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El gigante tecnológico con año y medio de vida que hace funcionar los cajeros Caixabank, BBVA y Sabadell

Kyndryl no vende equipos propios, ni desarrolla ‘software’, sino que se encarga, por ejemplo, de ofrecer servicios informáticos

Trabajadores en las oficinas de Kyndryl en Sant Cugat del Vallès.

Trabajadores en las oficinas de Kyndryl en Sant Cugat del Vallès. / Kyndryl

Paula Clemente

Nacía oficialmente hace solo año y medio, pero lo hacía con un músculo de 20.000 millones de euros de facturación a nivel global y una plantilla total de 90.000 empleados, 5.000 de los cuales, en España. La compañía estadounidense Kyndryl es, aquí, quien respalda las operaciones tecnológicas de bancos como Caixabank, el Banc Sabadell o el BBVA, quien provee la plataforma que hace que la operativa entre barcos y contenedores en el Port de Barcelona funcione como un reloj, es uno de los grandes socios tecnológicos de la Generalitat y uno de los colaboradores en la digitalización de la sanidad pública catalana. Lo es por haber nacido en el seno del gigante tecnológico IBM, del cual se separó formalmente a finales del 2021 y de quien heredó la mayoría de sus clientes, pero tiene firme intención de ir mucho más allá: “Hemos entendido muy bien a las nuevas generaciones, fichamos cada año a 500 personas”, lanza su máximo responsable en España, David Soto.

Kyndryl se define como una compañía de servicios: no vende equipos propios, ni desarrolla ‘software’, sino que se encarga, por ejemplo, de ofrecer servicios informáticos a compañías que tengan este departamento externalizado, o de desempeñar el rol de consultor tecnológico, un área de negocio que han puesto en marcha recientemente y a la que ya se dedican 600 personas de la plantilla.

Somos la gente, los proyectos y los servicios tecnológicos”, trata de definir Soto, como consejero delegado para este mercado. “Somos los equipos que estamos detrás de que las compañías abran sus tiendas, sus terminales, sus cajeros, de que funcionen las transacciones digitales, el comercio electrónico…”, añade.

La empresa no desglosa sus ingresos por países, pero sí hace público que en su carpeta figuran 250 clientes que incluyen más de la mitad de las compañías del Ibex 35 y desde el Ayuntamiento de Madrid o el Gobierno Vasco, hasta Mapfre, Pascual, Wow Concept –la cadena fundada por el expresidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno– o CAF, y que entre un 30% y un 40% de ellos se concentran en Barcelona.

Por ejemplo, tiene un equipo de 800 personas que operan los sistemas que hacen posible que funcionen los cajeros, las transacciones, o que un cliente Caixabank pueda consultar su saldo. Lo mismo con Banc Sabadell, con el que trabajan prácticamente sede con sede en Sant Cugat del Vallès. Ya como empresa independiente han sumado a esta cartera el Port de Barcelona, para el cual han construido una plataforma tecnológica que ha permitido ahorros valorados en más de 400 millones de euros al extremar la eficiencia de sus operaciones, o el Centre de Telecomunicacions i Tecnologies de la Informació (CTTI), la empresa pública que integra los servicios informáticos y de telecomunicaciones de la Generalitat.

Planes de crecimiento

“El hecho de ser independientes nos ha hecho acceder a un mercado que antes no atacábamos”, razona Soto, en relación, sobre todo, a que ahora pueden trabajar con proveedores como Oracle, Google o Amazon, aparte de con la propia IBM. También “hemos tenido suerte, porque había un espacio en el mercado que no ocupaba nadie”, reconoce.

Y se explica: “En los últimos 3 o 4 años han aparecido tecnologías nuevas que van a ser muy disruptivas, que van a generar nuevos modelos de negocio y que todos los clientes ya han probado, pero lo que está por venir es que estas tecnologías soporten las cargas de misión críticas (lo que realmente sustenta el corazón de las compañías) y en gran volumen”.

De ahí las 500 contrataciones anuales (decenas, dice, cada mes) que también esperan para este año. O los planes de crecer en industrias en las que no tienen tanta presencia (como, por ejemplo, el sector de la construcción) o con nuevos verticales como la atención a los procesos de negocio. “Tenemos la suerte de haber nacido ya con clientes y talento, pero por otra parte también somos una compañía joven, rápida, ágil… que es lo que necesita el mercado”, concluye Soto.