Un triunfo de los vecinos

Ahora, tras una inversión cercana a los 40 millones de euros, la finalización de la conexión norte tendrá que esperar por una decisión de las administraciones

Imagen de las tuberías sobre la fajana.

Imagen de las tuberías sobre la fajana. / E. D.

Un triunfo de los vecinos de los barrios de Las Marinas, Las Cabezadas y San Borondón, en Tazacorte. Así se ha recibido la decisión de los gobiernos nacional y regional de paralizar los trabajos de la segunda fase de la carretera de la costa. Desde que se anunciara el inicio de los trabajos de esta vía por el procedimiento de urgencia, la creación de una plataforma de vecinos afectados trató de evitar lo que denominaban el «volcán de asfalto», que en un primer momento suponía las expropiaciones de vivienda y, tras sus reivindicaciones, la pérdida de superficie recuperable para el cultivo.

El consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, anunció que, por falta de consenso entre las administraciones, no se ejecutará por la vía de emergencia el segundo tramo de la carretera de la costa. Franquis recordó que el pasado 13 de febrero emplazó a las administraciones afectadas por la erupción –los ayuntamientos de Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte, y al Cabildo–, a que llevaran a pleno su posición al respecto de ese tramo de carretera y, ante la falta de acuerdos, se ha decidido paralizar la ejecución de la segunda fase de las obras. Ahora, tras una inversión cercana a los 40 millones de euros, la finalización de la conexión norte tendrá que esperar a una decisión de las administraciones competentes.

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A ese respecto, el presidente del Cabildo, Mariano Hernández Zapata, dijo haberse enterado por los medios de comunicación de la «decisión unilateral» del Gobierno de Canarias de suspender la segunda fase de la carretera de la costa. Por eso, indicó que desde el Cabildo lo que se pretende es dejar claro que «el Gobierno ha sido incapaz de trabajar junto a los vecinos para buscar soluciones viables y de futuro para la Isla». En ese sentido recalcó que «los vecinos propusieron algunas alternativas que ni siquiera fueron valoradas ni estudiadas por el Gobierno de Canarias».

Otro de los señalados por el consejero regional en el proceso de no haber consenso institucional, el alcalde de El Paso, Sergio Rodríguez, indicó a EL DÍA que la decisión de paralizar los trabajos cuando termine la primera fase de la obra es «una sinrazón».

Rodríguez recuerda que la justificación de esta obra estuvo en la unión de las dos comarcas atravesadas por las coladas del Tajogaite «y se hablaba de una capacidad para 20.000 vehículos diarios». Sobre ello, apuntó que «todos los que conocemos el Valle de Aridane», y los tres niveles de vida que conectaban el norte y sur de la colada, «sabemos que entre la LP-2, la vía entre La Laguna y Las Norias y la carretera de la costa, es esta última la que menos tráfico lleva».

El alcalde de El Paso recuerda que la obra se justificó por el paso de <>

Sobre el consenso reclamado por Franquis, el alcalde de El Paso dice no entender que se exija para la conclusión al norte del trazado, cuando en el sur «nadie nos ha preguntado sobre las variaciones que se produjeron hacia Puerto Naos». Recuerda Rodríguez que el primer proyecto «tenía un planeamiento distinto que luego se varió y nadie nos preguntó». Además, se refirió a que no puede opinar sobre una cuestión que afecta sólo a un municipio y entiende que es Tazacorte «quien tienen que dar su opinión respecto a este tema».

Otro de los que se ha pronunciado al respecto es David Ruiz, alcalde de Tazacorte, quien valora como «una victoria» para los vecinos el hecho de que no se concluya esa carretera. De esa manara, apuntó, «desaparece el peligro de ver afectadas sus casas, su entorno y su modo de vida».

Ruiz recalcó que «ha sido una batalla larga», apuntando que desde el Ayuntamiento siempre se ha reclamado una vía para recuperar la conectividad perdida, «pero una vez que se abrió la conexión de La Laguna-Las Norias quedó claro que la estimación que hizo el Gobierno de Canarias, de unos 20.000 vehículos diarios por la futura carretera de la costa, no era realista».

Asimismo, en su condición de alcalde, manifestó con contundencia su compromiso de que la carretera no pasara por los barrios, añadiendo que «ahora que el Gobierno ha rectificado, solo puedo alegrarme por mis vecinos y seguir trabajando por la reconstrucción y la recuperación».

La voz de los empresarios

Los empresarios también han querido pronunciarse al respecto de este asunto y lo ha hecho el presidente de la Federación de Empresarios de La Palma (Fedepalma), David Fuentes, quien ha sido claro al referirse a que «no nos gusta y es una mala noticia» esa decisión.

Destaca que «vamos a perder otra oportunidad» y se lamenta de que los políticos no se hayan puesto de acuerdo para sacar esa carretera adelante, que advirtió, «es necesaria pero que no servirá de nada si no se hace el segundo tramo».

Además, subrayó Fuentes que esto sucede cuando «teníamos garantizado que la carretera iba a cumplir los plazos correctamente» por la emergencia. Y como ejemplo de plazos incumplidos puso la obra inacabada de la carretera del sur, que lleva años en obras, con lo que ello supone para los usuarios de la vía.

El presidente de Fedepalma insistió en que se trata de una oportunidad perdida para la Isla, ya que sostiene que todo el desarrollo del turismo de la zona oeste «va muy enganchado a la construcción de esa carretera».

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