BeetleSat, la red de satélites llamada a competir con Elon Musk, se desplegará desde Canarias

BeetleSat, la constelación de satélites promovida por la compañía española Arquimea y la israelí NSLComm, se desplegará desde Canarias, donde tendrá su sede de operaciones. La red BeetleSat, que estará formada por satélites LEO (siglas de Low Earth Orbit, órbita terrestre baja), está llamada a convertirse en competidora directa de Starlink, el servicio de Internet satelital creado por el archiconocido inversor, empresario e inventor sudafricano Elon Musk.

El proyecto BeetleSat supone una inversión de alrededor de 300 millones de euros a través de la Zona Especial Canaria (ZEC), el área de baja tributación de la Comunidad Autónoma que permite reducir la carga fiscal de las empresas inscritas siempre que cumplan una serie de compromisos de inversión y empleo. Los 300 millones convierten a BeetleSat en una de las operaciones de mayor envergadura de los últimos años.

Esta constelación de satélites hispano-israelí, como las redes LEO en general, jugará un papel clave en la democratización de Internet. Son satélites artificiales que orbitan cerca de la Tierra y que, en palabras gruesas, cumplen una función semejante a la de las torres de telefonía móvil. Se comunican con una estación terrestre y, gracias a su relativa cercanía, los datos no tienen que recorrer un largo camino. En última instancia, esto da mayor velocidad de conexión a los usuarios de Internet.

Se trata, por lo tanto, de una alternativa o complemento a la oferta de servicios que se prestan a través de la fibra y las conexiones 5G. Su potencial para democratizar Internet reside en que estos satélites permiten cubrir zonas en las que la digitalización es casi una quimera (muchas zonas rurales o aisladas, por ejemplo), y hacerlo, además, a un coste mucho menor del que conlleva el despliegue de, verbigracia, la fibra terrestre.

Arquimea y NSLComm anunciaron su alianza a finales de 2021, alianza que en mayo del año pasado se materializó en una inversión de la firma española en la compañía israelí de 15 millones de dólares (14,3 millones de euros).

Fue en la World Satellite Business Week (semana mundial de negocios por satélite) celebrada en París en diciembre de 2021 donde ambas empresas presentaron su proyecto BeetleSat. «Esta asociación ofrece oportunidades interesantes a los operadores de comunicaciones por satélite y abrirá un nuevo camino hacia unas comunicaciones seguras y rentables para los usuarios de todo el mundo», explicó entonces Diego Fernández, presidente de Arquimea.

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Antecedentes

Una Arquimea que, por cierto, no llega con BeetleSat por primera vez a Canarias. Ni mucho menos. La tecnológica española, que con este nuevo proyecto aspira a convertirse en el primer fabricante nacional de satélites y que tiene delegaciones en Estados Unidos o el sudeste asiático, lo que da una idea de la dimensión que ha adquirido, tiene su Research Center (centro de estudios o investigación) en Tenerife.

En concreto en el edificio Nanotec, en las instalaciones del Parque Científico y Tecnológico del Cabildo insular. En el research tinerfeño de Arquimea trabaja en torno a un centenar de investigadores, de los que una treintena son doctores. Uno de los proyectos en los que trabajan, QCircle, promovido por la Unión Europea, tiene el propósito de crear un centro de excelencia internacional en cuántica que redundará en beneficio de la industria y el ecosistema tecnológicos del Archipiélago.

La idea con QCircle es implicar en el proyecto a instituciones científicas como la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) y las dos universidades públicas de la región.

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