El grupo de gobierno en Santa Cruz de La Palma, formado por el Partido Popular y Coalición Canaria, ha tardado más dos meses en presentar su programa para el nuevo mandato, pero tanto el alcalde, Juanjo Cabrera, como el primer teniente de alcalde, el nacionalista Toni Acosta, no han dejado escapar la oportunidad para advertir de que será un ejecutivo para los próximos cuatro años, con independencia del color y del devenir político del Cabildo, donde no hay que olvidar que gobiernan populares con socialistas tras una moción de censura contra Nieves Lady Barreto (CC).

Y es que tanto el regidor municipal como su número dos han hecho especial hincapié en que pese a lo que ha ocurrido desde el punto de vista político en la institución insular, no han sufrido "ni presiones ni llamadas" desde sus partidos para intentar alterar la situación. Ni como venganza (CC) ni como recomendación (PP). La idea es que sea un acuerdo "para todo el mandato", aunque son conscientes de que es una durabilidad que tampoco nadie puede garantizar: "También en las familias hay enfados", sentenciaron.

Esa relación entre ambos partidos se fundamentará "en la confianza y el compromiso". Cabrera desveló que "tengo conversaciones cada día con Acosta", entendiendo que esa comunicación entre ambas partes "y la coordinación" entre PP y CC serán fundamentales para llegar juntos hasta el final de mandato. "Cuando firmo un documento, y no solo en política, ese documento va a misa", enfatizó el alcalde.

Sobre el programa de gobierno, sin novedades en lo previsto. Los problemas en Santa Cruz de La Palma son en realidad evidentes para cualquier ciudadano; otra cosa son las soluciones. A propósito, la prioridad es crear aparcamientos, una carencia que ahoga a la ciudad, pero también dinamizar la playa, con zonas de restauración; lograr la cesión de la Casa del Césped, propiedad de la Autoridad Portuaria y que lleva lustros cerrada en el 'corazón' del casco urbano; la accesibilidad a la Quinta Verde, poner en marcha el ascensor urbano, también la escuela infantil, negociar la adquisición del Castillo de Santa Catalina... Negro sobre blanco, pero sin plazos de ejecución. Parece excesivo, una carta de los Reyes Magos, para solo cuatro años. "Sí, es un programa ambicioso", refrendó Juanjo Cabrera.

Otra de las cuestiones en las que se centrará el ejecutivo capitalino es en eliminar la deuda de tres millones de euros del plan para pagar a proveedores. Los dos actores principales del gobierno municipal defendieron que es un objetivo "que se podría lograr en los próximos dos años", pero la celebración de las Fiestas Lustrales en 2020, con el gasto que conlleva, hará que el objetivo se alargue en el tiempo, aunque siempre dentro de esta legislatura.