Opinión | A babor

Quinielas

Fernado Clavijo durante unas declaraciones

Fernado Clavijo durante unas declaraciones / LP/DLP

La mayor parte de los periodistas que cubrimos información política somos expertos en hacer quinielas. Yo no he rellenado jamás una de fútbol, pero sí he hecho loterías sobre resultados electorales, quinielas de cargos del Gobierno, y apuestas con pago en especies –almuerzos, cenas, copas que casi nunca se pagan ni se cobran– con compañeros y otros especímenes. Adivinar los resultados es una asentada tradición preelectoral. Creo haber garabateado filas y filas de siglas de partidos con diputados asignados en las libretas de la mitad de mis colegas, y en algunas servilletas de papel. Cuando el asunto incorpora copas previas, incluso se firman esas listas. Tú te quedas con la que firmó el otro, y el otro con la que firmaste tú, aunque normalmente las notas se pierden por el camino antes de llegar a la noche fatídica del recuento.

Hacer quinielas sobre posibles nombramientos es aún más complicado: antes de apostar lo primero que hay que controlar es si la cosa está realmente madura. Si algo define una negociación política es que todo puede cambiar de un día para otro. Los nombres que salen antes de tiempo suelen quemarse más rápido que aquellos de los que no se habla. Y siempre hay sorpresas y ajustes de muy última hora.

Acertar un pleno al 14 de un Gobierno es básicamente improbable. Y más aún cuanto más queda para los nombramientos. No es lo mismo apostar cuando faltan quince días para que el Boletín Oficial publique los nombramientos que hacerlo cuando faltan cinco días, o dos, o incluso unas pocas horas. Acertar 14 dos semanas antes se me antoja ridículamente inverosímil, como lo es este ejercicio de frivolidad periodística que consiste en vender la mera especulación como dotes predictivas o buena información: porque la buena información no es siempre la más próxima a las decisiones, sino la más distante de los interesados. Por eso, confirmo no haber hablado de este asunto –hasta hoy– con ninguno de los que aparecen en la lista, es más, ni siquiera conozco personalmente a la mayoría. Esta es una lista olfateada, más que una lista contrastada.

Pero acabemos con paños calientes y advertencias, con vendajes antes de la herida de no dar una: aquí va mi quiniela del Gobierno. No pregunten más, creo que son dos seguros, y el resto –a quince días– pura cuestión de suerte.

1.- Presidencia, Fernando Clavijo, éste parece que seguro.

2.- Vicepresidencia y Economía: Manuel Domínguez, el otro que sale seguro también.

3.- Consejería de Presidencia: Manuel Miranda, majorero, exresponsable de aguas del Cabildo de su isla, muy próximo a Mario Cabrera (hasta ha ido de paseo por los tribunales con él).

4.- Hacienda: Matilde Asián, unos cuantos años ya en esto: diputada a Cortes, cargos regionales y nacionales intermedios y expresidenta de la ZEC. Una señora con tablas, la herramienta fundamental de los presupuestos.

5.- Obras Públicas: Pablo Rodríguez, intercambiable con Nieves Lady Barreto. Los palmeros quieren obras públicas para apuntalar la reconstrucción de su isla, pero los don Pablo y alguno más se resisten.

6.- Política Territorial: a la viceversa.

7.- Educación: Poli Suárez, exalcalde de Moya, senador, diputado regional, consejero del Cabildo grancanario. Apuesta personal de Manuel Domínguez en Gran Canaria, se caen bien. Cuando Domínguez mira a un alcalde se ve él mismo reflejado en un espejo,

8.- Sanidad: Esther Monzón, una técnica ahora próxima a Coalición, que empezó su andadura política de la mano de Bravo de Laguna en Unidos por Gran Canaria. Ya pasó por la Sanidad, grancanaria fichada por Baltar.

9.- Derechos Sociales: Candelaria Delgado, presidenta del Colegio Oficial de Trabajo Social de la provincia tinerfeña. Es independiente, trabajadora, prudente, constante y dicen que muy lista.

10.- Consejería (nueva) de Ciencia y Cultura: Migdalia Machín, la apuesta de Lanzarote. Muy de partido.

11.- Agricultura: Narvay Quintero, el herreño que siempre se está yendo y siempre vuelve.

12.- Turismo: Jessica de León, periodista, candidata del PP de Fuerteventura a la presidencia del Cabildo estas últimas elecciones.

13.- Transición Ecológica y otras yerbas: premio de consolación para Mariano Zapata, por perder en La Palma.

14.- Comisionado del REF: Agustín Manrique de Lara.

Salen siete de Coalición, cinco del PP y uno de AHI, más Manrique de Lara, independiente y decidido a pachas. Son tres tinerfeños, cinco grancanarios, dos de La Palma, dos de Fuerteventura, una de Lanzarote y uno de El Hierro. De ellos, diez nuevos y cuatro que repiten, todos del anterior Gobierno de Clavijo. Y detrás vienen algo más de doscientos nombramientos en el Gobierno. Pero eso no cabe en una quiniela. Se parece más a la bonoloto.

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