Un Archipiélago de fauna infinita

En 2020 se describieron 44 especies y 9 subespecies nuevas de animales terrestres de Canarias totalmente desconocidos para la ciencia

Gorgojo gomero de las margaritas.

Gorgojo gomero de las margaritas. / Pedro Oromí

Pedro Oromí

A lo largo del año 2020 se describieron 44 especies y 9 subespecies nuevas de animales terrestres de Canarias, es decir, que eran totalmente desconocidos para la ciencia. Entre ellos se encuentran 3 ácaros, 2 gusanos poliquetos (miñocas), 1 caracol fósil, 33 coleópteros (escarabajos y gorgojos), 11 palomillas y 3 abejas. Todas estas especies y subespecies nuevas son endémicas del archipiélago salvo una, que es compartida con Madeira. De estas 53 novedades para la fauna canaria, 37 han sido descubiertas, estudiadas y descritas por científicos canarios, bien integrados en instituciones como la Universidad de La Laguna, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el Instituto de Productos Naturales del CSIC de La Laguna, el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, o bien particulares que también colaboran en el avance científico con especial dedicación y experiencia. Afortunadamente pasaron los tiempos en que el estudio de las especies silvestres canarias lo llevaban a cabo casi exclusivamente botánicos y zoólogos extranjeros, que visitaban las islas atraídos por sus peculiares flora y fauna. Y el descubrimiento de especies canarias nuevas para la ciencia en 2021 no es menor que en 2020…

El proceso de descubrimiento y descripción de una especie nueva implica una ardua tarea de prospección de todo el territorio insular, buscando en hábitats anteriormente poco estudiados como el interior del suelo, las cuevas, las aguas subterráneas, la zona intermareal, o actuando en horas nocturnas para sorprender a especies que se ocultan de día. Sin embargo, la fase más laboriosa no es el trabajo de campo sino el subsiguiente en el laboratorio, cuando deben estudiarse los ejemplares para identificarlos como posibles especies ya conocidas, bien mediante consulta de los innumerables trabajos ya publicados, o comparando con material de colecciones existentes en las islas, en la Península o en el extranjero. Una técnica muy útil usada modernamente es la secuenciación de determinados genes de su ADN, y su comparación con secuencias de otras especies próximas ya existentes en bancos de datos internacionales; este proceso ha permitido en muchas ocasiones desenmascarar especies crípticas que se parecen enormemente a otras ya conocidas, pero cuya genética nos indica que son distintas y deben considerarse novedades para la ciencia. Cuando algún ejemplar estudiado no coincide con ninguna especie conocida, el científico especialista decide que se trata de una especie nueva, y pasa a describirla publicándola en revistas especializadas, previa revisión y aprobación del manuscrito del artículo por otros especialistas internacionales para garantizar su calidad científica.

La gran variedad de animales de nuestra fauna terrestre, que de acuerdo con el Banco de Datos de Biodiversidad de Canarias incluye actualmente 9.037 especies distintas conocidas, no solamente supone una elevada diversidad para un territorio tan limitado, sino también un gran interés científico por su elevado porcentaje de especies endémicas, que ronda el 40%, valor inigualado en el ámbito europeo. La gran diversidad de especies animales se debe a la variedad de ecosistemas y hábitats existentes en Canarias, promovida por factores geográficos y bioclimáticos: la distinta orografía de las islas, la orientación norte/sur, el relieve accidentado, el contraste entre la franja de influencia de los vientos alisios húmedos con zonas más secas de altitudes superiores e inferiores, etc. Por otro lado, el alto porcentaje de endemismos se debe al relativo aislamiento geográfico del archipiélago y al proceso conocido como evolución insular, que a lo largo de miles y millones de años ha promovido que las especies animales que consiguieron colonizar las islas se diferenciaran genéticamente de sus ancestros continentales, siendo ahora especies únicas en el mundo. Otras, aunque las menos, eran especies que poblaban también zonas del Mediterráneo o el Norte de África, y que por cambios climáticos se extinguieron en el continente quedando solo en Canarias como reliquias del pasado. La fragmentación del archipiélago en varias islas es un factor añadido de aumento de diversidad, pues estos procesos de evolución actúan también de forma local, de modo que muchos de los endemismos lo son de cada una de las siete islas mayores (La Graciosa está tan cerca de Lanzarote que su aislamiento es casi nulo a efectos evolutivos). Las islas que tienen más endemismos en común son Lanzarote y Fuerteventura, debido no solo a su cercanía sino también a que durante largos lapsos de tiempo, sobre todo en períodos glaciares, el nivel del mar estaba más bajo y constituían un único bloque emergido, sin aislamiento entre ellas para el trasiego de especies animales; a esta gran isla del pasado se la ha denominado Mahan.

Todas las demás islas han estado aisladas desde su origen, pues cada una emergió independientemente por vulcanismo del fondo marino, que yace siempre a más de 2000 metros de profundidad. Esta valiosísima diversidad animal no debe ser un simple motivo del cual presumir, sino que debemos implicarnos en su conservación, a lo cual se dedican la comunidad científica, la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria (ACBC), los Parques Nacionales y diversos organismos de la administración autonómica e insular. Nuestra tarea es ahora imbuir en toda la sociedad canaria el conocimiento de la biodiversidad e implicarla en el respeto por la naturaleza.

En lugar de vivir en un lugar seco, Cyphocleonus garajonay fue descubierto en los bosques de laurisilva de Garajonay, concretamente en los prados de margaritas silvestres. Se dudó si estaba emparentado con un gorgojo de las Cañadas del Teide pero en 2020 el científico alemán Peter Stüben acabó determinando, tras un estudio genético, que era una especie nueva. El tamaño de este escarabajo es de 2 cm, uno de los más grandes de Canarias. Su larva vive en el interior de los tallos muertos de la mata de las margaritas y allí se desarrolla hasta que está preparado para salir al exterior, donde continúa habitando y alimentándose del polen de la flor. Al parecer, el gorgojo se lanza al suelo cuando se ve amenazado y se coloca panza arriba para que se le confunda con la tierra, de tonos similares a su abdomen.