Los estudios que se siguen realizando sobre las costumbres de los antiguos pobladores prehispánicos de la isla de La Palma siguen desprendiendo nuevos datos desconocidos, al menos para el gran público, como es su relación y ofrendas que realizaban a sus dioses del mar. En estos se concluye que los benahoaritas también hacían ofrendas al mar. Esta situación ha sido puesta de actualidad en los últimos días por la estadounidense Asociación Universitaria de Investigación Espacial (USRA), encargada de publicar la conocida Imagen del Día de las Ciencias de la Tierra, y que dedicó una de sus últimas publicaciones a cazoletas existentes en salientes de la costa para realizar ofrendas.

Se trata de unas instantáneas del fotógrafo aficionado palmero José Antonio Arozena, realizadas en la zona conocida como Las Maretas, muy próximas al aeropuerto palmero, y en las que se aprecian como han perdurado al paso del tiempo estos «misteriosos huecos marinos», como califica el autor.

Por su parte, el profesor y presidente de la Asociación Irueme, Miguel Martín, señaló a El Día que estas cazoletas de mar son un tipo de elemento ritual «que se sitúa en la misma costa donde el mar y la tierra se unen». Allí, en esos salientes, cuando las mareas bajas se quedan al descubierto, cumpliendo con su cometido de «adorar el mundo de los espíritus del mar».

Para Martín, «el mar, como alimento de fuente que es importantísimo, era una forma de comunión en el que los humanos derramaban leche y agradecían a esos dioses del mar el alimento que les daba», siendo esta una forma de comunicación, de relacionarse y vincularse al mundo de los espíritus y los dioses.

Por su parte, el autor de la fotografía, Arozena, apunta que la orientación de este conjunto de cazoletas, «en el horizonte y apuntando directamente a donde el Sol sale durante los solsticios», relaciona a los benahoaritas con cultos a la naturaleza.

Además, el historiador e investigador Miguel Martín apunta a que, en la isla de La Palma, «en un lugar pequeño como este», existen más de 140 puntos en los que se localizan estas cazoletas de mar, siendo el caso de Las Maretas, también conocida como Punta del Ganado, donde se localizan el mayor número de ellas, con hasta un total de 300.

El presidente de la Asociación Irueme pone de relieve que estos huecos fueron horadados en la piedra volcánica en esos salientes de mar y, posteriormente, pulidos, utilizando «piedra contra piedra, con un gran esfuerzo», lo que vendría a demostrar lo importante de estos elementos para los benahoaritas dentro de su mundo mágico, cultural y religioso.