El gobernador de Hawái, David Ige, ha utilizado el boletín de diciembre del Capitolio (la sede el gobierno del Estado) para incrementar de manera notable las posibilidades que tiene el Telescopio de Treinta Metros (TMT, por sus siglas en inglés) de instalarse en Mauna Kea.

La Palma aspira al megatelescopio. El Ayuntamiento de Puntagorda ya concedió incluso la licencia para las obras. Sin embargo, los promotores del TMT, aquellos países que financian su construcción, prefieren quedarse en Hawái. La realidad, para no llevarse a engaños, es que la única opción que todavía tiene la Isla de cambiar la situación es que el acceso a Mauna Kea siga cerrado por los nativos, que consideran la montaña como sagrada, tal y como ha ocurrido en los últimos cinco meses, lo que obligue a activar en plan B, que no es otro que la cima palmera. Esa es la clave.

Sin embargo, no es baladí que David Ige haya utilizado un medio que controla para dar esperanzas al consorcio internacional. En concreto, afirma que "sé que muchas personas solo quieren que despejemos el camino de acceso a Mauna Kea y el Estado está preparado para hacerlo". A renglón seguido, advirtió de que "debe hacerse de una manera que garantice la seguridad de todos los involucrados", lo que implica evitar enfrentamientos directos con los opositores.

El gobernador de Hawái fue un poco más allá para exponer que los responsables del TMT "han acordado muchos cambios en el proyecto para respetar las preocupaciones de los nativos de Hawai". Además, hizo hincapié en que el Consorcio internacional del megatelescopio "también está creando empleos y brindando apoyo educativo para la isla de Hawái". Sostuvo que "el desafío es equilibrar todos los intereses y preocupaciones de nuestra gente y decidir la mejor manera de utilizar los recursos públicos para el mayor beneficio comunitario".

David Ige hace esta valoración después de responder a una pregunta sobre los progresos sobre la situación del TMT. A propósito, indicó que "cada vez más personas se involucran para ayudarnos con los problemas complejos asociados con Mauna Kea, para encontrar mejores formas de hablar entre nosotros como comunidad y reducir las divisiones culturales". Señaló la importancia de un documento elaborado por el alcalde Kim, proclama que denominó 'El corazón de Aloha', y en el que describió un camino a seguir que está "más allá de un sí o un no al proyecto TMT". A juicio del gobernador, "se describe lo que hay que hacer para que los intereses culturales, científicos y ambientales en Hawái puedan apoyarse mutuamente".

Ige ha mantenido encuentros "con activistas nativos de Hawai, líderes comunitarios y socios de TMT" antes de estas declaraciones.

Mientras tanto, los promotores de este telescopio siguen haciendo guiños un día sí y al otro también a la comunidad hawaiana, una estrategia que se refleja en las redes sociales. "El telescopio de treinta metros dará oportunidades de empleo muy necesarias para que las empresas ayuden al desarrollo, las operaciones y el mantenimiento de TMT. Durante la línea de tiempo de construcción de 8 a 10 años, TMT creará alrededor de 300 trabajos de construcción locales y especializados. Una vez que el telescopio se complete, TMT va a gastar alrededor de 26 millones de dólares al año en operaciones de observatorio y empleará alrededor de 140 empleados. El compromiso de TMT es llenar estas posiciones con el mayor número posible de residentes de Hawái".