La red de balsas públicas de La Palma concluye el invierno con cifras más que positivas, alcanzando el 80% de llenado de su capacidad tras un invierno que ha venido a aliviar la sequía de los últimos años en el campo palmero.

Las once infraestructuras hidráulicas repartidas por toda la geografía insular permiten unos meses de cierta tranquilidad para el sector primario palmero, que había arrastrado racionamientos en el sistema de riego, e incluso para algunos ayuntamientos, que habían tenido que promulgar bandos en los que se restringía el consumo hasta que llegaron las lluvias de este pasado invierno.

Exactamente, según la última actualización del caudal embalsado realizada ayer, la red de almacenamiento del Consejo Insular de Aguas contiene un total 2.765.697 metros cúbicos, que van desde el llenado completo de la balsa de Las Lomadas, en San Andrés y Sauces, hasta el 26 % que almacena la de La Caldereta, en Fuencaliente, donde se tiene que controlar su nivel de llenado por las roturas que ha sufrido.

Cómo referencia se puede tomar la capacidad que tenían los embalses de la Isla en enero del año 2020, que apenas alcanzaban el 38%, o las cifras registradas en mayo pasado, donde por poco se superaba el 41%, con lo cual las cifras actuales permiten mirar al horizonte cercano con cierta estabilidad hídrica.

Además de Las Lomadas, también en San Andrés y Sauces, las balsas de Adeyahamen, Bediesta y Los Galguitos están al 98%, 94% y 86%, respectivamente. El embalse de Puntagorda está al 84% y al 77% la de Montaña de Arco, en el mismo municipio.

La Laguna de Barlovento se encuentra al 81%; en Puntallana, Manuel Remón está al 73%, y en Los Llanos de Aridane, Cuatro Caminos al 72% y Dos Pinos al 64% de su volumen.

Por su parte, el ingeniero de Aguas, Carlos Soler, probablemente el mayor experto del subsuelo y el acuífero de La Palma, utilizó sus redes sociales para rectificar los datos aportados por el Consejo Insular de Aguas referente a la extracción anual que se hace de este bien hídrico. Si los datos aportados se aproximan a los 75.000 millones de litros anuales, Soler eleva esa cifra hasta 20 veces más, lo que le permite seguir incidiendo en su idea de que La Palma tiene mucha más agua de la que necesita.

Para Soler, las cifras aportadas por el Consejo Insular de Aguas “están muy lejos de la realidad”, señalando que la cantidad a la que hace referencia la institución palmera “no es el agua que contiene el acuífero de La Palma, ese volumen es el que cada año obtiene la Isla con la extracción de agua que hace desde galerías, pozos, nacientes y tomaderos”, incidiendo en que “no es lo mismo la cerveza que uno tiene en su caña que la que contiene el barril del tabernero”, explica.

Así, insiste en que “en el acuífero hay 20 veces más agua de la que necesita la Isla y cada año de esta se renueva el 18 %, con lo que cada seis años se podría renovar el agua del acuífero”. Por todo ello, concluye que en La Palma sería una “soberana estupidez” la instalación de desaladoras