Los reproches de Pablo Casado al Gobierno de Pedro Sánchez no cesan. El líder del PP ha atacado este lunes al Ejecutivo de coalición por criticar que el Tribunal de Cuentas (TCu) pone "piedras" en el camino del diálogo con el independentismo. "El Tribunal de Cuentas cumple con su labor. ¿O es que además de ver cómo indultan los presos que han dado un golpe a la legalidad también tenemos que pagar su corrupción y malversación", ha sentenciado el presidente de los conservadores.

Subido a un atril en el que se podía leer "una justicia independiente", Casado ha sostenido que las palabras de la pasada semana del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, asegurando que las causas ante el Tribunal de Cuentas contra exaltos cargos del Govern son "piedras en el camino" en el proceso de diálogo son de "extraordinaria gravedad y no se pueden tolerar". Misma calificación le ha merecido la propuesta que la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha planteado este lunes de "eliminar" estas "piedras" para dejar "protagonismo absoluto" a la política.

Casado ha lanzado esta alegato en defensa de "la separación de poderes, el estado de derecho, en definitiva, la democracia liberal" apenas 24 horas antes de que Sánchez se reúna con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en la Moncloa. En paralelo a ese encuentro, una cuarentena de ex altos cargos independentistas comparecerán ante el Tribunal de Cuentas para conocer la multa millonaria que les solicitan por el presunto desvío de fondos para las 'embajadas catalanas' y el llamado Diplocat.

Perseguir los delitos

"Han malversado para la secesión, están malversando para el adoctrinamiento, están malversando para que la televisión pública insulte a España, están malversando para crear estructuras de estado como las embajadas y ¿resulta que el Tribunal de Cuentas no puede hacerles pagar por lo que han hecho ilegal?", ha preguntado irónicamente Casado en la inauguración de una jornada en Córdoba para preparar la próxima Convención del PP programada para octubre.

A renglón seguido, tirando de sarcasmo una vez más, ha resumido que "no solo hay que desempedrar, sino que el TCu tiene que dejar de investigar a los presos que han dado un golpe a la legalidad". "¿Esto es Venezuela?, ¿esto es Nicaragua?, ¿esto es Cuba?.", ha concluido.

Horas antes, Sánchez ha defendido su "absoluta respeto" por los trabajos que está llevando acabo el Tribunal de Cuentas. No obstante, en una entrevista en la Cadena Ser, ha sostenido que este órgano "no es judicial sino administrativa" y por lo tanto "se pueden recurrir ante los tribunales".

El "acierto" popular

En contraposición a la gestión de Sánchez, Casado ha defendido con ahínco el recurso que presentó el PP contra el Estatut de Catalunya de 2006 y la aplicación del artículo 155 de la Constitución que promovió el Gobierno de Mariano Rajoy. Según ha señalado, su partido estuvo "acertado" en aquellos momentos y ahora seguirán "firmes" ante los "disparates" de Sánchez.

En esta línea, ha aseverado que el PP "no va a comulgar" con las "barbaridades jurídicas, éticas y administrativas" del Ejecutivo de coalición. Además, ha dicho que la aplicación del artículo constitucional demostró que el Estado "tenía los instrumentos para hacer cumplir la ley y preservar la concordia y el orden público". Sobre el recursos al Estatut de 2006, ha explicado que de no ser por el recurso de los conservadores ante el Tribunal Constitucional, ahora el Estatuto en vigor "permitiría los referéndums ilegales y establecería que el máximo órgano jurisdiccional sería el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña", no el Tribunal Supremo.

"Hemos conseguido que en Cataluña siga imperando la ley de una democracia, que es la española y no tengamos como cúspide jurisdiccional al TSJC", ha insistido.