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La nueva carretera de la costa, entre el norte y el sur de las coladas, entra en uso

La denominada carretera de la costa ha comenzado a acoger el tránsito de vehículos entre las dos comarcas que separó la colada del Tajogaite al concluir los trabajos que han supuesto una inversión de 38 millones

La nueva carretera de la costa, entre el norte y el sur de las coladas, entra en usoE. D.

La Palma vuelve a tener dos opciones de conexión entre el norte y el sur del Valle de Aridane. El Gobierno de Canarias ha finalizado los trabajos de la nueva carretera de la costa que se ha abierto al tráfico este jueves, poniendo así punto y final a una obra sin precedentes en la construcción sobre lava reciente.

Con una inversión cercana a los 38 millones de euros por parte del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) se consigue unir el municipio de Tazacorte y la localidad de Puerto Naos, así como facilitar también la mejora de la accesibilidad a las explotaciones agrícolas y viviendas que habían quedado aisladas por la colada.

Se ha abierto al público un tramo de 3,9 kilómetros que conecta las carreteras LP-215 y LP-213, recuperando, así, la conexión norte-sur de la vertiente occidental de la isla con una infraestructura de altas prestaciones, tras haber invertido 38 millones de euros.

Y es que, tras la erupción, las carreteras LP-2, LP-212, LP-213, LP-211, LP-2132 y LP-215 quedaron parcialmente sepultadas por la colada de la lava, que ocupaba una superficie de 1.219 hectáreas, interrumpiendo la comunicación norte – sur en esta zona de la Isla y aislando núcleos poblaciones y explotaciones agrícolas de los municipios de Los Llanos de Aridane, Tazacorte y El Paso.

Particularmente, la población al sur de la colada no podía acceder a la capital, Santa Cruz de La Palma, a través de la ruta habitual LP-2 y LP-3, sino que tenía que dirigirse hacia el sur a través de la LP-2 circunvalando la isla.

Desde el Ministerio informan que con esta intervención se han afrontado retos en una obra «sin precedentes» en la construcción de carreteras sobre lava reciente, con innumerables retos técnicos y ambientales.

Entre ellos la ejecución del viaducto en un plazo de 4,5 meses, la excavación de los desmontes en colada de lava con elevadas temperaturas apenas unos meses después de finalizar la erupción volcánica o el control de accesos y medida de gases tóxicos como medida de prevención para la seguridad de los trabajadores.

También ha permitido la ejecución de mezclas bituminosas en zona de colada caliente, siendo esta la primera vez que se realiza a nivel mundial, y realizando la elección y el diseño del firme de la carretera, que debía soportar unas condiciones de temperatura en su base alejadas de cualquier estándar, se llevó a cabo una extensa campaña de ensayos, acompañada de la realización de un tramo de pruebas a escala real en una de las zonas de más alta temperatura superficial de la traza.

En dicho tramo de pruebas se ensayaron diferentes configuraciones de coronación de explanada y composición de paquete de firme, monitorizando su comportamiento y verificando las correctas condiciones de constructibilidad y resistencia mecánica.

Se ha perseguido también un diseño altamente sostenible, priorizando el uso de los materiales pétreos procedentes de la erupción para la formación de los terraplenes, fabricación de hormigones y firmes.

Sin concluir

Lo cierto es que esta obra es una infraestructura inconclusa, ya que la decisión del Gobierno de Canarias fue la de no incluir en el proyecto la fase del trazado que afectaba a los barrios de Las Marinas, Las Cabezadas y San Borondón, en Tazacorte.

Desde que se anunciara el inicio de los trabajos de esta vía por procedimiento de urgencia, la creación de una plataforma de vecinos afectados trató de evitar lo que denominaban el «volcán de asfalto», que en un primer momento suponía las expropiaciones de vivienda y, tras sus reivindicaciones, la pérdida de superficie recuperable para el cultivo.

Fue la definida como ‘falta de consenso’ entre las administraciones el no concluir por la vía de emergencia el segundo tramo de la carretera de la costa.

El 13 de febrero se emplazó a las administraciones afectadas por la erupción, los ayuntamientos de Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte, y al Cabildo palmero, a que llevaran a pleno su posición al respecto de ese tramo de carretera, y, ante la falta de acuerdos se decidió paralizar la ejecución de la segunda fase de las obras, sobre la que pesaba la reivindicación vecinal.

Ahora, tras una inversión cercana a los 40 millones de euros, la finalización de la conexión norte tendrá que esperar a una decisión de las administraciones competentes, mientas que se ha abierto al tráfico la parte ya concluida.

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