Movilidad y políticas sociales centran el debate de los candidatos al Cabildo

Los cinco principales aspirantes a la presidencia de la Corporación insular desgranan sus propuestas en cuatro grandes bloques que incluyen medioambiente y economía

Desde la izquierda, Lope Afonso, Enrique Arriaga, Héctor Palmero, Rosa Dávila, Lourdes Santana, Pedro Martín y Manuel Marrero.

Desde la izquierda, Lope Afonso, Enrique Arriaga, Héctor Palmero, Rosa Dávila, Lourdes Santana, Pedro Martín y Manuel Marrero. / MARÍA PISACA

El debate de los cinco principales candidatos a la Presidencia del Cabildo de Tenerife en las elecciones del próximo 28 de mayo, organizado por Radio Club Tenerife-Cadena Ser en el Hotel Mencey, respondió a las expectativas. Tal vez demasiado, en el sentido de que todos los protagonistas se ciñeron al papel asignado por el

, muy marcado en cuanto a los tiempos y los turnos de palabra, sorteados previamente. La movilidad y las políticas sociales fueron los grandes ejes de los discursos. La estructura se desarrolló en cuatro grandes bloques temáticos. Los dos mencionados más el del medioambiente, incluida la planificación del territorio, y el referido a la economía.

Debate como tal hubo más bien poco y después de dos horas los síntomas eran de cierto aburrimiento y cansancio. Entre los neutrales. Porque cada partido llevó su claca, cuyos componentes aplaudieron con más o menos entusiasmo a los líderes. Primó, eso sí, una exquisita educación. Del papel más agresivo para la nacionalista Rosa Dávila, aspirante a ser la primera presidenta de la historia del Cabildo, al rol de hombre tranquilo del popular Lope Afonso. Con un presidente, el socialista Pedro Martín, aspirante a la reelección, que dio numerosos datos sobre el balance del trabajo de estos cuatro años. Le acompañó en la visión positiva Enrique Arriaga (Ciudadanos), que a fin de cuentas ha cogobernado en este mandato, mientras Manuel Marrero (Unidas sí Podemos) se estrenó con el enfoque globalmente más original y distanciado respecto a los demás.

Bajo la batuta del periodista Héctor Palmero –sorteó el envite con solvencia y profesionalidad-, Martín, Dávila, Afonso, Marrero y Arriaga desgranaron sus propuestas y subieron el tono en algunas críticas, aunque la sangre no llegó en ningún momento al río.

Rosa Dávila se mantuvo firme en los planteamientos que preconiza desde hace meses. Con duras críticas a la falta de gestión de Pedro Martín y el PSOE -que según sus palabras «ha hecho que Tenerife esté paralizada»- y con planteamientos claros como la recuperación del programa Ansina, la creación de 2.800 plazas sociosanitarias, sus medidas de alivio para mitigar el colapso de tráfico en el corto plazo –reiteró su ya famoso plazo de 90 días para encontrar el alivio–, la generación de empleo y la reducción de la lista de espera, la candidata nacionalista centró buena parte de su intervención en hacer una radiografía de una isla «que ha perdido protagonismo y liderazgo en el último mandato».

Pedro Martín defendió su gestión. Dijo que han sido cuatro años «duros y nada fáciles» con un gobierno en minoría que ha logrado sacar adelante los cuatro presupuestos con el apoyo de partidos diferentes (Sí Podemos Canarias los tres primeros ejercicios y el Partido Popular este año). Sacó pecho de su apuesta por depurar las aguas, aportar ayudas al sector primario y al turismo, sobre la producción de energías renovables, la creación de empleo, «la mayor de la historia» y un modelo de gestión para los mayores basado en nuevas iniciativas como la teleasistencia o la ayuda especializada a domicilio.

Lope Afonso fue fiel a sí mismo. Con un tono pausado, sin elevar la voz, puso el acento en lo que, a su parecer, es lo importante para Tenerife: «Reactivar el empleo, atender a los mayores y mejorar la movilidad». También rechazó la turismofobia «que pretenden vender algunos partidos» y la ecotasa. Su talante, siempre conciliador, le mantiene apartado de los habituales rifirrafes en los que los otros candidatos sí caen, sobre todo, cuando se habla de cifras.

