El Museo Arqueológico Benahorita ha recibido la donación de materiales indígenas descubiertos encontrados de forma casual hace 46 años.

Este material procede del margen izquierdo de Barranco Seco (Puntallana) y fueron recogidos en 1975, y custodiados por Pelayo Pérez Rodríguez hasta finales de 2020.

El inventario de los materiales recoge que el lote de la donación está formado por 153 fragmentos de cerámica y dos útiles óseos (un colgante decorado con incisiones paralelas y un punzón), señala una nota del Cabildo de La Palma.

Se pueden distinguir 20 fragmentos de cerámica sin decoración; un borde de la Fase I; 6 muestras de la Fase II, destacando una asa decorada por ambas caras; 7 evidencias de la Fase IIIa; 5 pedazos de la Fase IIIb; 2 trozos de la Fase IIIc; 19 fragmentos de la Fase IIId, entre ellos el borde de un cuenco de gran tamaño; 81 muestras de la Fase IVa y 12 de la Fase Ivd.

La consejera de Cultura y Patrimonio del Cabildo de La Palma, Jovita Monterrey Yanes, ha agradecido en la nota el gesto de Pelayo Pérez al depositar en el MAB estas piezas arqueológicas para su custodia y conservación.

Ha destacado que cada vez son más personas las que deciden dar este paso que es en beneficio de toda la población, tal y como reconoce la Ley 11/2019, de 25 de abril, de Patrimonio Cultural de Canarias.

Además ha hecho un llamamiento a los que guardan en sus casas materiales benahoaritas, por pequeños que sean, a que los entreguen a las diferentes instituciones públicas encargadas de velar por la protección y conservación del Patrimonio Cultural de La Palma.

El director del MAB, Jorge Pais Pais, destaca que esta donación permite aseverar que esta parte de la isla, correspondiente al cantón de Tenagua (actual Puntallana), fue ocupada por los benahoaritas desde la primera arribada, en torna al cambio de Era, hasta la llegada de los conquistadores castellanos, en 1492.

"Algunas de las decoraciones, aparte de su gran belleza, destacan por ser únicas o escasamente representadas en la prehistoria palmera.Igualmente es de resaltar las dos piezas óseas, por su buen estado de conservación y, en el caso del colgante, su exclusividad" concluye Pais.