Opinión | Crónicas de la Revo-ilusión
Rafa Dorta
El latido de la utopía
El latido de Al-Magreb vuelve a indagar en las inquietudes que Pablo Martín ya comenzó a desvelarnos en Tal vez Dakar, la primera novela de su trilogía africana. En esta segunda entrega se aprecia el extenso trabajo de documentación que amplifica la narrativa, enriquecida con un juego malabar y no exento de riesgos, que transita entre el ensayo, el libro de viajes y la novela histórica, todo ello aderezado con el suspense que nos conducirá a resolver un misterio teñido de universalidad. La visión de este experto conocedor del continente vecino que construye una compleja obra literaria desde el compromiso y la valentía, modelando un retrato multicolor y lleno de matices, a través de su estilo personal, a la vez directo y reflexivo, de espíritu crítico, pero sin caer en adoctrinamientos, y muy reconocible en las voces de los personajes. Al protagonista, Álvaro Camino, alter ego del autor, que prosigue la senda iniciada en Tal vez Dakar, se le suma ahora una invitada inesperada, su hermana Cárol, que emprende una peripecia en paralelo para saborear de forma casi involuntaria la aventura agridulce del autoconocimiento, con el trasfondo de un auténtico tour de force que representa la realidad social y política acontecida en Marruecos, el Sahara Occidental y Mauritania, tras los procesos de colonización y descolonización, que el escritor canario consigue hilvanar acompañando al lector a visitar hechos históricos cruciales, mediante varios saltos en el tiempo. Se podría concluir que la principal característica de esta novela con varias novelas dentro, a modo de muñeca rusa, radica en los continuos giros, o en las descripciones que abren el objetivo, como si de una cámara de cine se tratase, para llegar a visionar literalmente las escenas que detalla con maestría; pero, además, El latido de Al-Magreb es un homenaje a la gran determinación que muestra Pablo Martín en intentar comprender lo que sucede en unas sociedades tan cercanas, y que curiosamente se nos antojan tan lejanas. Interesarse por nuestros orígenes y las causas de que seamos quienes somos, como el instrumento adecuado para llegar a conocer a ese otro yo, y a todos esos otros yo, enterrados bajo toneladas de miedo, dogmas, prejuicios y convencionalismos. La acertada exposición sobre la enorme influencia de los condicionantes geográficos, culturales y religiosos en el devenir político deja al descubierto las fronteras artificiales que, al igual que hacen los estados nación, levantamos a nuestro alrededor, impidiendo la oportunidad de generar espacios de encuentro, como la llave que abre todos los candados del pensamiento. Pablo Martín ha escrito un canto a la utopía del diálogo entre culturas, dejando un rastro de esperanza, precisamente ahora que retornan vientos de guerra en Europa. El conflicto irresoluble del Sahara es la metáfora perfecta de nuestro conflicto interior. A la espera de que la novela que cierra esta magnífica trilogía llegue muy pronto, as-salaam alaikum Pablo.
dorta@brandwithme.com
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