Manuel Marrero tampoco defraudó a su parroquia. Su discurso sobre el consumo y depredación del territorio, la sostenibilidad, la movilidad, la oposición frontal a la construcción del Circuito del Motor y la necesidad de contar con dos verdaderos hospitales en el Norte y el Sur, empleó las habituales referencias para la izquierda insular.

Tampoco sorprendió el llamamiento a la manifestación que se celebrará hoy en el Sur en contra del actual sistema turístico, algo que no fue compartido por ninguno de los otros candidatos. Sí se revolvió un poco cuando Dávila le acusó de ser cómplice de lo ocurrido en los últimos cuatro años – «gobiernan con el PSOE a nivel nacional, regional e insular», le espetó- aunque finalmente mantuvo la calma y expuso concluyó con «la necesidad de realizar un cambio para Tenerife que es posible».

La intervención de Enrique Arriaga tampoco se salió de su

habitual. Bajo la visión de que Tenerife estaba muy mal desde hacía 30 años (32 exactamente) antes del inicio de este mandato en 2019, destacó su gestión en el Cabildo junto al PSOE y con el apoyo externo de Sí Podemos Canarias en estos cuatro años. Afirmó Arriaga que «este ha sido el mandato de los proyectos y el siguiente será el de las obras». Explicó que «a pesar de que el transporte público ha incrementado un 50% por la gratuidad, siguen las colas». Defendió su propuesta para hacer los trenes del norte y del sur y ampliar las líneas del tranvía y apostó por la innovación para diversificar la economía.

La movilidad, los problemas en las carreteras y las posibles soluciones estuvieron en el centro de la polémica (poca) en este primer debate a la presidencia del Cabildo de Tenerife. Pedro Martín y Enrique Arriaga coinciden en culpabilizar a CC, «pues las soluciones debían haberse tomado hace 15 años», cuando gobernaban los nacionalistas. La candidata de Coalición, Rosa Dávila, aprovechó para criticar el acuerdo del Cabildo con la Universidad de La Laguna (ULL) para transferir dos millones de euros a la facultad de Medicina a cambio de retrasar el inicio de las clases a las 10 de mañana. «Una medida que solo afecta a 66 alumnos» subrayó.

Marrero y Afonso coincidieron el fomento del transporte público para sacar coches de las principales autopistas, la TF-5 y la TF-1. El PP incluye también al sector del taxi para acercar a los usuarios de las medianías de la Isla a las paradas de las guaguas.

Crecimiento poblacional

Rosa Dávila aportó algunos datos como que la población de Tenerife ha crecido en 40.000 personas en solo cinco años. Propuso un pacto por la sostenibilidad que no obtuvo respuesta de sus interlocutores. Lope Afonso le echó en cara a Martín el «plegarse a Valbuena» (consejero regional socialista de Transición Ecológica).

Marrero fue contundente en el apoyo de su formación a la ecotasa y a la moratoria turísticas. Se quejó de que «siempre dicen lo mismo, que no es el momento oportuno, pero llegará en el próximo mandato». Criticó proyectos del actual como el de Cuna del Alma, en el Puertito de Adeje, o el Circuito del Motor. Arriaga aseguró que los movimientos ecologistas «han espantado» a los inversores de Tenerife. Indicó que «no se debe buscar la protección ecologista de parcelas cuando aquí vivimos un millón de personas en el 20% del territorio.

En el bloque social Arriaga indignó a Rosa Dávila cuando planteó que el desaparecido programa Ansina era «un chiringuito». La nacionalista le replicó que lo primero que hará «cuando legue a presidenta» será recuperarlo.

Lope Afonso reveló que «la realidad de Tenerife en materia social es muy dura, a pesar de los triunfalismos de Pedro Martín» porque «no hay nada que celebrar cuando han aumentado en un 38% las personas en riesgo de pobreza».

Los candidatos usaron su minuto de oro final para solicitar el voto a los tinerfeños. El presidente socialista y aspirante a la reelección Pedro Martín dijo que «estos cuatro años han sido muy complicados, pero no los cambiaría por nada porque me ha permitido trabajar por la Isla en la que he nacido».

Valoró un trabajo intenso en el que «hemos tenido aciertos y cometido también errores, pero lo hemos hecho por el bienestar público. Yo les pido el voto para el PSOE para poder acabar el trabajo y sentar las bases de un Tenerife mejor». Reiteró para concluir: «Con diálogo, consenso y acuerdo como lo he hecho durante todo el mandato».

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