Canarias construye un bloque sólido para dar la bienvenida a la eólica marina

Conjura canaria para tener todo dispuesto cuando el Ministerio para la Transición Ecológica dé cobertura legal a la eólica marina y ponga en marcha la primera subasta de potencia para esta tecnología en España. Administración, puertos y sector privado llevaron ayer las aristas que plantea este nuevo avance de las energías renovables a la primera reunión de la Mesa de la Energía Eólica Marina, un foro que nace con vocación de continuidad.

El objetivo es consensuar a priori el desarrollo de esta nueva tecnología en la comunidad autónoma para evitar indeseados parones cuando el proceso tienda a alcanzar velocidad de crucero. Por ejemplo, es necesario limar asperezas con el sector pesquero, uno de los que se ha manifestado públicamente en contra de los planes de ordenación del espacio marítimo (POEM) que regulan los espacios del océano en los que podrán proyectarse parques.

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Para este asunto y otros –también el turístico, alerta ante el impacto visual que puedan tener los aerogeneradores– se convocarán posteriormente reuniones monográficas. Siempre con la mira puesta en alcanzar una solución que satisfaga los intereses de todos los actores a la vez que se permite reducir el volumen de emisiones de gases nocivos que se lanzan a la atmósfera.

Hernández Zapata reconoce que la falta de personal lastra la tramitación de los proyectos

Otra herramienta fundamental para lograrlo son las infraestructuras de almacenamiento de energías limpias. Hasta la entrada en funcionamiento de Salto de Chira –útil para Gran Canaria o, como mucho, para la provincia de Las Palmas si algún día se conectan dicha isla y Fuerteventura mediante cable submarino–, prevista para dentro de casi cuatro años, se necesitan iniciativas que eviten tener que parar los aerogeneradores cuando la demanda eléctrica es escasa. 

Mientras se avanza, despacio, en la dirección correcta en lo que concierne a la eólica marina, la Consejería de Transición Ecológica y Energía intenta que no se vaya al limbo parte de los 76,2 millones de euros de fondos europeos destinados a 46 proyectos canarios de, precisamente, almacenamiento de los excedentes de energías limpias.

Una manta corta

La penetración de las renovables es una manta corta. Mientras todos los actores se preparan para que los obstáculos sean los menos en el momento en que Madrid dé luz verde, los adjudicatarios de los mencionados proyectos de almacenamiento alertan de que los plazos para su entrada en funcionamiento son opuestos a los ritmos que sigue la burocracia. El consejero Mariano Hernández Zapata admitió ayer «la falta de personal» como lastre principal.

¿Es posible contar con más manos para superar el trance? «Hasta el momento no hemos podido resolverlo así. Estamos buscando las fórmulas para poner más personas, pero lo que hemos hecho para cumplir los hitos es reordenar los medios que tenemos dentro de la Dirección General de Energía», señaló el consejero antes de reunirse la mesa. Un encuentro que contó con la presencia del director técnico de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Tomás Romagosa.

A pesar de las carencias, Hernández Zapata prefirió quedarse con las «más de 20 solicitudes» que se han logrado tramitar «en apenas seis meses», y que estaban pendientes; «seguimos poniendo la maquinaria a tope para que puedan ser muchos más», añadió el consejero de Transición Ecológica y Energía. Mientras, ya ha comunicado a Madrid –por el momento sin respuesta– la conveniencia de modificar los plazos para que también los almacenamientos vayan llegando y permitan una mayor presencia de eólica y fotovoltaica en el mix canario.

Madrid ya conoce las dificultades con los plazos para traducir en iniciativas los fondos europeos

Los 46 proyectos tienen como fecha límite para entrar en funcionamiento el 31 de enero de 2026. Una modificación de la Ley de Evaluación Ambiental acometida el pasado verano obliga a que las infraestructura de almacenamiento pasen una tramitación medioambiental completa aunque ya la haya pasado el parque o planta anejos. Los promotores canarios entienden la medida pero señalan la diferencia de tamaño existente entre las infraestructuras de renovables peninsulares y las isleñas.

El pasado ha revelado que conseguir la introducción de una excepción en la norma es las más de las veces el camino seguro a la frustración, independientemente de que la razón lo recomiende. Lo más factible sería conseguir un cambio en los plazos, si bien es cierto que en este caso también juega un papel protagonista la premura que Bruselas impone para que los fondos Next Generation se concreten en proyectos.

«Con lo que sabemos hoy, las evaluaciones ambientales hay que hacerlas. Estamos intentando establecer procedimientos más rápidos», señaló Hernández Zapata, que anunció «novedades al respecto «en los próximos meses».

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