Elecciones Europeas 9J | Javier Mendoza Profesor de Economía de la Universidad de La Laguna

Javier Mendoza: «La guerra israelí pone a la Unión Europea frente a sus contradicciones»

A las puertas de las elecciones europeas, los resultados pueden ser muy importantes en un momento de tensión

Entrevista a Javier Mendoza sobre las europeas

Entrevista a Javier Mendoza sobre las europeas / Arturo Jiménez

Verónica Pavés

Verónica Pavés

¿Se atrevería a anticipar cómo puede quedar la distribución del Parlamento Europeo?

Pronósticos como tal no. Parece haber una tendencia a romper el equilibrio tradicional de las cuatro grandes familias para que entren otros grupos. La clave aparte de los resultados, que apuntan a que el Partido Popular Europeo pueda seguir siendo un grupo mayoritario, es cómo serán las alianzas luego. Es decir, si van a virar más hacia la extrema derecha, o si Los Verdes van a servir como contrapunto para soportar las mayorías tradicionales.

Estamos viendo una Europa más extremista, ¿cómo puede afectar esa polarización a los retos que tiene ahora mismo los 27, como la migración, el cambio climático, la guerra?

Es posible que empeore la convivencia. Dependiendo de los resultados de hoy veremos posiciones más extremistas cuando Europa siempre se ha basado en el diálogo. Y si bien ya no está tan presente el riesgo de ruptura de la Unión Europea, lo que se plantea es una reforma y un parón a la integración de nuevos países que se ha llevado a cabo en el último medio siglo para centrar el foco en situaciones como la inmigración con posturas también que van contra de la Agenda 2030, el cambio climático. ¿Cómo nos puede afectar? Las prioridades políticas probablemente cambiarán y el ambiente bélico no ayuda a que todos vayamos una. Al final el foco pasará de lo importante a lo urgente, y eso afectará a la lucha contra el cambio climático aunque este ya sea urgente e importante.

Cuando habla de detener la integración, ¿en qué situación se quedaría, por ejemplo, Ucrania?

Ucrania es uno de los países candidatos, pero también están Los Balcanes o Turquía. Ucrania ahora mismo está recibiendo una fuerte ayuda europea, así que depende también de cuál sea el resultado de la guerra cuando acabe. Si al final Rusia acaba conquistando la parte del Donbás de Ucrania y puede que sea más probable que haya un acceso de lo que quede de Ucrania en la Unión Europea.

"Las prioridades políticas en la UE probablemente cambiarán y el ambiente bélico no ayuda a que todos vayan a una"

¿Cuáles cree que son las razones que llevan a Europa esa radicalización que estamos viviendo?

Esto no solo está ocurriendo en Europa, lo vemos en todo el mundo. Hay dos cuestiones. La primera es de tipo social porque hay un sentimiento generalizado de que la política no está dando respuesta a los problemas del día a día. Esto conduce a buscar soluciones fáciles a problemas complicados. Una segunda cuestión es que, cuando cada hay más días históricos –el brexit, la secesión de Cataluña o la pandemia son ejemplos de ello– es natural que empiecen a aflorar los miedos. Y cuando esto sucede, uno tiende a enrocarse en posiciones defensivas y a formar grupos, que pueden tender a la radicalización.

Algunos líderes europeos han dejado caer la posibilidad de que la guerra entre Rusia y Ucrania se extienda por el continente, ¿lo ve como una posibilidad factible?

No soy yo experto en temas militares ni tengo ganas de serlo, pero no lo creo. Y no lo hago por varias razones. La primera es que porque ahí entraría en juego la OTAN, que ya son palabras mayores. Y en segundo lugar, porque la experiencia de Rusia en Ucrania no ha sido la que se esperaba el gobierno ruso. Está siendo una guerra de mucho desgaste y habría que justificarlo internamente muy bien.

"No creo que el conflicto entre Rusia y Ucrania se extienda, está siendo una guerra de mucho desgaste"

Y qué me dice de la situación entre Israel y Palestina, ¿podría permear al resto de países del Oriente Próximo?

Espero que no y tampoco lo creo. De nuevo, no soy experto en geopolítica, pero creo que si no ha ocurrido ya, no sucederá. No parece que a Israel le interese una escalada de ese nivel, porque cuenta con el apoyo de Estados Unidos que también tiene muy buenas relaciones con el resto de países de Oriente Medio. Por eso, más allá de la desgracia que está sucediendo en Palestina, que a lo mejor puede extenderse una parte al Líbano, no veo el conflicto israelí extendiéndose más allá de estas fronteras.

Lo que está claro es que, con dos guerras en el foco, Europa se está preparando para un enfrentamiento bélico.

Tenemos dos guerras en el foco, aunque hay más conflictos en el mundo. Ahora lo seguimos casi todo al minuto y tenemos una sensación de mayor conflictividad o de que las cosas van mucho peor de lo que están en realidad. El conflicto entre Israel y Palestina pone a la Unión Europea frente a varias contradicciones y ahí sí que hay mucha menos unanimidad. El hecho de que unilateralmente, países como España, como Eslovenia, Noruega o Irlanda, reconozcan el estado de Palestina es un signo de esas contradicciones.

