En pocos sitios se come como en España, eso lo tiene prácticamente todo el planeta claro. Y en cada ranking gastronómico que sale a la luz son los representantes españoles los que suelen ocupar los primeros puestos de las listas. En este caso nos centramos en un análisis de las mejores carnes del mundo. Taste Atlas, una prestigiosa enciclopedia global de sabores y tradiciones culinarias, ha intentado averiguar cuáles son las mejores carnes que se pueden comer en La Tierra. En los tres primeros puestos del top nos encontramos con productos españoles.

El podio de las mejores carnes, según la última actualización de noviembre de 2023, está totalmente dominado por productos españoles. En primer lugar, el "jamón ibérico de bellota" se erige como la opción más destacada, seguido por el "jamón 100% ibérico de bellota" y el clásico "jamón ibérico". Aunque las posiciones han experimentado variaciones, estas tres joyas de la gastronomía española mantienen su liderazgo indiscutible.

Incluso el "jamón serrano", a pesar de descender al noveno puesto en la última actualización, sigue ocupando una posición privilegiada en este exclusivo ranking. Este reconocimiento consolida a las carnes españolas como referentes mundiales y demuestra la calidad y diversidad de la oferta gastronómica del país.

Miles de valoraciones

La lista de los "100 mejores productos cárnicos del mundo" de Taste Atlas, hasta el 30 de noviembre de 2023, se basa en un total de 7.970 valoraciones, de las cuales 5.163 fueron reconocidas como legítimas por el sistema. Este ranking no solo destaca la excelencia culinaria, sino que también cumple con el propósito de Taste Atlas de promover comidas locales, infundir orgullo por los platos tradicionales y despertar la curiosidad por nuevas experiencias gastronómicas.

Con más de 10.000 alimentos y bebidas catalogados, Taste Atlas continúa su misión de explorar y mapear decenas de miles de productos culinarios en todo el mundo. Es importante destacar que los rankings de esta plataforma se basan en valoraciones de usuarios reales, utilizando mecanismos que excluyen valoraciones automáticas, nacionalistas o patrióticas locales, asegurando así la autenticidad y objetividad de las evaluaciones.