José Manuel Bermúdez se reunió en la tarde de ayer con los propietarios de los nuevos bloques que serán objeto de mejora y planteó a los vecinos aprovechar para adecentar la plaza de las Mil Viviendas –con una oficina descentralizada de UTS, renovación del parque infantil, calistenia y murales–

La plaza de la parte alta de las Mil Viviendas del Barrio de La Salud fue el punto de encuentro de la visita que realizó en la tarde de ayer el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, quien movilizó no solo al concejal de Viviendas Municipales, Juan José Martínez, sino también al responsable del Distrito Salud-La Salle, el popular Carlos Tarife, así como al de Obras, Dámaso Arteaga, y a la titular del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), Charín González, para plantear una actuación integral en este enclave.

La Salud se sube al ARRU

El encuentro con los vecinos comenzó informando sobre los nuevos expedientes de Áreas de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) que ya tienen arquitecto responsable del proyecto y que se presentarán desde hoy y hasta la próxima semana para consensuar la intervención. Cabe recordar que el barrio de La Salud ha sido uno de los primeros enclaves de la ciudad donde algunos de sus bloques de viviendas se acogieron a los ARRU gracias a la fundamental implicación de los administradores de fincas, como es el caso de Belén Mesa Villar, que estuvo presente en la reunión. Bermúdez y Juan José Martínez confirmaron que a partir de hoy se presentará los proyectos de rehabilitación de sus bloques para, con su visto bueno, sacar a concurso la obra, con lo que se calcula que a comienzos de 2022 puedan comenzar los trabajos en diez edificios, el equivalente a 96 viviendas. Luego, para mitad del próximo año, se continuará con otro lote de inmuebles que beneficiará a 62 pisos que se suman a los ya ejecutado hasta la fecha.

Los vecinos piden la mejora en las zonas comunes y también algunas rampas de acceso a viviendas

Para referirse a la renovación urbana que supone sumarse a los ARRU, el alcalde trajo el recuerdo las intervenciones en las viviendas de la barriada La Victoria, en Santa María del Mar o el barrio de Miramar. Pero el ejemplo lo tenía mucho más cerca. En la misma plaza de las Mil Viviendas se localizan ya algunos bloques, que solo por el acabado de su pintura y la instalación de los bajantes evidencian la reciente intervención, que contrasta con el resto de fachadas deterioradas en la zona.

En la conversación con una quincena de vecinos, el alcalde recordó que el 90 por ciento de la mejora se costea con fondos públicos y el 10 por ciento restante le corresponde a las familias, a pesar de que se trata de una propiedad privada, lo que provocó que una de las vecinas aplaudiera en señal de agradecimiento.

Pero Bermúdez no quería limitar la visita al anuncio de la actuación en más edificios, sino que les planteó a los residentes que, aprovechando la mejora de los bloques colindantes de la plaza, por qué no se ejecuta una intervención en la zona. Tomó la palabra Javi, uno de los más jóvenes de los interlocutores del alcalde, para pedirle que se estudiara la reubicación del parque infantil, más cerca de las casas y no en el centro, recuperando el emplazamiento inicial –algo que quedará en mano de los técnicos que desaconsejan, según el regidor, esta solicitud–. También se planteó la mejora de los módulos, así como la instalación de un área de calistenia, que cotizan en la actualidad al alza entre los vecinos y que ampliarían los biosaludables instalados para los mayores de la zona.

Otra de las vecinas demandó más luz: solo hay una luminaria más otro foco que instaló un bloque. El alcalde pidió al concejal de Obras que se encargue del proyecto de la plaza, mientras a la edil del IMAS tiene la encomienda de instalar una oficina descentralizada, junto a la ya existente, en un local de la plaza para atender a los residentes en Salud Alto.

Antes de dar por terminaba la reunión, Bermúdez recorrió parte de este barrio, donde un vecino le advirtió de la peligrosidad de una palmera que alcanza ya la altura de un tercer piso y que precisamente ayer con un poco de viento se tambaleaba. «Está en propiedad privada», dijo el alcalde, pero el vecino le advirtió del peligro. Aprovechando los ARRU, el alcalde también pidió al concejal de zona un proyecto para la mejora y pintado de los muros exteriores para lograr una mejora integral del entorno de los edificios.