Opinión

La psicología construye el éxito político

La psicología construye el éxito político

La psicología construye el éxito político

Me gusta entrenar la seducción de un candidato político más desde esa imagen de poder que por la percepción de autoridad; en definitiva, por esa buena gestión de la soledad necesaria que todo liderazgo de éxito posee. Hoy me centraré en la figura masculina de la candidatura política, porque las estrategias y el diseño de Marca que precisa requieren de criterios que, si no exclusivos, sí son diferenciadores.

La imagen de poder es de fabricación propia, y la percepción de autoridad viene dada desde fuera; la autoridad te la aporta tu cargo público o tu cargo orgánico; transmitir poder es otra historia. El poder es lo que nos gusta, lo soñado, lo deseado, lo admirado, lo seductor, lo misterioso… El liderazgo de éxito tiene mucho de transmisión de poder; ese poder que se inicia con altas dosis de auto conocimiento, que te permite establecer límites y diseñar un despliegue público adaptado a ti, donde tus fortalezas se potencien y seas capaz de transmitir todo lo mejor que posees. Durante las sesiones de coaching político acompañamos y potenciamos a los mejores candidatos, esa es una realidad; las personas más inteligentes son las mayores conocedoras de sus potencialidades, y su nivel de humildad es tan hermoso que son capaces de conectar con esas áreas necesarias de desarrollo; tienen una toma de conciencia real de la necesidad de regular sus egos.

El desarrollo para construir una imagen de poder conlleva una hoja de ruta estratégica basada en el conocimiento de fortalezas y de áreas necesarias de ser potenciadas para llegar al éxito, a la victoria. Lógicamente, es una elección de la persona desear ese crecimiento, que pasaría por aplicar de forma sistemática métodos y herramientas en su despliegue público. Definir conjuntamente con el candidato sus valores para llevarlos a la acción y aplicarlos en su discurso, es básico para lograr conquistar y conectar con su ciudadanía.

Se hace imprescindible el acercamiento a una persona fuera del entorno diario, porque el secreto profesional y los niveles de confidencialidad son predictores de comodidad, resultados y, por consiguiente, de éxito. La despreocupación por el quién te libera, la ausencia de interés político seduce muchísimo cuando el profesional escogido sólo está enfocado en tu bienestar; convirtiéndose en ese oasis en el desierto, en ese mar presente en los atardeceres… Esa sensación de libertad que nos aporta saber que ese profesional hoy está contigo y mañana volará a otro lugar y estará con otra persona, es parte del éxito del proceso. El sentimiento de sentirse acompañado y apoyado por tu gran valor, y no por aquello que todavía no desprendes hoy, forma parte de la relación que se establece. El vínculo se apoya en un crecimiento, en un querer avanzar juntos con cero juicios. Con amplio conocimiento de los procesos del ámbito político, y a la vez sin pretensiones, ni exigencias dentro de él.

Las emociones nos gobiernan y nos hacen gobernar. Tenemos que prepararnos para gestionar las nuestras y tener capacidad, desde ahí, para poder diseñar nuestro puente de conexión con las de la ciudadanía. La psicología aplicada en política no hace Marketing Político; sólo explotamos valores e identidad. Aportando Marca Personal con la penetración suficiente para mimetizarse con las necesidades de la sociedad a la que se quiere representar.

Todos los detalles cuentan, como me gusta decir: lo que no suma, resta, nada es neutro. Porque nada pasa desapercibido, ni siquiera los ojos cansados de un candidato o una corbata colocada de forma descuidada cuando el despliegue en esa pre-campaña les va desgastando. Hasta eso puede mejorarse, porque la imagen de poder conlleva frescura y vitalidad.

Durante muchísimo tiempo las teorías alrededor del ser humano se centraban en su capacidad racional. Hoy sabemos que nuestra decisión tiene un fuerte componente emocional. Que cuando enjuiciamos tendemos a hacer cálculos de probabilidad y, por la dificultad, buscamos las semejanzas. Para resolver nuestros problemas queremos utilizar atajos para simplificarlos, que de alguna forma automatizamos. Hay aspectos que pesan de forma ciertamente inconsciente; creemos que algo es más probable cuando es más representativo, que es más fácil recordar algo porque es más importante; el valor tan brutal que poseen para nosotros las conversaciones que mantenemos, y cómo ellas tienen un efecto directo en nuestra toma de decisión. Todo eso apunta a esos tips de aplicación y de garantía de éxito para nuestra victoria política y personal.

Me gusta decir que el ego es positivo para nosotros, pero la clave está en frenar su arrastre; así evitaremos que nos lleve a un mundo imaginario, vacío de realidad… El argentino Juan Manuel Fangio, cinco veces campeón del mundo de Fórmula 1, decía «Siempre hay que tratar de ser el mejor, pero nunca creerse el mejor».

etikpolitica.es @EtikMaite

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