Historia del nazismo

La Villa Goebbels de las afueras de Berlín, a precio de saldo

La casa de campo de Joseph Goebbels, el ministro de la Propaganda de Adolf Hitler, fue construida sobre un solar de 17 hectáreas cerca del lago y ciudad de Wandlitz, en el 'Land' de Brandeburgo

Hitler y Goebbels durante un paseo por el Obersalzberg en junio de 1943

Hitler y Goebbels durante un paseo por el Obersalzberg en junio de 1943

Gemma Casadevall

La idea de "regalar" la destartalada Villa Goebbels, a unos veinte kilómetros del centro de Berlín y en una idílica región boscosa con hermosos lagos, ha abierto la caja de los truenos entre partidos de izquierda, organizaciones antifascistas y el colectivo judío. Se trata del lugar donde se instaló con su familia "el arquitecto del más siniestro aparato propagandístico de la historia de la humanidad", advierte la Asociación de los Judíos Europeos (EJA). La casa de campo de Joseph Goebbels, el ministro de la Propaganda de Adolf Hitler, fue construida sobre un solar de 17 hectáreas cerca del lago y ciudad de Wandlitz, en el 'Land' de Brandeburgo. Se cae a pedazos y desde el año 2000 está inutilizada. El jerarca nazi recibió el solar en 1936 como un regalo de las autoridades de Berlín. Lo convirtió en su residencia y oficina, con 30 habitaciones. Suficientes para él, su esposa, Martha Goebbels y los seis hijos que, como el fanático matrimonio, murieron envenenados en su búnker berlinés, tras el suicidio de su führer, el 1 de mayo de 1945.

El lugar es ahora propiedad de la ciudad-estado y capital, Berlín, cuyo responsable de Finanzas, el conservador Stefan Evers, apuntó a la posibilidad de regalarlo o venderlo por un euro. Más que una propuesta, era una provocación ante el conflicto de intereses entre su 'Land', el de Brandeburgo y las autoridades del distrito. Simplemente, nadie quiere asumir los 35 millones de euros que se estima costaría restaurarlo. Tampoco los cuatro millones calculados para demolerlo, lo que por otro lado contraviene las normas de conservación del patrimonio.

Para el alcalde de Wandlitz, Oliver Borchert, de una agrupación electoral local, el propósito del ministro berlinés es, en realidad, un despropósito. Recuerda cómo cuatro años atrás un grupúsculo neonazi llamado El Reino Alemán pretendió adquirirlo, lo que presuntamente lo habría convertido en un lugar de peregrinaje para nostálgicos del Tercer Reich o ultraderechistas actuales.

La Izquierda de Brandeburgo, así como organizaciones de activismo antifascista, añaden otro referente más reciente: la reunión que identitarios, neonazis y miembros de la ultraderecha parlamentaria, Alternativa para Alemania (AfD), mantuvieron el pasado noviembre en Potsdam, la capital de Brandeburgo, en que se abordó la posibilidad de expulsar a millones de ciudadanos de origen extranjero. La existencia de esa reunión, revelada por el periodismo de investigación, sacudió conciencias y derivó en marchas multitudinarias contra la ultraderecha. La reunión había tenido lugar en una villa perfectamente restaurada, ideal para este tipo de citas.

El idílico Wandlitz y sus fantasmas

No es el único problema que tiene Wandlitz con el pasado. Durante años fue objeto de debate cuál sería el destino de la llamada Colonia Honecker. Ahí tuvo su casa de caza Erich Honecker, el jefe de Estado y del partido en la extinta República Democrática Alemana (RDA), el hombre que ordenó la construcción del Muro de Berlín. Finalmente se readaptó como espacio natural, incluidas las construcciones de la colonia, envuelta entre los espléndidos bosques brandeburgueses.

En directa vecindad con la Villa Goebbels está otro inmenso solar, diez veces mayor, donde el régimen germano-oriental construyó la Escuela Superior para las Juventudes Comunista (FDJ). Es actualmente un mamotreto gigantesco de naves igualmente destarladas y en desuso desde hace un cuarto de siglo.

Para el rabino Mechaen Margolin, presidente de los judíos europeos agupados en la EJA, el mejor destino para la Villa Goebbels es convertirla en centro de documentación sobre la propaganda nazi. Un lugar que invitaría también a la reflexión y a la lucha contra la "difamación y los mensajes de odio".

El debate en torno a la villa donde, según los biógrafos, Goebbels escribió sus incendiarias arengas, incluido el discurso del "¿Quéreis la guerra total?", ha tomado fuerza a meses de las elecciones regionales de Brandeburgo. La AfD podría convertirse en la primera fuerza, según los sondeos. Actualmente gobierna en el 'Land' una coalición liderada por el socialdemócrata Dietmar Woidke, en tripartito con conservadores y verdes. Es una de las constelaciones surgidas en el este del país entre socios contra natura, pero unidos en el propósito de evitar el ascenso al poder de los ultras.

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