Canarias aspira a lograr una rebaja en el IRPF similar a la de Ceuta y Melilla

El Ejecutivo quiere ‘blindar’ en el REF un descuento fiscal parecido al que disfrutan los residentes en las Ciudades Autónomas por el mero hecho de vivir allí

José Ramón Barrera, en el centro junto a Agustín Manrique de Lara (a su izquierda), este martes en el Círculo de Empresarios de Gran Canaria.

José Ramón Barrera, en el centro junto a Agustín Manrique de Lara (a su izquierda), este martes en el Círculo de Empresarios de Gran Canaria. / E.D.

El comisionado del Régimen Económico y Fiscal (REF) del Gobierno de Canarias, José Ramón Barrera, no va a cejar en su empeño de lograr que los fueros de la Comunidad Autónoma tengan un impacto «directo» en los trabajadores –tanto asalariados como autónomos– del Archipiélago. Algo similar a lo que ya disfrutan en Ceuta y Melilla, donde sus residentes se benefician de una considerable rebaja en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Un objetivo que Barrera ya defendía antes de convertirse en el primer comisionado del REF –se trata de un cargo de nuevo cuño– y para el que los técnicos del departamento manejan tres posibles vías: una reducción en la base imponible del IRPF, que es como se materializa, por ejemplo, la rebaja en el Impuesto sobre Sociedades por la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC); una deducción en la cuota íntegra, es decir, un descuento en la cuantía que el trabajador tenga que pagar; o una exención como la que se aplican, precisamente al amparo del REF, los tripulantes –empleados– de los barcos inscritos en el Registro Especial de Buques y Empresas Navieras de Canarias, el Rebeca. En cualquier caso, y más allá de la fórmula o técnica escogida para la materialización de esta bajada tributaria, que es lo que se está estudiando en estos momentos, en ningún caso se está hablando de una mera reducción o deducción en el tramo autonómico del IRPF como la que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso va a instaurar en favor de los inversores que se instalen en Madrid. No. De lo que se trata es de blindar o atar en el REF un incentivo vinculado al territorio con el plácet del Estado y de Bruselas.

El ejemplo más claro de lo que persiguen el Gobierno de Canarias y su comisionado del REF está en Ceuta y Melilla. Los contribuyentes que residen en las Ciudades Autónomas se deducen en el IRPF un 60% de la cuota íntegra del impuesto por el hecho de vivir allí. Sin más requisitos ni condicionantes. Es la residencia la que da derecho a esta ventaja o compensación fiscal a los ciudadanos de las dos urbes norafricanas. En definitiva, la rebaja tributaria está directamente vinculada al territorio y redunda en beneficio directo de sus asalariados y autónomos. Y es justo esto lo que pretende el comisionado: que el REF «llegue de forma directa» a los canarios.

Los contribuyentes ceutíes y melillenses se deducen un 60% en el impuesto sobre la renta

Barrera explicó este miércoles en conversación con este diario que no parece tener demasiado sentido que un sistema fiscal basado en la «diferenciación» –la lejanía de la Europa continental, la fragmentación del territorio, el pequeño tamaño del mercado interior...– esté en última instancia «vinculado a la inversión». Los dos ejemplos más claros son la RIC y la Zona Especial Canaria (ZEC), los dos incentivos más potentes del REF y los dos relacionados con la inversión. Es verdad que ambos, como el REF en su conjunto, redundan en beneficio de la renta, del empleo y, en última instancia, de la sociedad misma, pero no es menos cierto que «no llegan de forma directa» al trabajador. Es más, el hecho de que los incentivos dependan de la inversión es una de las razones de que el REF no sea una herramienta «anticíclica», esto es, que no ayude en tiempos de crisis económica, no al menos tanto como podría. No en vano, la inversión se reduce en períodos de estrecheces, y sin aquella no hay ni RIC ni ZEC. Por eso el comisionado aspira a lograr «un REF para todos vinculado al territorio», lo que se intentará materializar en esa rebaja en el IRPF –para todos los contribuyentes canarios– por razón de residir en el Archipiélago –vinculada al territorio–.

A lo anterior hay que ponerle, eso sí, un asterisco, ya que también se está analizando si ese descuento en el IRPF, más allá de la manera en que se lleve a la práctica –reducción, deducción o exención–, debería ser lineal, es decir, igual para todos los contribuyentes isleños, o convendría graduarlo en función de los ingresos, de modo que sea mayor para las rentas bajas y menor para las altas.

Hay que recordar que la ley del REF, en el apartado dedicado al Registro Especial de Buques y Empresas Navieras de Canarias, incluye tres potentes incentivos fiscales en el Impuesto sobre la Renta de los No Residentes, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y el IRPF. Es este último el que de algún modo puede servir de antecedente para el objetivo del Gobierno regional. No en vano, y en virtud de este incentivo, los tripulantes de los barcos inscritos en el Rebeca están exentos de tributar por el 50% de los ingresos obtenidos en este trabajo. Es esto lo que el comisionado del REF, más allá del porcentaje exacto y de la técnica tributaria, pretende generalizar en favor de todos los contribuyentes isleños.

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