Patrimonio histórico | Un inmueble que quiere salir de la ruina

La Laguna recupera una casa emblemática del casco histórico de la ciudad

El número 34 de esta calle del casco histórico, que sufrió un desplome en 2021, albergará un establecimiento extrahotelero

Primeros pasos para que el inmueble del número 34 de la calle San Agustín, en pleno casco histórico de La Laguna, abandone la situación de ruina en la que se encuentra. La casona, que saltó a la actualidad a mediados de 2021 debido al desplome parcial de dos de sus plantas, tiene nueva propiedad, que ya trabaja en ella. Es el desenlace a unos años en los que la vivienda estuvo cerca del abismo. Su pésimo estado, una titularidad difusa y la necesidad de una potente inversión económica para reflotarla componían un cóctel urbanístico de inciertas consecuencias.

Ahora, salvada la integridad del edificio, se pretende conservarlo completo pero con un uso adaptado al siglo XXI. Continuará siendo una casa emblemática. Y es que la idea de sus dueños es que tenga un uso alojativo ajustado a una tipología con esa denominación: casa emblemática. Según recoge la normativa, son establecimientos extrahoteleros que desarrollan su actividad en inmuebles ubicados en suelo urbano consolidado no turístico y cuya edificación constituye un bien de valor patrimonial.

San Agustín recupera  una casa emblemática

Una imagen interior del inmueble. / Andrés Gutiérrez

Esta inversión y aventura de rehabilitación la ha asumido una empresa familiar lagunera: Antonino Jorge Bilbao SL. Es una promotora cuyos socios son arquitectos y que cuenta con experiencia en rehabilitación. Este proyecto es uno de los de mayor calado que han emprendido en los últimos años. Ya lo tienen todo en marcha. En diciembre comenzaron con las primeras actuaciones y en ellas siguen.

Hasta que ha llegado la salvación, este inmueble tiene una historia muy curiosa detrás. El largo y farragoso proceso judicial por su titularidad está detrás de su pésimo estado, pese a estar catalogada por su interés arquitectónico y a que se encuentra en un lugar privilegiado de una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Todo comenzó cuando a principios de este siglo, el entonces propietario dejó en herencia el inmueble a la congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. En el testamento, este vecino puso como condición que la casona fuera un geriátrico. Su decisión supuso un alivio entonces para la congregación. Pero el paso de la titularidad a las Hermanitas se retrasó durante años debido a que un hermano del donante denunció una supuesta falsedad en la firma del testamento. El Tribunal Supremo confirmó las sentencias previas y en 2011 avaló que San Agustín 34 era de las religiosas. El lío no quedó ahí. Las Hermanitas no pudieron asumir el inmueble. Había que invertir mucho dinero. La propiedad volvió a la familia del vecino que la quería dejar en herencia. Y ha acabado en las manos más prometedoras.

San Agustín recupera  una casa emblemática

Vista desde la casa sobre los tejados de la ciudad. / Andrés Gutiérrez

Un reto. A pie de obra, el arquitecto Antonino Jorge Mejías se muestra ilusionado con el reto. «Esto no es por rentabilidad, sino que somos un estudio de arquitectura y, a su vez, nos motivan estos proyectos», explica. «Nos gusta la arquitectura tradicional y lo que queremos es intervenir para recuperar la casa y tener un inmueble singular», precisa, antes de señalar que también un elemento «determinante» para dar el paso fue el vínculo familiar con la ciudad. «Esto lleva mucho, mucho tiempo; de ahí que no sean operaciones rentables por el esfuerzo tan grande que requieren».

