Pueblo Hinojosa se convierte en el epicentro de Halloween en Tenerife

Miles de personas recorren las calles de esta urbanización próxima a la Finca España ataviadas con disfraces

El fenómeno en la zona acumula años sin parar de crecer

D. R.

Pueblo Hinojona no es Wisconsin, Baltimore, Dallas ni ninguna otra de esas ciudades estadounidenses en las que el mundo se paraliza por Halloween; pero por un día al año lo parece. La urbanización lagunera, enclavada entre Finca España y La Verdellada, volvió a convertirse este martes en el epicentro de Halloween en Tenerife. Varios miles de personas se concentraron en sus calles ataviadas con disfraces propios de esta celebración. El fenómeno va a más, no para... Cada vez más gente, más niños, más padres. Y eso que son ya unos años los que suma de crecimiento.

Ni siquiera hizo falta que oscureciera para que comenzara una actividad frenética en la zona. Entre las 17:00 horas y la una de la madrugada tenía estipulado el Ayuntamiento de La Laguna que habría fiesta en la Urbanización Pueblo Hinojosa y, al menos el comienzo, se ajustó a esas previsiones municipales.

«Es increíble la cantidad de gente que hay». La frase es de Ariadna Pérez, que acompañaba a su hija de ocho años. Eran alrededor de las 20:00 horas y ya las escenas eran de desborde. Allí se daban cita grupos enormes de niños y jóvenes, en muchos casos vinculados por pertenecer a la misma clase, centro deportivo o academia de inglés. También había padres con sus hijos de forma más independiente. Era el caso de Ariadna. «Mi hija todavía es pequeña para salir sola, pero sí ha oído hablar de la fiesta que hay aquí y me ha estado insistiendo en que viniéramos», explicó.

Pérez insistió en su sorpresa con la cantidad de asistentes. «Yo la verdad es que nunca había venido. Había visto fotos en las redes, de las típicas que te pasan por WhatsApp..., pero esto es una pasada. No me lo esperaba así», manifestó. «No lo tengo claro si me gusta o no; quizá es que tiene su lado bueno y su lado menos bueno, por ser más consumista y raro», expresó al ser preguntada por las sensaciones que le produce esta festividad.

La imagen en los alrededores estaba marcada por la diversión y por creaciones de toda clase, desde la de aquellos que reciclaban algún disfraz que ya habían utilizado antes a los que habían preparado incluso mecanismos novedosos y hechos a conciencia para asustar. «Hay que reconocer que hay quienes tienen una imaginación increíble y mucha gente que se lo curra muchísimo con los disfraces», apuntó David González, otro padre que había acudido junto a sus hijos a Pueblo Hinojosa. En este caso se trataba de dos jóvenes de 14 y 15 años, pero a los que prefirió llevar y esperar para que no tuvieran que estar haciendo solos el trayecto.

Disfrute juvenil

«Mi opinión es que es una celebración que ha calado bastante y que a toda la juventud la entusiasma. Puede ser que de primeras choque un poco, porque resulta algo importado que está metido aquí con calzador, pero después ves lo bien que se lo pasan ellos y, al menos en mi caso, la imagen ha pasado a ser más positiva», dijo. «Llevan un par de días preparando los disfraces e intentando mejorarlos con los amigos», apuntó González. «Para que estén pegados al ordenador o haciendo otra cosa, esto me parece mejor», señaló.

Y seguían llegando fantasmas, brujas y otros personajes de terror a Pueblo Hinojosa... A las 20:15 horas, la cola en sentido subida se prolongaba desde el comienzo de la Vía de Ronda hasta la entrada de La Verdellada. Desde el Ayuntamiento explicaron que estaba prevista la presencia en el lugar de un equipo de cuatro agentes y un mando por parte de la Policía Local, así como de seis efectivos de Protección Civil, para un operativo que se prolongaría desde las 17:00 a la 1:00 horas.

«Es impresionante el atasco que hay armado ahora mismo», indicó José Álvarez, que había acudido a Barrio Nuevo a un compromiso familiar. «Yo no tenía ni idea de esto. Vine desde Güímar porque había quedado aquí con un pariente y me encuentro con esto», lamentó. «La gente se lo pasa bien, eso está claro; pero a mí esto nunca me ha encajado del todo», comentó. «Sobre esa zona que dices, Pueblo Hinojosa, no sabía ni que existía», planteó al ser preguntado por esta especie de capital de Halloween en la Isla. «Yo lo único que sé es que acabo de aparcar de rebote porque iba saliendo uno, que, si no, podía estar dando vueltas hasta mañana, tener que aparcar al final en una cuneta o verme volviendo a Güímar otra vez y haber perdido el viaje», dijo mitad en broma, mitad en serio.

Más allá de la cantidad de gente, una de las principales particularidades del lugar es la implicación de los vecinos, que adornan sus casas para la ocasión. Ese fue el germen para que años atrás la fiesta de Halloween de esta urbanización comenzase a despuntar. En aquel momento, y dada la menor afluencia, los vecinos podían entregar más golosinas a los más pequeños, mientras que ahora se hace un poco más complicado. Desde una de las viviendas señalaban que es tal el volumen de visitantes que sería imposible, por el coste económico, y dado que se trata de una actividad altruista, poder tener los «suministros» suficientes para todos aquellos que pasan por allí durante la tarde-noche del 31 de octubre.