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Ilustración de la población mundial.Shutterstock

Demografía

La creciente complejidad de las metrópolis canarias

El peso poblacional de los núcleos urbanos es el resultado de la particular inserción de las islas en la economía internacional

La realidad de las dos metrópolis de las islas Canarias, esto es, Las Palmas de Gran Canaria-Telde y Santa Cruz de Tenerife-La Laguna -que pueden, y deben ser ampliadas a los municipios de Santa Brígida, El Rosario, Tegueste y Candelaria-, conviene abordarla desde una doble perspectiva: la función de la metrópoli con referencia al conjunto de la isla y la de núcleos de inserción en la economía internacional. Ambas perspectivas ofrecen un punto de partida para estudiar las características de la población que reside en ellas y detectar la combinación de variables que las familias utilizan para decidir dónde situar la residencia.

Es evidente que esta combinación de variables implica una complejidad de análisis extraordinaria que desborda el ámbito de este artículo. Sólo nos referiremos entonces a la información de los primeros resultados, recientemente publicada por el Instituto Nacional de Estadística, que explota parcialmente el censo de población y vivienda de 2021.

Economía internacional

El peso poblacional de los núcleos de las metrópolis son el resultado de la particular inserción de las islas en la economía internacional. Las Palmas de Gran Canaria antes y Santa Cruz de Tenerife más tarde adquirieron su preminencia en las islas respectivas por su condición de ciudades litorales, puertas de entrada y salida de personas y mercancías, y núcleos de intercambio con el resto del territorio insular. Esto es, son metrópolis atlánticas. Son ciudades litorales que crecen demográficamente porque son puertos abiertos al comercio internacional: las islas importan gran variedad de bienes y exportan bienes y servicios

Por tanto, en el entorno de los puertos, localiza su residencia la población que ofrece su fuerza de trabajo en las actividades de servicios y, posteriormente, en la insipiente industria. Comerciantes y trabajadores acostumbrados a gestionar las relaciones externas e internas, con formación e información suficiente, para los que la inserción internacional de las islas es su medio de vida.

Diferencias

Hay una diferencia fundamental: La Laguna conserva durante siglos un peso relevante en la Isla de Tenerife. Existe una división político-administrativa que no se produce en Las Palmas de Gran Canaria. Además, en La Laguna se da el peso agrario que le distingue del caso de Gran Canaria.

Pero, en los años sesenta del pasado siglo se produce un cambio de extraordinarias consecuencias. El Plan de Estabilización de la economía española del año 1959 abre la economía al exterior después del período de autarquía posterior a la Guerra Civil. Gran Canaria y Tenerife están especialmente bien dotadas para aprovechar la nueva estrategia económica. Los factores medioambientales adquieren la condición de ventaja absoluta en el proceso de un nuevo esquema de inserción internacional, que no niega el anterior, sino que lo complementa. De esta forma, las metrópolis se hacen más complejas en tanto que en ellas se localizan actividades económicas nuevas y población que fluye de la isla, de otras islas y los continentes.

Crecimiento

Es obvio que la población localizada en las metrópolis ha crecido desde el último tercio del siglo XX. Al tiempo, los núcleos de población se han extendido por donde la orografía lo ha permitido razonablemente y más allá. En Las Palmas de Gran Canaria, la existencia de la ciudad alta y baja es un hecho evidente. En Santa Cruz de Tenerife, la limitación a la extensión de la ciudad por Anaga, ha impulsado la ocupación de suelo hacia La Laguna y el oeste.

Respecto a Las Palmas de Gran Canaria-Telde-Santa Brígida, las personas con rentas altas, fundamentalmente, directores y gerentes, técnicos y científicos, se localiza en el amplio núcleo que va de Ciudad Jardín a Vegueta y se extiende a la zona de menor densidad de El Cardón; una segunda zona de menor dimensión se sitúa en Siete Palmas. La tercera zona es también muy extensa e incluye Tafira y Santa Brígida; la cuarta se sitúa en Telde, una en el entorno de la Majadilla y otra separada de la primera, que incluye Playa Melenara, Taliarte Playa del Hombre, y sus alrededores; por último, la amplia zona de El Acebuchal, La Milagrosa, y Corcobado.

Rentas altas

En la zona Santa Cruz de Tenerife-La Laguna-El Rosario-Tegueste, los lugares de residencia de familias de alta renta, que se corresponden con las mismas ocupaciones, pueden también localizarse con cierta facilidad. En prime término, la zona que rodea al Parque García Sanabria y el litoral que continúa hasta el litoral de El Rosario; una zona intermedia entre Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, conocida como Villa Benítez y Vistabella; Guamasa que fue un lugar tradicional de segundas residencias de verano, en la actualidad, es de primeras residencias; y Tegueste que se ha convertido en un lugar de residencia de profesionales.

Las familias con ocupaciones en las que predomina las rentas medias y bajas han ido localizándose en zonas de los municipios próximos o en la periferia.

Conviene recordar alguna información adicional. Según la información de la Agencia Tributaria estatal, Santa Brígida es el municipio con renta disponible media más alta de Canarias, seguida de El Rosario, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. Tegueste ocupa el quinto puesto, La Laguna el doce y Telde el veintiuno.

Cuatro patrones

Así pues, se pueden distinguir cuatro patrones de localización: a) El histórico tradicional en el litoral y los centros cercanos a los puertos de las áreas metropolitanas, que concentran una parte importante de la población que ocupa altos y medios niveles en la jerarquía de empleos, siguiendo la pauta de localización y diversificación de actividades económicas; b) el deseo de familias de alta y media renta, o con empleos con facilidades para obtener crédito, que buscan condiciones medioambientales individuales, lo que les lleva a localizarse en la periferia; c) la demanda derivada del crecimiento demográfico y la movilidad laboral; d) el efecto de dispersión de la población, al margen de los centros litorales tradicionales, que produjo un nuevo componente de la inserción internacional como son las actividades relacionadas con el turismo.

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