El inmueble. La casa tiene encanto, empezando por la fachada, actualmente recubierta para su protección. Fue diseñada por Mariano Estanga (1867-1937), un arquitecto de origen vallisoletano que tuvo una notable actividad en Canarias. De puertas adentro, alberga 700 metros cuadrados marcados por un estilo ecléctico. Una galería semicerrada desemboca en un pequeño traspatio. Al fondo, en mitad de la ruina y de los elementos propios de una obra, cae una enredadera. Hay rejas antiguas, pilastras de hierro, puertas de grandes dimensiones…

Camino difícil. A juzgar por la situación previa, y aunque el que se ha dado es solo el primer paso, su estado actual ya puede ser considerado un logro. Como se recordará, el 5 de julio de 2021, hacia las 20:30 horas, se escuchó un estruendo en esa zona de la calle San Agustín. Dos de sus plantas habían colapsado. Tal era el peligro que se optó por posponer una inspección hasta que existiese un plan que garantizara la seguridad. Había tanta inestabilidad en la fachada que se tuvo que instalar un vallado en torno a la construcción y que inicialmente cortaba prácticamente entera San Agustín. Sería ya en septiembre de 2022 cuando se pudieron dar por finalizadas las medidas cautelares.

San Agustín recupera  una casa emblemática

Un detalle de la vivienda. / Andrés Gutierrez

Preocupación. En realidad, la preocupación y la carga para la Gerencia de Urbanismo venía de lejos. La fachada se encontraba sin mantenimiento y se dictó en 2010 una orden de ejecución. Llegado 2020, y ante el creciente deterioro, se iniciaron los trámites para la declaración de ruina. Según explican en Urbanismo, cuando se trata de un inmueble catalogado con valores patrimoniales, aquella nunca conlleva la demolición, sino que obligatoriamente se ha de proceder a su reconstrucción. Para complicarlo todo, existía de fondo el mencionado conflicto en torno a la propiedad. El problema pareció empezar a resolverse en el transcurso de 2023 cuando apareció un nuevo dueño. Pero aquello no pasó de un espejismo. A la vista del volumen de la intervención, este desechó la posibilidad de rehabilitar la vivienda y optó por ponerla nuevamente en el mercado. Y fue ahí cuando apareció la empresa Antonino Jorge Bilbao SL.

Las obras. Ahora, los trabajos están amparados por la declaración de ruina. Son unas labores de carácter preliminar y para el total aseguramiento del edificio, a los que seguirá el grueso de la obra. «Estamos yendo con mucha lentitud. Nos encontramos en intervenciones muy delicadas, desmontando vigas para instalar refuerzos y actuando con mucho cuidado», describe Mejías. «Es el peor momento, en el que menos se avanza», añade antes de apuntar que en las fases siguientes el ritmo cambiará sustancialmente. En concreto, y una vez que la fachada no corre riesgo, él y su equipo están centrados en los forjados.

El nuevo uso. Uno de los elementos destacados de la actuación es que los actuales propietarios tienen previsto asumir la explotación de esa casa emblemática que quedará tras la obra. En cuanto al número de habitaciones y otros detalles, el arquitecto expuso que son aspectos que todavía han de ser perfilados, dado que se requiere para ello del posterior proyecto de actividad. Sea como fuere, la idea pasa por unas diez o doce estancias, que vendrían a completar la oferta alojativa del casco.

Edificio desbloqueado. Mientras la empresa mira al futuro y a las actuaciones que les esperan en el inmueble, la Gerencia de Urbanismo respira. «Se ha desbloqueado la situación de ruina inminente de un edificio situado en una de las principales calles de nuestro conjunto histórico», señaló la jefa del Servicio de la Unidad de Gestión del Casco Histórico, Beatriz Simón, que agregó que en los últimos años habían tratado de apoyar y asesorar a quienes se interesaron en el inmueble, y que así ha ocurrido también con los actuales dueños. «Nosotros, como administración, los apoyamos técnicamente en todo lo que necesiten y para todas las dudas que se les presenten». Asimismo, puso de relieve que no se va a perder «la unidad de casa», un supuesto que preocupaba en Urbanismo porque hubiese significado el fraccionamiento de la propiedad y complicado su mantenimiento a largo plazo. Las sensaciones por parte de los dueños también son positivas. «Estoy muy contento con los técnicos de la Unidad de Gestión del Casco», resalta Jorge, que agradece la atención de Luciano Santos y, particularmente, de Beatriz Simón. «El trato ha sido inmejorable; da gusto llegar a un ayuntamiento para hacer una intervención como esta y que veas que tiene apoyo», celebra.