¿Cuánto terreno ha ganado la lava al mar en La Palma?

La colada del volcán de la Cumbre Vieja de La Palma llegó al mar el martes a las 23.00 horas, después de diez días de erupción. La lava discurrió por los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte, término municipal por el que finalmente el magma chocó contra el agua salada tras precipitarse por un acantilado de cerca de 100 metros de altura. Desde entonces el material magmático ha formado un delta lávico o fajana que ya ocupa más de 475 metros de la línea de costa, alcanza la profundidad de 30 metros y se extiende por una superficie de 27,7 hectáreas, el equivalente a casi 28 campos de fútbol.

¿Qué es una fajana?

La palabra fajana es un canarismo que la Real Academia de la Lengua Española (RAE) define como «terreno al pie de laderas o escarpes, formado comúnmente por materiales desprendidos de las alturas que lo dominan». Por su parte, la Academia Canaria de la Lengua precisa que es un «terreno llano al pie de las laderas, escarpes o recodos de los barrancos, formado comúnmente por materiales desprendidos de las alturas que lo dominan, o arrastrados por las aguas». 

¿Cómo se forman?

Cuando la lava impacta con el agua del mar empieza a solidificarse rápidamente mientras sigue amontonándose encima más material volcánico. La acumulación de colada va ganando terreno al agua en forma de abanico según se abre mar adentro.

¿Existen más fajanas en Canarias?

En La Palma ya existen la de Franceses y la de Barlovento. Además, en la costa de Tazacorte hay una creada por el volcán San Juan, en 1949. Esta zona se cubrió con varios metros de tierra de la cumbre palmera y se convirtió en uno de los mejores enclaves para el cultivo del plátano en el Archipiélago. En muchas ocasiones se forman charcos de marea en las fajanas, como por ejemplo en las piscinas naturales de Las Calcosas, en El Hierro. En Tenerife existe una fajana en Punta del Hidalgo; en Gran Canaria, en el Barranco de Cardones; en Fuertevenura, en la costa de Jacomar; y en Lanzarote se pueden ver a lo largo de casi toda su costa, debido a la erupción del Timanfaya, que comenzó el 1 de septiembre de 1730 y duró seis años.

¿A quién pertenece ese territorio?

El terreno que la lava del volcán de La Palma gane al mar es, automáticamente, de dominio público marítimo terrestre, es decir, propiedad del Estado. Forma parte del patrimonio geológico nacional y está sujeto a la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad. La Ley de Costas recoge que los terrenos o islas que estén formadas o se formen por causas naturales en el mar territorial o en las aguas interiores de los ríos, hasta donde se hagan sensibles las mareas, pertenecen al dominio público marítimo terrestre estatal.

¿Conlleva peligro la formación de estas áreas costeras?

Cuando la lava llega al océano se mantiene a unos 1.000 grados, mientras que la temperatura del mar es de apenas 20 grados. Este choque término genera columnas de vapor de agua cargadas con ácido clorhídrico como consecuencia del importante contenido de cloruro en el agua salada. Además, las columnas de vapor de agua contienen diminutas partículas de vidrio volcánico como consecuencia de la reacción que se produce entre la lava y el agua de mar. Este vapor supone un peligro para las personas que visitan o viven en la zona afectada y los vientos en la área dónde se producen estos penachos volcánicos costeros contribuyen a la dispersión de los gases. La inhalación o el contacto con estos elementos irritan la piel, los ojos y el tracto respiratorio, y puede provocar dificultades respiratorias, especialmente en personas con patologías preexistentes.

¿Qué precauciones se deben tomar?

Es imprescindible que quienes se acerquen a la zona de emisión o vivan en las áreas más próximas utilicen mascarillas de tipo FFP2; mantengan las ventanas y las puertas cerradas y coloquen un paño húmedo en las ranuras; y eviten el uso de aparatos de aire acondicionado que se alimenten del exterior.