"Hay gente que se está adaptando a vivir con compañeros de piso y a pagar 500 euros por una habitación"

Estados Unidos está manteniendo una postura cómoda en ambos conflictos, pero choca de manera frontal con la concepción de la guerra de algunos países de Europa, ¿le puede pasar factura?

Está claro que las contradicciones son más con Israel que con Ucrania. Con Ucrania hay un alineamiento más claro. Con Israel, yo distinguiría la parte oficial a la parte interna, porque para evaluar los movimientos universitarios pro-Palestina en Estados Unidos también hay que tener en cuenta que en noviembre hay elecciones. Los demócratas se juegan mucho en ese juego de equilibrio para saber cómo apoyar a Israel sin tirarle mucho de las orejas.

¿Cómo cree que pueden afectar las próximas elecciones de Estados Unidos en noviembre a la Unión Europea?

Si vuelve a ganar Trump es probable que resurja un mayor nacionalismo estadounidense, lo cual supondrá su retirada de varios organismos internacionales. La Unión Europea es políticamente muy pequeña aunque económicamente muy grande, lo que le permite abanderar ciertos aspectos como ha sido el tema medioambiental. Si se combina una victoria de Trump con una Comisión Europea mucho menos favorable a defender temas ambientales, se puede producir un alineamiento entre ambos. Sin embargo, la Unión Europea también puede actuar como contrapeso de Trump y sus políticas.

¿Cómo cree que han sido hasta ahora, por parte de la Unión Europea, esos pasos que se han dado para intentar frenar o adaptarse al cambio climático a la crisis climática?

Con el Pacto Europeo Verde, la Unión Europea ha dado pasos en el sentido y ha sido una de las regiones que ha abanderado la Agenda 2030. Si uno ve los programas y las inversiones de los fondos europeos disponibles, se ha hecho un gran hincapié en cuestiones como el coche eléctrico o la tasa al queroseno de los aviones. Se dan pasos, pero siempre acaban chocando con la realidad. Al final está bien recibir inversiones pero hay que ejecutarlas. En todo caso, nos estamos olvidando la parte social.

"Ante la posibilidad de limitar la compra de viviendas por extranjeros, podría haber excepciones si existe interés general"

La cesta de la compra, la vivienda, los carburantes...parece que todo sigue aumentando su precio, ¿hay un tope para la inflación?

El periodo de mayor inflación lo pasamos el año pasado. Desde entonces se ha ido regulando, por lo que habría que comprobar qué parte de la inflación son costos reales y qué parte de la inflación son márgenes. Sí es verdad que hay signos que no aparecen en las estadísticas oficiales que dan impresión de que la cosa no va del todo bien, como son los locales comerciales en alquiler. Si empiezas a ver muchos locales en alquiler o locales que llevan en alquiler durante mucho tiempo, es un signo de que la actividad económica a lo mejor no es tan dinámica como parece. Además, me sorprende que el tema de la vivienda no tenga una mayor repercusión social. Hay gente que se está adaptando a vivir con compañeros de piso y a pagar 500 euros por una habitación. Y en eso confluyen dos cuestiones: la capacidad de adaptación y la muerte de la sociedad en pos del nacimiento del individuo.

La crisis de vivienda en Canarias ha sido una de las banderas de Coalición Canaria para esta campaña electoral, ¿es tan sencillo regular la compra de extranjeros formando parte de la UE?

Hay que distinguir entre la compra por parte de extranjeros y la compra por parte de residentes, que son dos cosas distintas. La Unión Europea se basa en las cuatro libertades fundamentales: movimiento, mercancías, capitales y servicios. Como cualquier cosa la Unión Europea, puede haber excepciones si existe el interés general. Hay experiencias en Baleares y en Bruselas. Para extranjeros de fuera la Unión Europea no creo que hubiese un gran problema limitar esa compra. Para personas no residentes habría que verlo, probablemente se pueda argumentar. Pero claro, promulgar esta política mientras se busca atraer nómadas digitales, que es algo que han intentado todos los partidos políticos, no parece una buena idea.

El jueves por el BCE una bajada de los tipos de interés. ¿Lo ve como una medida más electoralista o es posible bajar los tipos de interés?

No es electoralista. El Banco Centro Europeo no se elige. No, yo creo que es una medida necesaria. Es probable que llegue tarde. Y creo que hay margen para más bajadas de tipo de interés, como lo han demostrado las Reservas Federal Estadounidense. El BCE suele ir con bastante tino y con bastante calma. Sí es verdad que parece que ha habido una pequeña ruptura en el dogma del Banco Centro Europeo de mantener la inflación en un 2%. Probablemente, se vaya a más bajadas de tipos de interés al que cambien mucho la situación.

Tanto estos conflictos como los del Sahel y otros puntos de África están provocando una ola de refugiados, ¿la Unión Europea está actuando con la diligencia que merecen estas personas?

La Unión Europea lo que ha hecho hasta el momento es externalizar el control de sus fronteras. La UE está en una encrucijada interesante porque parece cada vez más claro que, ante un envejecimiento de la población, necesitaremos inmigración para suplir los trabajos que los locales ya no quieren hacer. Ahora el reto es cómo abordamos esa inmigración, más allá de las cuestiones humanitarias que quedan al albur nacional. Pero en todo caso, no creo que una persona que se sube a una barca para jugarse la vida en el mar vaya a dejar de hacerlo por mucho que se endurezcan las medidas.

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