas Canarias. También recalaron marineros de renombre como Fernando de Magallanes, James Cook y William Bligh, capitán de la Bounty.

El Puerto de Tenerife, una instalación histórica y multiplicadora de riqueza

Situado en un enclave estratégico entre Europa, África y América, funciona para mejorar la economía de Canarias. Todo ello bajo el firme compromiso de convivencia con la ciudad, colaborando en la cesión de zonas que posibiliten el contacto del ciudadano con su Puerto, principalmente para actividades de ocio. El Puerto de Santa Cruz discurre a lo largo del litoral capitalino ocupando más de diez kilómetros de longitud. Dicha configuración no es fruto de un capricho, pues la propia orografía de esta parte del litoral –con profundidades que a apenas 800 metros de la costa alcanzan hasta 140 metros– han obligado a prolongar el Puerto a lo largo siendo prácticamente imposible hacerlo a lo ancho.

Dicho condicionante hace que las dársenas que le dan forma sean bastante estrechas, muy cercanas a línea de costa, con lo que ello puede llegar a suponer en afección básicamente de ruidos a la ciudadanía más cercana al Puerto. Por ello, hacer compatibles el uso residencial y el portuario es uno de los objetivos prioritarios de la gestión de su actual presidente, Carlos González, con iniciativas como la reciente aprobación de una normativa para limitar la contaminación atmosférica en sus instalaciones que se suma a otras ya implementadas como poner a servicio de buques de pasaje y plataformas petrolíferas la conexión a la red eléctrica, lo que permite que estas unidades apaguen sus motores auxiliares durante la noche, reduciendo ruidos y gases a la atmósfera.

También la actual ejecución del proyecto ordenación del litoral de Valleseco, con la colaboración del Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento capitalino, es una muestra de la clara vocación de ceder a la ciudad los espacios factibles para el contacto del ciudadano con su puerto.

En cifras globales, el Puerto de Tenerife ocupa una superficie de 217,5 hectáreas en aguas abrigadas y muelles, llegando a 8.689 el total de la superficie ocupada por las aguas no abrigadas pero de competencia portuaria, la conocida como Zona II. En 8,7 hectáreas de esta Zona II y protegido por la cordillera de Anaga, se encuentra el mejor fondeo del Atlántico Medio, calificación ganada en base a su operatividad, seguridad y fiabilidad durante prácticamente todo el año.

El Puerto de Tenerife, una instalación histórica y multiplicadora de riqueza

Mejor fondeo del Atlántico

Y es que un promedio de 700 buques recalan a esta ubicación anualmente, ya sea para pasar unas horas y avituallarse principalmente de combustible, como para pasar una larga temporada o larga estadía. También es un enclave ideal para trabajos de inspección y reparación a flote, actividad que desde la Autoridad Portuaria se quiere impulsar para diversificar la actividad económica del Puerto, como la próxima instalación de un dique flotante para reparación de buques

Debido a la insularidad, Tenerife no tiene opción de recurrir a medios de aprovisionamiento por vía terrestre, y el coste por lo general prohibitivo del tráfico de mercancías por vía aérea, hace que por nuestro puerto transite más del 90 por ciento de las mercancías necesarias para nuestra economía.

De hecho, sin las importaciones que se registran vía portuaria, y de acuerdo con los últimos estudios realizados al efecto, se produciría un desabastecimiento de vehículos de motor y equipos eléctricos y electrónicos, ello sin contar con el desabastecimiento de los propios productos alimenticios.

Pero el Puerto capitalino, gracias a su enclave estratégico como plataforma tricontinental, también presta servicio al tráfico de mercancía internacional, con conexiones con puertos africanos, americanos y europeos gracias a las líneas marítimas que grupos de renombre como Maersk y Grimaldi Lines han implantado con escala en nuestro Puerto como punto de distribución de mercancías. Recientes datos del tráfico de trasbordo de este del año y reuniones de trabajo celebradas al efecto indican que esta modalidad de conexión internacional tiene potencial para ir a más en nuestro Puerto. Centrándonos en el caso de Grimaldi Lines, las 120.321 toneladas movidas en tráfico de trasbordo por sus buques en el Puerto tinerfeño en 2019 casi se triplicaron ya en 2021, al alcanzarse las 321.532. De enero a mayo, arrojan un movimiento superior a las 98.000 toneladas, lo que indica un óptimo ritmo de crecimiento.

El Puerto de Tenerife, una instalación histórica y multiplicadora de riqueza

El Puerto de Santa Cruz de Tenerife registró en 2019 último año de cifras medias antes de la afección del covid un movimiento de 2,5 millones de pasajeros, total del que 1,6 millones correspondieron al tráfico interinsular y 739.000 a movimiento de cruceristas.

Y es que también por el entra una parte importante de turistas para la capital y otros enclaves insulares, actuando así nuestro como foco más para la generación de negocio insular que para sí mismo. Como dato basta indicar que el de Santa Cruz de Tenerife facturó 36,8 millones de euros en 2021 mientras que, de acuerdo con últimos estudios elaborados al efecto, el Puerto chicharrero llega a generar de forma directa un valor añadido bruto, esto es, el valor total generado por los servicios que en él se prestan, superior a los 300 millones de euros al año. El Puerto de Tenerife multiplica, así, la generación de riqueza en nuestra tierra.

Un Puerto de interés general

El capitalino es un puerto de interés general gestionado por la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, una de las 28 integrantes del sistema portuario estatal. La Autoridad Portuaria tinerfeña gestiona también las instalaciones portuarias de Los Cristianos, San Sebastián de La Gomera, La Estaca, Santa Cruz de La Palma y la dársena de Granadilla, administrativamente integrada en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Es la autoridad portuaria nacional con mayor número de instalaciones dependientes.