Las coladas de lava del nuevo volcán que se está formando en el sistema de Cumbre Vieja en la isla de La Palma han llegado al mar después de 10 días de erupción. Toda esa lava, más de 50 millones de metros cúbicos, han discurrido por los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte, término municipal por el que finalmente el magma ha encontrado camino hasta el Océano Atlántico, cayendo desde unos acantilados de cerca de 100 metros de altura y depositándose todo ese material en la plataforma insular desde el pasado martes, a las once de la noche (hora canaria). Desde entonces, esa lava ha estado formando lo que se conoce como delta lávico o lo que los canarios llaman "fajana", que no es otra cosa sino un "terreno al pie de laderas o escarpes, formado comúnmente por materiales desprendidos de las alturas que lo dominan", según la Real Academia de la Lengua Española (RAE).

¿Y cómo se produce esto?

Cuando la lava del volcán de La Palma, que ya empieza a conocerse con el nombre de Tajogaite, impacta con el agua del mar empieza su solidificación de forma muy rápida mientras sigue amontonándose más magma encima ganando terreno al mar en forma de abanico según se abre mar adentro.

En cerca de 48 horas ya se ha depositado tanto material lávico como para cubrir al menos 10 estadios de fútbol con dichos sedimentos acumulados en esta zona, al norte de la Playa de Los Guirres.

Fajana de Franceses

Y no es la primera vez que ocurre en islas volcánicas como Canarias. De hecho, en la propia toponimia insular de La Palma (también en otras islas de este Archipiélago) ha quedado reflejado este mismo fenómenos. Son los casos de Fajana de Franceses y Fajana de Barlovento. En muchos de los casos se han producido asentamientos con el paso del tiempo, en otros se han formado lo que los canarios llaman también "Charcos de Marea".

Fajana de Barlovento