Cada vez son más los jóvenes que deciden realizar durante varios meses, e incluso un año, un programa de cooperación internacional en Europa o bien en otro continente.

Los planes que existen son múltiples y cada uno de ellos dedicado a una actividad en concreto, entre los que se encuentran labores de construcción y rehabilitación de viviendas, clases de refuerzo académico o servicios de higiene básica, entre otros, para que así cada persona decida qué actividad realizar en función de sus preferencias u objetivos.

Alberto Muñoz, director de comunicación de Cooperación Internacional ONG ha percibido que se ha producido una mayor demanda por parte de la gente joven que se encuentra estudiando a realizar un campo de trabajo. "Se quieren involucrar como una manera de ayudar a los demás, de tal forma que cada uno pone su granito de arena en la actividad que desee y para ello deberá realizar con antelación un cursillo como formación", explicó.

Asimismo, Muñoz añadió que los programas de cooperación internacional cuentan con una duración aproximada de 20 días y lo suelen realizar jóvenes profesionales que ya han hecho con anterioridad un voluntariado. Entre estos jóvenes se encuentra la politóloga Elisabeth Llamas, quien decidió viajar hasta Katmandú (Nepal) con una fundación para hacer un voluntariado en una casa de acogida de niños y niñas de entre 3 y 16 años.

"Mi trabajo era ayudar a los niños a hacer los deberes, pasear con ellos y organizar actividades lúdicas para su tiempo libre", explicó Llamas, quien valoró esta experiencia como "la más gratificante" y con la que más ha aprendido en toda su vida. Esta politóloga de 24 años siempre ha tenido claro lo que quería.

"Desde pequeña veía los anuncios de Médicos Sin Fronteras y me emocionaba, por ello es que decía que quería ser doctora", relató.