La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz ha emitido la última notificación dirigida a los propietarios del abandonado hotel situado en la costa del Suroeste, conocido como el mamotreto de Añaza. Esta fue publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y si los dueños de este inacabado edificio continúan sin responder, el siguiente paso que dará el Consistorio será ya encarga el proyecto de demolición del mismo, según ha informado el concejal responsable del área, Carlos Tarife, del PP.

En noviembre de 2020, y tal y como lo adelantó EL DÍA, el Ayuntamiento inició el expediente de restablecimiento de la legalidad urbanística en relación a este hotel, abandonado desde hace casi 50 años. Han sido numerosas las notificaciones que se han realizado y, sin embargo, nunca se ha obtenido ningún tipo de respuesta.

En esta última, Urbanismo da un plazo de dos meses a la entidad mercantil Teneriffa Ferienanlagen GMBH & CO. Treuhand-Und Verwaltungs-KG, a la Comunidad de Bienes Santa María y a la entidad mercantil Promociones y Servicios Los Guios para que procedan a la legalización de las obras, pues carecen de las licencias y títulos habilitantes correspondientes. Si no lo hacen, se les da otro plazo de dos meses para el cumplimiento de la orden de restablecimiento, es decir para derribar el inmueble, el cual cuenta con más de una veintena de plantas.

Y si tampoco esto ocurre, “y debido a que esta ya es la última notificación, será el Ayuntamiento el que intervenga”. Teniendo en cuenta los antecedentes, pues no se ha podido localizar a ningún propietario, Tarife señala que ya ha dado la orden al departamento de Contratación de la Gerencia Municipal de Urbanismo para que encargue el correspondiente proyecto de derribo, actuación que supondrá una inversión en torno al millón de euros.

“Nuestra idea es que el Cabildo de Tenerife, el Gobierno de Canarias y la Dirección General de Costas colaboren en la financiación de esta demolición. Pero pase lo que pase, el Consistorio se compromete a tirar de una vez por todas este abandonado inmueble, en el que también se han producido incidentes”, ha manifestado el edil. La previsión de Carlos Tarife es que, una vez redactado el proyecto, su ejecución se pueda sacar a licitación el próximo año, para “proceder al derribo entre finales de 2022 y principios de 2023”.

Este edificio comenzó a construirse en la costa del Suroeste, por parte de promotores alemanes, en 1973, pero los trabajos se paralizaron dos años más tarde. Pasado el tiempo, y debido a que el inmueble se había convertido en un auténtico peligro, desde el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife se intentó averiguar quiénes eran los dueños del mismo. Una vez logrado, tras varios años de investigación, la Gerencia de Urbanismo inició, hace más de cinco años, un procedimiento para exigir a los propietarios que tomaran las medidas de seguridad correspondientes, como la instalación de una red perimetral de cuatro metros y la colocación de carteles, en varios idiomas, prohibiendo el acceso a la infraestructura. Finalmente, esta medidas fueron ejecutadas por el propio Consistorio chicharrero.

El siguiente paso consistió en iniciar el expediente de restablecimiento de la legalidad urbanística, realizando las notificaciones correspondientes. El procedimiento está a punto de finalizar y ya no habrá más notificaciones. El siguiente paso, su derribo.